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Madrid, kilómetro cero de la crisis de la vivienda: precios por las nubes y fondos buitres contra los vecinos

El diagnóstico sobre la izquierda señala la división y la manipulación mediática como sus grandes lastres

Irene Montero (Podemos), Alejandra Jacinto (Podemos), María Jesús Montero (PSOE), Yolanda Díaz (Sumar) y Alberto Garzón (IU), en la última manifestación del 1 de mayo.

"Los grupos que controlan medios no van a permitir que los fondos europeos reviertan en pensiones, salarios o servicios públicos y no en sus propias empresas. Necesitan a la derecha". Así –de crudamente– se expresa Laura Hojman, una de las 24 voces recabadas por infoLibre para obtener una panorámica sobre la izquierda, sus errores pasados, situación presente y retos futuros. Es una de las múltiples entrevistadas que apuntan a los "medios mainstream", como los llama Helena Maleno, como uno de los principales responsables del retroceso de la izquierda y el avance de la derecha. La asignación de este papel protagonista a los medios en el diagnóstico no es unánime, pero sí mayoritaria, tanto en la anterior entrega como en esta. Y también es mayoritaria, incluso más, la consideración de que el enfrentamiento en la izquierda alternativa es un fenómeno devastador. Una tercera idea concita amplio consenso: la izquierda, si Sumar cierra una candidatura unitaria sin exceso de ruido, puede reeditar gobierno.

infoLibre publica la segunda entrega de este repaso al campo progresista a través de respuestas a estas cuatro preguntas: 1) ¿Qué está fallando en la izquierda española? 2) ¿Cuáles son los factores que explican el retroceso electoral de la izquierda y el avance de la derecha? 3) ¿Es inevitable un triunfo de la derecha en las generales? 4) ¿Cuáles son las posibles vías de salida o soluciones de la izquierda a corto y largo plazo? [ver aquí el artículo anterior].

Pablo Batalla, historiador y periodista: "El mandamiento a largo plazo es crear organización"

1. Están fallando muchas cosas, pero la primera es que la guerra –y la política es una continuación de la guerra por otros medios– se gana con dinero, dinero y dinero; nosotros tenemos menos y, precisamente porque tenemos poco, su reparto puede desencadenar los espectáculos caníbales que presenciamos; una izquierda ensimismada en invocaciones a la unidad que esconde una prosaica y poco edificante pelea a cara de perro por lo que en Asturias llamamos puestinos y perres, la vida asegurada de un puesto de salida en una lista en una época de precariedad.

2. Es un fenómeno internacional que tiene que ver con el estrechamiento de los márgenes para la intervención de la política en la economía en un mundo globalizado, en el que no hay autarquía posible. La diferencia entre izquierda y derecha —no sé si era Maravall el que lo decía— al final es un 2 o 3 por ciento del presupuesto. Pero no se renuncia a un tono utópico que luego choca con una realidad en la que se conquistan cosas que parecen pequeñas en comparación con las esperanzas creadas.

No se renuncia a un tono utópico que luego choca con una realidad en la que se conquistan cosas que parecen pequeñas en comparación con las esperanzas creadas

3. Soy moderadamente optimista. El PSOE, en realidad, no se ha desgastado tanto; y otras fuerzas como EH Bildu, Más Madrid, IU, Aragón Existe o la Unión del Pueblo Leonés han obtenido buenos resultados. El Sumar unido y sólido al que, en principio, la premura de la convocatoria obliga —aunque no es totalmente descartable que, en el nivel de irresponsabilidad kamikaze en el que están algunos, la cosa no fructifique– puede obtener un buen resultado. Huesca, donde cuatro partidos de izquierda que podrían haber concurrido unidos se han quedado fuera del ayuntamiento obteniendo un 5% cada uno, muestra que el problema es menos de falta de apoyos que del ridículo que supone una izquierda convertida en una calderilla de indistinguibles personalismos. Además, está bastante estudiado que, en el resultado final de unas generales, cada vez influye más el gran debate televisado. Y ahí es de esperar que Sánchez y Díaz lo hagan bastante mejor que un Feijóo que no es, por así decir, el lápiz más afilado del estuche de la comunicación.

