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Las encuestas muestran que un Gobierno PSOE-Podemos tendría un apoyo mayoritario en el electorado progresista frente a otros posibles acuerdos. Es ahora o… ¿nunca?
Lo peor que puede ofrecer un partido o un líder es una narrativa contradictoria. Y la de Ciudadanos no sólo ha resultado estratégicamente contradictoria. Peor aún: Ciudadanos está en una contradicción ideológica permanente.
El líder de Cs en Madrid dice que sólo quieren formar gobierno con el PP sin permitir "retroceder en derechos" como la lucha contra la violencia machista o los del colectivo LGTBI.
Se han cerrado ya pactos en cinco de las diez comunidades en las que no hubo mayorías absolutas: Baleares, Canarias, Cantabria, La Rioja y Castilla y León.
En esta vorágine electoral hemos obtenido una foto de la sociedad en cada municipio y en ese instante concreto, pero esto por sí mismo no soluciona nada, máxime si no atinamos a interpretar la voluntad de lo expresado en las urnas.
La candidata de Barcelona En Comú, Ada Colau, ha conseguido ser reelegida alcaldesa gracias al apoyo del PSC, de Manuel Valls y de dos de sus ediles de Barcelona pel Canvi.
En otros países se celebran elecciones a dos vueltas. Tales sistemas devuelven la palabra a la ciudadanía para que expresen cuál de las dos candidaturas más votadas prefieren.
Las tres derechas aprietan sus filas y avanzan en sus pactos para tocar poder en importantes ayuntamientos y comunidades autónomas. Y lo hacen ya sin escrúpulos a sentarse.