El choque entre Madrid y el Gobierno descoloca a Casado tras semanas pidiendo medidas contundentes a Sánchez

La pugna del Gobierno de Pedro Sánchez con el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso para tratar de que la Comunidad de Madrid endurezca las medidas con las que poner freno a la transmisión descontrolada del SARS-CoV-2, casi cuatro veces superior a la media española, ha puesto al presidente del PP, Pablo Casado, en una situación imposible. Después de semanas exigiendo que el Gobierno de España asuma las competencias sanitarias y el mando único que según él tiene de acuerdo a la ley y acusando a Sánchez de dejación de responsabilidades, ahora tacha de injustificado que el Ministerio de Sanidad quiera que Madrid aplique sus criterios.

Lo volvió a hacer este lunes en una entrevista emitida por Onda Cero Radio en la que sostuvo que las medidas de Ayuso son acertadas y que la situación está bajo control para a continuación negarse a dar su opinión al respecto alegando que él no es un experto. Casado comenzó defendiendo que lo que tiene que hacer Sánchez es aplicar la legislación en vigor. El Gobierno “es la única autoridad competente”, proclamó, “el responsable máximo. Lo que se tiene que hacer es el mando sanitario único, que nadie duda de que se pueda aplicar”.

Es “perfectamente compatible un mando único sanitario, que es a lo que le obliga [a Sánchez] la legislación, con una colaboración o cogobernanza para que todas las administraciones remen en la misma dirección“, insistió más tarde. Aunque “la competencia de planificación y coordinación de lo que haya que hacer, legal, policiales, sanitaria y económicamente”, defendió, “es del Gobierno de la nación”.

Una tesis muy poco compatible con la posición de la Comunidad de Madrid, como recordó también en una entrevista, en esta ocasión en TVE, el consejero madrileño de Justicia, Enrique López, que defiende exactamente todo lo contrario. “No se puede frivolizar ni banalizar con las palabras”, reclamó López. “Nuestra Constitución es muy clara y establece instrumentos como el 155 o el estado de alarma si eso fuera necesario”, pero “a través de la ley de cohesión del sistema nacional de salud”, que es la norma que precisamente invoca Casado, “no se puede intervenir”. “No se puede imponer, hay que coordinar”, exigió.

El presidente del PP quiere que Sánchez asuma el mando. “En efecto, pero tiene que ser para todos y no para un solo territorio”, añadió. Su tesis es que los criterios que se apliquen en Madrid tienen que ser idénticos a lo que se empleen en Soria o en La Rioja, pese a que, como él mismo reconoció, la comunidad madrileña tiene características únicas, como su peso demográfico, la densidad de población, la movilidad interna o la potencia de sus infraestructuras de comunicación, como el aeropuerto internacional de Barajas o las estaciones de AVE. En Madrid, admitió pese a pedir medidas iguales para todos, “cualquier limitación es más compleja”.

¿Qué se debe hacer, entonces?, le preguntó el entrevistador. “Yo me guío por los expertos”, a “diferencia del Gobierno, que reconoció que se los había inventado y había engañado a todos los españoles con un comité de expertos que no existía”, afirmó repitiendo uno de los grandes bulos de la pandemia.bulos Y sus expertos son, explicó, el viceconsejero de Sanidad de Madrid, según él el “mayor en España en esta lucha epidemiológica”, y el titular del departamento, “que es médico”. “La cuestión de los expertos es algo muy importante”, subrayó. “El ministro Illa es filósofo, y la presidenta de Madrid es periodista” pero ella, precisó, “sí que tiene expertos”.

Entonces, ¿qué quiere que haga Sánchez en Madrid? Que ponga al servicio de la Comunidad a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para controlar la movilidad. Nada más. Para que se cumplan “las cuarentenas y el uso de la mascarilla” y que “la ausencia de alguna movilidad sea efectiva, en eso es en lo que debería estar el gobierno de España”. Algo que el Ejecutivo ya ha hecho.

Lo que dice Casado y lo que no dice

Casado sostuvo en la misma conversación que las medidas de Ayuso están funcionando, pero luego dijo que no estaba seguro. Primero afirmó que “las medidas que propone la Comunidad de Madrid son efectivas, con un criterio científico”. “Limitando la movilidad y los horarios en algunos distritos que tienen más incidencia se puede limitar esa famosa curva, sí”. Los expertos de Ayuso, abundó, sostienen “que ahora mismo está habiendo una presión hospitalaria que les da la información de que van por el camino correcto”. Y después se negó a afirmar que la situación esté bajo control. “Yo no he dicho eso. Eso lo tendrán que contestar los responsables sanitarios de la Comunidad de Madrid”.

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En su afán por defender a Ayuso de lo que considera ataques injustificados del Gobierno, Casado llegó a mentir sobre los datos de la pandemia en Madrid. Dijo que los contagios están bajando cuando en realidad no paran de crecer y están fuera de control, según el Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES). “No entendemos que con menos incidencia de contagios se diga que esto es un desastre”, aseguró. La “motivación [del Gobierno} es política, no científica”.

No fue el único dato falso que utilizó. Una vez más aseguró que el descontrol de la pandemia en Madrid tiene su origen en la supuesta ausencia de controles en el aeropuerto —no hay ningún dato epidemiológico que corrobore esa afirmación—. También acusó al Ministerio de Sanidad de querer “un bloqueo total a seis millones de personas“ en Madrid que “sería ruinoso, incluso en términos de salud mental”, cuando el ministro Illa lo que ha pedido no es un confinamiento domiciliario sino la extensión de las restricciones a la movilidad que ya ha aprobado Ayuso. Y añadió otro dato incorrecto: según Casado, Sánchez está incumpliendo un compromiso con Ayuso para hacer PCR a los viajeros en Barajas y en las estaciones del AVE, algo a lo que el Gobierno de España nunca se ha comprometido porque, según sus epidemiólogos, es un sistema ineficaz de controlar la transmisión.

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