4. Una lección de las últimas elecciones es que, pese a todas las expectativas de triunfo de las candidaturas de la España Vaciada, las únicas que triunfaron fueron aquellas con largos años de organización y enraizamiento: Teruel Existe, Soria Ya… De la crisis del ciclo del 15-M y la nueva ola reaccionaria también salen indemnes los partidos nacionalistas de izquierda e IU, que mantiene bastantes alcaldías y poder territorial. A largo plazo, el mandamiento es crear organización, y crearla pacientemente. A corto, estaría bien ser capaces de concurrir unidos a unas elecciones.

Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política, exsenador del PSOE: "La visión ecologista no está asumida y debería ser la primera"

1-2. Durante la campaña no se se ha hecho una verdadera oferta de izquierdas, más allá de una cascada de anuncios sugestivos, pero que no eran un programa y dificultaban la visibilidad de las propuestas propias desde las comunidades y los ayuntamientos. Eso no es política de izquierda. A la izquierda del PSOE, todo han sido peleas por la cuota de poder. Ni siquiera En Comú Podem ha sabido ofrecer su modelo de ciudad como alternativa a la derecha. Y diré algo más: la falta de cultura política ciudadana provoca un auge de la emopolítica sin el cual no se entiende el respaldo a ese enorme vacío que es Ayuso. Ojo, no le echo la culpa al ciudadano, digo que somos un país con una cultura política endeble. Así que la derecha gana sin programa. Y no se valora la gestión. Para mí ha sido una sorpresa –y aclaro que soy amigo y compañero– que no se reconozca el notable alto de Ximo Puig, en cuya pérdida del Gobierno ha sido fundamental la caída de Podemos. Y aquí añado que, por sus pésimos resultados en toda España, me parece inaceptable que la dirección estatal de Podemos no haya puesto sus cargos a disposición del partido.

La ecologista es una bandera que se toma desde la peor acepción del posibilismo. Y debería ser la primera. Pero falta convicción seria, porque –y ese es el problema– los analistas dicen que no tiene gancho electoral

3-4. Veo difícil la recuperación de la izquierda. Desafortunadamente, creo que Sumar se va a cerrar mal. ¿Es posible darle la vuelta a la situación? Sí. Pero el 23J no se puede plantear sólo con el 'que viene Vox'. Hace falta una propuesta seria. Y algo más: en toda la izquierda, salvo excepciones como la parte de UP de Juantxo López de Uralde, la visión ecologista no está asumida. Es una bandera que se toma desde la peor acepción del posibilismo. Y debería ser la primera. Pero falta convicción seria, porque –y ese es el problema– los analistas dicen que no tiene gancho electoral. Lo que yo creo que es que la izquierda debe explicar que esto es una prioridad, y que no basta la retórica.

Laura Hojman, cineasta: "Es momento de ser valiente"

1. Es un fenómeno complejo. Podríamos examinar las consecuencias del desplazamiento de las humanidades en la educación, de la infravaloración de la cultura en la sociedad, y en definitiva de elementos que favorecen la eliminación del pensamiento crítico en favor de las pasiones. Además, la izquierda ha perdido capacidad de conectar y emocionar. Las luchas internas, los egos y los personalismos acaban con un hartazgo en los votantes. Pero no podemos eludir que existe una ola conservadora en todo el mundo.

2. Por supuesto, la izquierda tiene que hacer autocrítica. Pero para mí hay algo clave: la derecha ha ganado con un relato visceral contra el que es difícil luchar con ideas. Los medios controlados por el poder económico han machacado un relato que ha calado en la sociedad. Mientras los datos económicos muestran el buen rumbo del país, la gente tiene la percepción de que está al borde del apocalipsis, de que ETA está en el Gobierno, de que los okupas nos van a robar las casas... En un momento de recuperación, con apoyo de fondos europeos, los grandes grupos empresariales, los mismos que controlan estos medios, no van a permitir que estos reviertan en pensiones, salarios o servicios públicos y no en sus propias empresas. Necesitan a la derecha. Y creo que esto hay que explicarlo, que hay que esforzarse en desmontar el relato. Es el momento de ser valiente.

Mientras los datos económicos muestran el buen rumbo del país, la gente tiene la percepción de que está al borde del apocalipsis, de que ETA está en el Gobierno, de que los okupas nos van a robar las casas...

