28 I Elecciones en la Comunitat Valenciana

La Comunitat Valenciana decide: entre un nuevo Botànic y la vía andaluza

Los candidatos Mónica Oltra (Compromís), Isabel Bonig (PP), Rubén Martínez Dalmau (Unides Podem) y Ximo Puig (PSPV-PSOE) y la periodista Jessica Crespo (tercera por la derecha, con chaqueta rosa), antes del debate en la televisión À Punt, este jueves.

La Comunitat Valenciana, la cuarta más poblada de España, con 5 millones de habitantes, elige este domingo a sus 99 parlamentarios en Les Corts: 40 por Valencia, 35 por Alicante, 24 por Castellón. Estos a su vez elegirán al presidente del Consell.

infoLibre repasa en 8 preguntas y respuestas lo que hay en juego en los comicios.

  1. ¿Logrará el PSOE la anunciada victoria?

Todas las encuestas, sin excepción, pronostican que el PSPV-PSOE será el partido más votado. En unas Cortes con 99 escaños, el CIS otorga a Ximo Puig, presidente desde 2015 y candidato socialista, entre 33 y 36, con el 30,9% del voto, claramente por delante del resto.

Sería la primera vez que el PSOE es el más votado desde 1991. El PSOE se beneficia de la división de la derecha y tiene opciones verosímiles de ser el más votado en las tres provincias. Ahora bien, hoy ganar ya no equivale a gobernar, como bien sabe Susana Díaz.

  2. ¿Qué bloque se impone?

Es la gran pregunta. Los bloques están perfectamente claros. A la izquierda, PSPV-PSOE, Compromís (coalición integrada por el Bloc Nacionalista, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds) y Unides Podem-EUPV. A la derecha, PP, Cs –que se autoubica en el centro– y Vox.

El bloque que sume colocará como presidente, al menos previsiblemente, al candidato del partido con más escaños de la izquierda o la derecha. En el campo progresista todas las encuestas coinciden en que será Puig. En el conservador, la mayoría de los sondeos apuntan a Isabel Bonig (PP).

La mayoría absoluta está en 50. Esa es la cifra mágica. Los sondeos pronostican que habrá mayoría del bloque progresista. Lo mismo decían en Andalucía.

  3. ¿Habrá Botànic II tripartito?

Al acuerdo entre el PSOE, Compromís y Podemos, con este último garantizando la mayoría parlamentaria del Consell de la Generalitat sin formar parte del mismo, se lo conoce como Pacto del Botànic por haber sido firmado en el jardín botánico de la Universidad de Valencia. Lo suscribieron el 11 de junio de 2015 Puig, Oltra y Antonio Montiel, entonces secretario general de Podemos. Fue posible por la correlación de fuerzas tras las elecciones de 2015: PSPV-PSOE, 23 diputados; Compromís, 19; Podemos, 13. En total, 55 parlamentarios, suficiente para apear de la presidencia de la Generalitat al partido de Eduardo Zaplana y Francisco Camps.

Tanto el PSOE como Compromís y Unides Podem han declarado su voluntad de reeditar el pacto. La diferencia es –aparte del paso del tiempo, que en política todo lo cambia– que el profesor de Derecho Constitucional Rubén Martínez Dalmau, candidato de Unides Podem, quiere entrar en el Consell. En 2015 Podemos no quiso. Un Botànic II podría ser tripartito. Pero hace falta que den los números. Y que se pongan de acuerdo.

  4. ¿Alcanzará Unides Podem el 5%?

Las encuestas pronostican una mayoría de izquierdas. Pero hay una duda. ¿Alcanzará Unides Podem el 5%?

La pregunta no es baladí. El 5% es el mínimo para entrar en las Cortes valencianas, según establece la ley electoral autonómica. Las encuestas sitúan a Unides Podem por encima de este umbral, pero no a una distancia que permita al bloque progresista respirar tranquilo. El CIS le da un 8,3% y entre 7 y 8 parlamentarios. Si cayera por debajo del 5%, se perderían todos los diputados morados, con resultados imprevisibles.

A priori Unides Podem se ve beneficiado por la coincidencia con las generales, al haber un posible efecto arrastre de la marca a nivel estatal, si bien le ha dado menos tiempo para popularizar a su candidato. Además tiene limitaciones electorales significativas: por un lado, le hace daño la apelación del PSOE al voto útil en un contexto de emergencia de la extrema derecha; por otro, hay un competidor duro por la izquierda, Compromís, con una candidata (Oltra) mucho más conocida que Martínez Dalmau.

  5. ¿Acertó Ximo Puig con el adelanto?

