El detenido por el triple asesinato de Morata de Tajuña (Madrid) admite que asesinó a los hermanos

Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se han hallado los cuerpos de tres hermanos de avanzada edad con signos de violencia este jueves, en Morata de Tajuña (Comunidad de Madrid).

Agentes pertenecientes al Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Madrid, en el marco de la Operación Calvario, han detenido a una persona por su posible relación con el triple homicidio descubierto el pasado jueves en el municipio madrileño de Morata de Tajuña, ha informado este lunes la Comandancia de Madrid, según informa Europa Press.

El detenido es Dilawar Hussain F.C., pakistaní de 43 años, apodado El Negro de Morata, se presentó de forma voluntaria esta medianoche el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey, reconociendo su participación en los hechos relacionados con la muerte a golpes de tres hermanos de avanzada edad hallados en el interior de una vivienda de Morata de Tajuña. La identidad de este hombre coincide con la del principal sospechoso que manejaban los agentes del Grupo de Homicidios, puesto que existen antecedentes de graves lesiones con un martillo a una de las víctimas el pasado año. 

En estos momentos se encuentra detenido en el Acuartelamiento de Rivas Vaciamadrid, donde prestará de nuevo declaración. El arrestado vivió varios meses con las víctimas, que le habían alquilado una habitación en la casa para sacar un dinero extra, según contó el alcalde de la localidad, Francisco Villalaín.

El ahora detenido supuestamente abofeteó a una de las hermanas, ya que le había prestado 60.000 euros que no le había devuelto. En ese momento no le denunció. Pero luego en febrero volvió a agredirla, esta vez con un martillo en la cabeza, lo que le provocó importantes lesiones. El Negro de Morata fue detenido y tras un juicio condenado a prisión, de la que salió el mes de septiembre.

Ajuste de cuentas, principal hipótesis

El arrestado habría confesado que les mató por esta deuda relacionada con una estafa amorosa. Desde el entorno de los fallecidos han contado a los agentes que hace al menos un lustro las hermanas habían contactado con dos supuestos militares, con los que entablaron una relación pseudoamorosa a distancia.

Pasado un tiempo, uno de los presuntos militares les informó que el otro había fallecido y que necesitaba una importante cantidad de dinero para poder cobrar una herencia. Desde entonces, una de las fallecidas comenzó a mandar dinero a la cuenta de su novio estadounidense Edward, quien no cesaba en pedirle cada vez más cantidades con diversas excusas.

A pesar de que amigos y familiares les alertaron de que habían caído en las llamadas estafas amorosas, las hermanas insistían en que el romance era verdadero mientras se endeudaban para satisfacer las demandas del supuesto amante, llegando a pedir dinero a varios conocidos.

El hallazgo de los cuerpos

Los vecinos alertaron hace unos días al Ayuntamiento de la localidad de que llevaban un mes sin ver a los hermanos, muy conocidos en el municipio porque participaban en muchas actividades sociales y culturales. Al principio pensaban que se habían ido de vacaciones, pero como no respondían a llamadas y mensajes se alertaron.

El pasado lunes la Policía Local procedió a la confección de las diligencias judiciales iniciales, en coordinación con puesto de la Guardia Civil del puesto de la localidad. Así, iniciaron gestiones con el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey, que remitió la orden judicial de entrada en el inmueble, situado en la avenida de España número 18. Así, a las 11:30 horas de este jueves efectivos del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arganda realizaron una entrada en un domicilio, con autorización judicial, hallando los tres cadáveres. Se encontraban "parcialmente quemados, apilados y con restos de sangre", han indicado las mismas fuentes.

Agentes de la Científica y Homicidios de la Guardia Civil, que se encargan de la investigación, han recogido numerosos vestigios y pruebas en la casa y están hablando con familiares y vecinos de los difuntos. Las dos mujeres llevaban varios años jubiladas y el hermano padecía una discapacidad.

La casa en la que los hallaron era su segunda residencia. Tenían otras viviendas en España, que podrían haber vendido para satisfacer las peticiones del supuesto amante o de los deudores, algo que tendrán que examinar los investigadores.

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