El futuro de la izquierda

Cayo Lara se reposiciona y asume las tesis de Alberto Garzón sobre la confluencia de la izquierda

Alberto Garzón y Cayo Lara.

Alberto Garzón comienza el camino hacia las elecciones generales con el respaldo pleno también de Cayo Lara. No es que no lo tuviera, sino que anteriormente el coordinador federal sentía más recelos, y así los expresaba, hacia la política de convergencia del candidato a la Moncloa. Pero este viernes oficializó el giro, se reposicionó rápidamente como consecuencia del análisis de las autonómicas y municipales del 24-M, y vistos los excelentes resultados de las listas de unidad popular en Barcelona, Zaragoza, Madrid o en las principales ciudades gallegas. Eso sí, se sube al carro con sus propios matices, añadiendo que las bases deben "opinar" sobre la alianza

Lara solemnizó su nuevo discurso ante la Presidencia Ejecutiva Federal (PEF), el órgano que congrega a unos 70 dirigentes, el primero que analiza en profundidad qué ocurrió en los pasados comicios. Reseñó el "claro deterioro del bipartidismo", el fortalecimiento de Ciudadanos, las "insuficiencias y debilidades" que ha demostrado IU, y el "buen comportamiento" de las candidaturas de confluencia. "La conclusión es que a mayor convergencia, mejores resultados. La suma ha multiplicado". Por el contrario, los resultados de IU han sido "muy malos" en las autonómicas, ya que sólo ha mantenido su representación en Asturias (5 escaños) y Castilla y León (1), ha bajado en dos parlamentos (Aragón y Navarra) y ha salido de otros cuatro (Madrid, Valencia, Murcia y Extremadura). 

El coordinador subrayó, igual que había reiterado Garzón por la mañana, que los emergentes han sido "determinantes" en estos comicios, y aunque Podemos ha recibido "una parte importante" del voto que en otras ocasiones ha ido hacia la federación, sólo ha logrado un 14% de los sufragios de media. Es decir, al ir en solitario en las autonómicas, no ha podido "superar" al PSOE y al PP, que se han mantenido como primera o segunda fuerza, según los casos. En cambio, candidaturas de unidad popular como las de Barcelona, Zaragoza, Santiago, Ourense "e incluido Madrid" sí se han situado como "alternativa" del bipartidismo". Que citara el caso de Madrid no es baladí, porque él nunca respaldó a Ahora Madrid de Manuela Carmena, y sí a la candidata que presentó la federación madrileña, Raquel López. 

"Unidad interna" y programa de gobierno "serio"

"La conclusión por tanto de este análisis es que nadie por sí solo es palanca de cambio en nuestro país", remató, en un mensaje claramente dirigido a Podemos, que ha insistido en que quiere ser la referencia del cambio, que pivote en torno a él. Lara trajo a colación una frase de Xosé Manuel Beiras, líder de Anova, con quien IU ha ido de la mano en las gallegas, en las europeas y en las municipales: "No hay gallos en el gallinero". Es decir, que "ninguna fuerza social puede garantizar el proceso de transformación social que revierta las políticas del bipartidismo". En consecuencia, es necesario "extender el ejemplo de la mejor convergencia al resto de procesos electorales para seguir avanzando hacia la transformación real del país". "Derrotar a la derecha y a las políticas neoliberales requiere de la unidad de la izquierda social y política", sostuvo, en un claro alineamiento con Garzón

El líder de IU argumentó que para caminar hacia ese objetivo han de darse tres condiciones. La primera, "unidad interna", ya que los aliados han de tener "confianza" y percibir "unidad clara en torno a una línea política muy concreta". Dos, una fuerza política seria ha de tener "un programa de gobierno serio", e IU tiene "trayectoria" y atesora programas hechos a partir de la elaboración colectiva. Lara advirtió de que dar con la tecla de un programa común tiene "muchas dificultades", porque en medio se cruzan las cuestiones territoriales.

Tres, que todos en IU trabajen "en la misma dirección". "Todos como una piña. Nos estamos jugando una organización seria y necesaria. Estoy seguro y convencido de que vamos a ser serios y responsables, de que vamos a recuperar la confianza en nosotros mismos, una pieza clave. Y vamos a remontar la situación y situar a IU donde se merece. IU va a seguir siendo pieza fundamental, necesaria e imprescindible para los cambios que deben producirse en nuestro país. Para esa unidad de la izquierda y para derrotar al bipartidismo". 

Lara señaló que hay que actuar rápido, porque quedan pocos meses –"No podemos dormirnos en los laureles"–. Y avisó de las líneas rojas: "Todo lo que se produzca de aquí a las generales, lo que tiene que ver con la convergencia, se tiene que dar en condiciones de respeto, negociación y de democracia para que las bases opinen, que son las que tienen siempre la última palabra". Esa última referencia, la de un referéndum entre la militancia, no estaba escrita en su informe político a la Presidencia [consúltalo aquí en PDF]. Es justo lo que pide Gaspar Llamazares y su partido, Izquierda Abierta. Esta mañana, Garzón, preguntado expresamente por esa consulta, no cerró totalmente la puerta, aunque apuntó que un proceso participativo, que se construye desde la base, ya está legitimado de origen. 