Puig (PSPV-PSOE) hizo uso de su prerrogativa presidencial de adelantar las elecciones, previstas para el 26 de mayo junto a las autonómicas, municipales y europeas, para pegarlas a las generales. El adelanto se produjo con el desacuerdo de Compromís. Está extendida la idea de que Oltra, candidata de Compromís, partido de escasa proyección estatal, se ve perjudicada por la coincidencia con las generales. Lo que hizo Puig fue precisamente colocar las elecciones el 28 de abril, junto a las convocadas por Pedro Sánchez. Este domingo se verá si el PSPV se ve beneficiado por la inercia nacional. También está por ver si este cierre de la legislatura ha deteriorado la confianza entre los dos potenciales socios de gobierno.

Relegada a la oposición Susana Díaz –antes la gran baronesa autonómica–, si Puig mantiene la presidencia de la Generalitat se consolidará como uno de los grandes nombres propios del PSOE. Si se cumplen los pronósticos demoscópicos, podrá presumir de haber devuelto al partido del puño y la rosa al número de escaños previo a la irrupción de Podemos. Para todo esto, necesitará a Oltra, a la que ha irritado con el adelanto. Este domingo veremos quién rentabiliza más electoralmente el Pacto del Botànic. De la lectura que los partidos progresistas hagan dependerán los términos de un eventual acuerdo.

  6. ¿Quién liderará el bloque conservador?

Las encuestas sitúan en cabeza al PP, pero no está tan claro. Al igual que en Andalucía, las diferencias no son abismales. El CIS pronostica para el PP el 15,4% de los votos y entre 18 y 19 parlamentarios y para Ciudadanos el 16% y entre 17 y 18. No obstante, hay sondeos que amplían la distancia a favor de los populares.

En cualquier caso, el PP se prepara para un batacazo. Baste decir que el resultado mínimo en la historia del partido son 25 escaños (1987) y que ha llegado a tener 55 en 2011. Jamás los 18-19 que le da el CIS ahora. Los resultados de 2015 ya fueron duros, bajando a 31. Pero el partido de la gaviota sigue ahondando en su suelo.

Eso sí, el PP también ha obtenido en Andalucía unos resultados históricamente bajos. Y Juanma Moreno tiene, con 26 parlamentarios, despacho en el Palacio de San Telmo, cosa que Javier Arenas no consiguió con 50.

Los tiempos han cambiado. Y una de las modificaciones más radicales del mapa es la división de la derecha. Ciudadanos aspira a dar la sorpresa y liderar el campo conservador. El partido naranja, que obtuvo el 12,66% de los votos y 13 diputados con Carolina Punset en 2015, tiene ahora como candidato a Toni Cantó. La voluntad de PP y Ciudadanos es conformar un gobierno a la andaluza.

Pero necesitan a un tercer partido: Vox.

  7. ¿Con qué fuerza irrumpirá Vox?

Una incógnita. Un misterio. ¿Con qué fuerza entrará? ¿Adelantará a Unides Podem? ¿A Ciudadanos? ¿Será determinante?

Andalucía demostró que Vox tenía una fuerza inusitada... y desconocida. Ahora, arrastrado por la marca a nivel estatal, hace en la Comunitat Valenciana una campaña de perfil bajo y espera beneficiarse de la ola en la que va subido Santiago Abascal.

En 2015 el partido ultraderechista obtuvo 10.336 votos, un 0,42% de las papeletas. Eso no sirve ya para dar medida de nada, Ahora sacará mucho más. El CIS le da un 6,5%, entre 5 y 6 parlamentarios. En Andalucía el CIS le dio uno y sacó 12. Los sondeos aún no han calibrado el fenómeno. Vox ha protagonizado demostraciones de fuerza durante la campaña en la Comunitat Valenciana, con una notable capacidad de convocatoria.

Su candidato es José María Llanos, profesor de Derecho en la Universitat de València.

  8. ¿Es posible un pacto PSOE-Cs?

La izquierda salva la mayoría en la Comunitat Valenciana

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El esquema es bastante similar al que se da en el ámbito estatal. Toni Cantó, al igual que Albert Rivera, lo rechaza categóricamente. Su opción es el modelo andaluz, sin ambages.

Ximo Puig no ha descartado expresamente un pacto con Ciudadanos, pero insiste en pedir el voto para una "opción progresista". A priori parece improbable, con los bloques nítidamente conformados y sin opciones independentistas. Pero las cábalas en torno a esta posibilidad planean –al igual que en España– sobre la campaña electoral.

Eso sí, en absoluto está garantizado que entre ambos sumaran los 50 diputados que necesitarían.

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