3. No. Es muy difícil, pero creo que la izquierda puede volver a conectar. Y tiene que buscar los espacios para hacerlo.

4. Un gran error del Gobierno ha sido descuidar la comunicación. No basta con aprobar buenas leyes, también hay que contarlo, la gente tiene que entender cómo estas medidas afectan a su vida. La política no puede ser un concepto abstracto, tiene que bajar a los ejemplos. Veo a mucha gente de clase obrera votando en contra de sus propios intereses porque han comprado el discurso vacío del populismo. Por otra parte, como ciudadanos, está en nuestra mano apoyar a medios independientes. Si pudiera pedirle algo a los partidos de izquierda sería más escucha. Ojalá entendiéramos el debate como una forma sana de construir y no como una guerra. Pero esto ahora es hilar fino. Ahora creo que la izquierda tiene que hacer un ejercicio de responsabilidad, de unión y de trabajo duro.

Sergio Pascual, ingeniero, exdirigente de Podemos: "Es necesario dibujar horizontes de futuro"

1. Hay un creciente grupo de votantes, entre el 30% y el 40%, que se informa por los medios de masas y las cadenas de whatsapp y toma la decisión en el último momento, que es el más susceptible de ser estimulado por impactos emocionales y marcos de campaña. En España el marco del 28M ha favorecido la activación de estos sectores en la derecha y la desactivación en la izquierda. Ese grupo es receptivo a los grandes relatos, los grandes horizontes y causas. Y la derecha los tiene. El trumpismo, ante la debacle del relato neoliberal, ha desplegado un relato neofascista excluyente y retrógrado, pero un relato, con un horizonte claro, con un nosotros y un ellos, con unas tareas de época, con su nación única, grande y libre. La izquierda no tiene ese gran relato. ¿Cuál es el proyecto de la izquierda? No sabemos si queremos ser federales o confederales o la autodeterminación. Sin el marco activador de campaña ni grandes relatos, nos quedamos sin acceso a ese sector de la población que es cada día más importante.

2. El 28M ha tenido un altísimo impacto institucional, pero en votos no es tan brutal. El PP saca casi los mismos votos que PP y Cs hace cuatro años. El PSOE pierde, pero no se desangra. Donde sí ha habido movimientos tectónicos es en los extremos. Vox ha crecido desde 2019 y ha habido una desactivación en la izquierda. ¿Por qué? Por los marcos, no sólo en la campaña, con Bildu y ETA, sino durante meses: okupas, ley trans, sí es sí... Son campañas sedimentadas en los sectores más enrabietados.

La urgencia impuesta por el adelanto hace que a la izquierda del PSOE pueda haber un proyecto común encabezado por una candidata, Yolanda Díaz, más capaz de desactivar el discurso de la derecha extrema

3. En absoluto. No hay más que hacer la traslación en votos. La urgencia impuesta por el adelanto hace que a la izquierda del PSOE pueda haber un proyecto común encabezado por una candidata, Yolanda Díaz, más capaz de desactivar el discurso de la derecha extrema.

4. A la izquierda del PSOE necesitamos una fuerza estable, una confederación de sensibilidades que entienda que no todos somos iguales, pero sí compatibles. Y es necesario dibujar horizontes para llegar a sectores que se activan emocionalmente. Es una tarea que se echó a la espalda Sumar, pero le ha faltado tiempo.

Helena Maleno, especialista en migraciones: "Debemos discutir sobre justicia social y derechos humanos"

1. Hay un vuelco sobre debates absurdos y agrios, que no captan el pulso de la calle. Está también todo eso de creerse valedores de la moral, más puros, más de izquierdas. Ese no es el marco en el que debemos discutir: la justicia social y los derechos humanos.

2. Hay un hastío de toda esa pelea cultural en torno a valores morales, algo que no afecta a la gente en sus barrios. La propaganda es más fácil desde el enfrentamiento y el enconamiento. La derecha moviliza mejor desde la rabia que lo que se moviliza desde lo positivo. Respecto a los medios mainstream, hay un electorado que consume programas como El Hormiguero o El programa de Ana Rosa, que están en permanente campaña.