Pista para Madrid

Lara también mostró un acercamiento a las tesis de Garzón al abordar la cuestión de Madrid. Reconoció que el conflicto que ha durado meses y que ha acabado con una federación rota y en guerra "es el mejor ejemplo de lo que nunca debe hacer una organización que se tenga un mínimo aprecio". 

Además, asumió que es "urgente" resolver la situación y acabar con la lucha para que "todos los militantes se puedan sentir parte de la organización y militar en la organización con normalidad". La Presidencia Federal apenas debatió sobre la fórmula concreta. Al final, mandató al secretario de Organización a que elaborase una propuesta concreta para la próxima semana, de cara al Consejo Político Federal –máximo órgano de dirección entre asambleas– de la próxima semana, el 14 de junio. Podría ser tanto la desfederación (expulsión de IU-CM) como una salida menos traumática, como la intervención por el federal y la imposición de una gestora. 

Tarea "histórica" pero "ilusionante"

Tras Lara intervino Garzón, que presentó su documento Hacia la unidad popular y en el que reiteró las ideas expresadas en la rueda de prensa de la mañana. Explicó que la izquierda tiene la "tarea histórica" de intentar echar a Mariano Rajoy de la Moncloa y derrotar al bipartidismo, tiene al alcance la posibilidad de ganar unas generales, y el mejor instrumento es el de la concentración de la izquierda en una lista.

El reto es "difíl", aunque "ilusionante". Subrayó que la unidad popular es un escenario de "cooperación", que debe hacerse "desde abajo, de forma participativa, respetando la identidad política y reconociendo la singularidad del Estado", sin que haya hegemonía de ningún actor y sin "subordinar al resto de fuerzas". "Se trata de dejarnos la piel todos dirigentes y militantes para conseguir transformar la sociedad, desplegar la agenda de contactos en todas las partes del territorio", resumió. Hay "mimbres posibles para construir la cesta". En varias ocasiones citó el "como decía el compañero Cayo", para evidenciar la sintonía de ambos discursos. La propuesta de Garzón fue respaldada por una amplísima mayoría, del 91,38%. Un espaldarazo que el candidato interpretó la reafirmación del compromiso de IU para "devolver a la ciudadanía el Gobierno del país".

Comisión al máximo nivel 

La hoja de ruta a seguir en los próximos meses se plasmó en un documento elaborado por el coordinador de la Presidencia y líder del PCE, José Luis Centella, y aprobado por 44 votos a favor, 11 en contra y 4 abstenciones [consúltalo aquí en PDF]. En él se perfila más qué hacer. Así, se plantea que el próximo Consejo, el del 14 de junio, apruebe una declaración por la que IU participe en la puesta en marcha "de un espacio de confluencia que, de forma plural, participativa y abierta se plantee ganar las próximas elecciones generales para impulsar la construcción de un nuevo modelo de sociedad en el marco de un proceso constituyente de ruptura democrática y social". 

Además, se creará una comisión que pilote los contactos con el resto de fuerzas políticas y sociales con las que la federación quiere confluir (Podemos, Equo, Anova, ICV, Chunta Aragonesista, Compromís, MÉS...). Comisión compuesta por tres personas: el propio Alberto Garzón, como secretario de Proceso Constituyente; José Luis Centella, coordinador de la Presidencia, y Adolfo Barrena, secretario de Organización. Izquierda Abierta se quejó porque consideraba que ese grupo de trabajo no era plural ni paritario

Aparte de esos contactos, IU pretende mantener encuentros con activistas sociales y sindicalistas para articular una "campaña de lucha contra la actual situación de imposición de una salida antisocial de la crisis", planificará acciones de denuncia contra los "conflictos sociales, laborales y de todo tipo", desplegará una campaña de "explicación" por todo el Estado de su propuesta y elaborará un borrador de programa de mínimos que discutir con otras fuerzas y avanzar hacia esa unidad popular. 

A finales de julio, se celebrará una convención o encuentro y otra reunión del Consejo Político Federal, que "apruebe el objetivo de convergencia" sobre el que se trabajará en las próximas generales. Es decir, que espera que en dos meses esté claro el mapa de alianzas. 

La hoja de ruta de Centella salió por un 74,58%. Más mayoría obtuvo tanto el informe de Cayo Lara –54 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones– y el de Alberto Garzón –53 síes (91,38%), 3 noes y 2 abstenciones–, que logró recabar el apoyo incluso de Izquierda Abierta

La propuesta de confluencia de Garzón para las generales centra el debate en la dirección de IU

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