La crisis de los cribados revela la incapacidad de la Junta para garantizar el personal sanitario básico

El escándalo de las mamografías en Andalucía, lejos de apagarse, ha destapado un problema mucho más profundo y ha saltado a la política nacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado este miércoles a Alberto Núñez Feijóo que "no le haya exigido responsabilidades a Moreno Bonilla” por los fallos en los cribados, calificando la situación como "la mayor crisis del sistema sanitario andaluz". Según los datos de la propia Junta, unas 2.000 mujeres se han visto afectadas por errores en el programa de detección de cáncer de mama, el 85% concentradas en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sin embargo, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (AMAMA) ha denunciado que la cifra podría ser mucho mayor y que "no dejan de llegar nuevos casos", además de haber detectado este martes el borrado temporal de algunas pruebas en sus historiales clínicos.

En medio de la crisis, el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, ha anunciado la contratación de 4.371 nuevos profesionales sanitarios en 2026, de los cuales 1.200 serán médicos, y ha insistido en que se han auditado todos los cribados. Además, ha reconocido que la sanidad pública sufre un "problema estructural" que no se resuelve únicamente con inversión.

Los sindicatos advierten que "se ha puesto rostro" a un sistema debilitado por la falta de medios, la sobrecarga asistencial y el avance de la privatización. Daniel Gutiérrez, portavoz de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Andalucía, critica que "las constantes promesas" del Gobierno andaluz no se trasladan a la realidad. "Moreno Bonilla presume de que la sanidad funciona muy bien, pero lo hace a costa de los profesionales y de los pacientes", afirma.

Acuerdos incumplidos y tendencia hacia la privatización

Según el representante de CCOO, el deterioro de la sanidad pública podría haberse "amortiguado" si la Junta hubiera cumplido los acuerdos firmados. El Pacto por la mejora de la Atención Primaria, rubricado con las principales organizaciones sindicales, preveía la creación de 2.416 nuevas plazas. No obstante, 1.388 ya deberían estar cubiertas y el SAS no ha facilitado datos sobre su distribución. "El acuerdo está a medias", denuncia Gutiérrez. "Uno de los compromisos era desdoblar los cupos de los médicos, que en algunos casos superan los 2.000 pacientes, para reducirlos a 1.200, pero se está haciendo con cuentagotas".

A esta falta de cumplimiento se añade el acuerdo de carrera profesional, firmado en 2022 y anunciado por la Junta un año después como un "avance relevante". Este sistema reconoce la formación y desempeño del personal sanitario mediante niveles (I a IV) con mejoras salariales y de promoción interna. El compromiso era extenderlo a todas las categorías del SAS —incluido el personal temporal— y permitir ascensos excepcionales sin los años mínimos de permanencia exigidos anteriormente. Sin embargo, los sindicatos llevan denunciando los últimos años que su aplicación ha sido lenta y desigual, con reconocimientos parciales y efectos económicos mínimos. "Si el SAS aplicara de verdad el pacto, mejoraría las retribuciones y se frenaría la fuga de sanitarios. Pero la negociación colectiva lleva años paralizada y nos hemos sentido engañados", lamenta Gutiérrez.

Por su parte, la portavoz de Marea Blanca en Andalucía, Lola Martínez, recuerda a infoLibre que "el PP no ha ocultado sus planes de reforzar la colaboración público-privada". "Nada más llegar al poder eliminó la cláusula de exclusividad de los sanitarios. Desde entonces, nadie cobra el suplemento, trabaje sólo en la pública o también en la privada. Eso ha permitido que haya jefes de servicio con consultas en la clínica privada de enfrente", señala.

Las organizaciones exigen ahora un "plan de choque real" que no se limite a incrementos parciales del presupuesto, sino que garantice su destino íntegro al sistema público. El Informe sobre la situación de la Sanidad Pública Andaluza, publicado en mayo, estima que la comunidad necesitaría 1.634 millones de euros adicionales para alcanzar la media nacional de inversión sanitaria por habitante. Denuncian, además, que casi la mitad del aumento presupuestario de 2025 (48,4%) se ha destinado a empresas privadas, principalmente a conciertos quirúrgicos y gasto farmacéutico, en lugar de reforzar las plantillas públicas.

Falta de profesionales y bajos salarios

Todas estas políticas han llevado a un sistema marcado por la escasez de personal y la precariedad. Los datos del Ministerio de Sanidad sitúan a Andalucía como la comunidad autónoma con la menor tasa de médicos del país (3,1 por cada 1.000 habitantes, frente a la media estatal de 3,74) y con la ratio más baja de enfermería (4 por cada 1.000 habitantes).

La falta de radiólogos también ha sido un factor determinante en los retrasos del cribado de cáncer de mama. Andalucía cuenta con 7,2 por cada 100.000 habitantes, dos puntos por debajo de la media nacional. CCOO calcula que serían necesarios 178 profesionales más para alcanzar ese promedio. "No sólo faltan radiólogos, también técnicos de radiodiagnóstico o personal administrativo para citar a las mujeres", advierte Gutiérrez.

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Tanto él como Martínez coinciden en que los salarios y las condiciones laborales explican la fuga de personal. “Miles de profesionales se han marchado a otras comunidades o al extranjero, o han optado por la privada. Muchos MIR, al acabar la especialidad, rechazan la pública porque se cobra menos y tienen peores horarios”, apunta la representante de Marea Blanca. Según un estudio de la Fundación Centro de Estudios SIMEG "Vicente Matas", un residente de primer año cobra 1.382 euros brutos mensuales de media en España, pero solo 1.320 en Andalucía.

Una propuesta de contratación "para calmar las aguas"

Frente al anuncio de las 4.371 nuevas incorporaciones, el informe de los sindicatos calculan que serían necesarios al menos 18.000 profesionales más —5.400 médicos y 5.900 enfermeras— para igualar el promedio estatal. Gutiérrez considera el plan de Moreno Bonilla "un anuncio para calmar las aguas", porque "no plantea una contratación inmediata".

La propia Junta ha admitido que será complicado incorporar a los 65 radiólogos prometidos para reforzar las unidades de mama y atender a todas las afectadas antes del 30 de noviembre. "No se sabe cuándo llegarán, viendo todo lo que no se ha hecho hasta ahora. Mientras tanto, tendrán a los profesionales doblando turnos, trabajando por las tardes y los fines de semana para recuperar todo lo que no se ha hecho", concluye Martínez.

El escándalo de las mamografías en Andalucía, lejos de apagarse, ha destapado un problema mucho más profundo y ha saltado a la política nacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado este miércoles a Alberto Núñez Feijóo que "no le haya exigido responsabilidades a Moreno Bonilla” por los fallos en los cribados, calificando la situación como "la mayor crisis del sistema sanitario andaluz". Según los datos de la propia Junta, unas 2.000 mujeres se han visto afectadas por errores en el programa de detección de cáncer de mama, el 85% concentradas en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sin embargo, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (AMAMA) ha denunciado que la cifra podría ser mucho mayor y que "no dejan de llegar nuevos casos", además de haber detectado este martes el borrado temporal de algunas pruebas en sus historiales clínicos.

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