Durante la pasada legislatura se sacrificaron las fronteras porque no dan votos

3. Quiero creer que no, porque la derecha apuesta por destruir el acceso a derechos. Se puede evitar si la izquierda hace una propuesta transversal y movilizadora, que piense en las personas migrantes, en los barrios. Ya perdimos muchos procesos movilizadores. En los 80 el PSOE se dedicó a frenar lo construido en los barrios y asociaciones de vecinos. El 15M también se ha ido desmovilizando. Tengo la esperanza de que en estas elecciones se pueda seguir construyendo movilización.

4. Si se ganan las elecciones, hay que cambiar el enfoque en las instituciones, explicar en lo que se está trabajando, homologar los discursos con la realidad, hacer políticas de defensa de los derechos humanos y justicia social, centrarse allí donde más falta hace, aunque no sean lugares que te vayan a dar el voto. Hay que bajar donde estén los problemas. Durante la pasada legislatura se sacrificaron las fronteras porque no dan votos. A largo plazo sacrificar a una parte de las sociedad es un error.

Francisco Sierra, catedrático de Teoría de la Comunicación: "La fragmentación lleva al modelo italiano"

1. No creo que haya un factor extraordinario en la izquierda española, salvo su dificultad para alcanzar a los sectores populares. Porque la izquierda real en este país, como en el siglo XIX, ha sido de sectores de clase media, ilustrados. Desde el 'vivan las cadenas', no ha avanzado significativamente en su espectro de representación.

2. La ley electoral está diseñada para favorecer los intereses del voto conservador. El poder mediático no sólo está concentrado en un duopolio; desde el espectro ideológico, es monopolístico con clara orientación conservadora, lo que afecta a los marcos cognitivos. La gestión del covid y la guerra de este Gobierno han sido positivos, pero la percepción es la contraria en buena medida por unos medios hiperconcentrados y que atentan contra la buena praxis periodística. La fragmentación de la izquierda va camino del modelo italiano, donde existía el Partido Comunista más importante de Europa occidental y hoy hay una miríada de partidos casi de base local.

La fragmentación de la izquierda va camino del modelo italiano, donde existía el Partido Comunista más importante de Europa occidental y hoy hay una miríada de partidos casi de base local

3. La traslación de votos a las generales no se traduce en un gobierno de la derechas. Si hay una buena gestión en Sumar, con una candidatura negociada y unitaria, y el sector de Pablo Iglesias entra en razón, el resultado puede ser sorprendente. No creo que vaya a haber un vuelco como todos han interpretado de forma muy mediatizada por GAD3 y por una cobertura mediática tóxica.

4. Hay que unir desde la pluralidad un proyecto estable y de futuro. El marketing político lleva a liderazgos de usar y tirar y a marcas de quita y pon. Tenemos por delante cambios estructurales como la inteligencia artificial y la revolución digital, hay unas nuevas generaciones con sensibilidad política distinta. Debemos reflexionar para construir una alternativa. Valoro de forma positiva los resultados del Gobierno de coalición, pero hay que intentar pensar a medio y largo plazo y volver a las calles y a los barrios.

Paco Morote, portavoz de la PAH: "Ver 'La vida de Brian' antes de cada reunión"

1 y 4. A la socialdemocracia tradicional, el PSOE, le falta despojarse del neoliberalismo de Felipe González o Blair para volver a ser la fuerza que construyó los Estados del bienestar. La izquierda denominada 'radical', pero que no es otra que la socialdemocracia de la que hablaba, necesita ver, antes de cada reunión, La vida de Brian para comprender que el enemigo no es el Frente Judaico Popular, sino los romanos. Ambas izquierdas deben ir poniendo conjuntamente en marcha medidas que vayan mejorando la vida de la gente. Si pueden formar gobierno tras el 23J, será el momento óptimo. La izquierda social tenemos que seguir siendo incorregibles, sin conformarnos con lo posible, pero con mensajes que no puedan confundirse con los de la extrema derecha.

De ambas izquierdas es reprochable la insuficiencia de algunas de sus medidas estrella como la ley de vivienda, que además con el vuelco autonómico quedará inaplicable

2. El PSOE ha asumido el marco de las derechas de campaña en clave nacional y no ha sido capaz de enfrentarla con los programas y gestión municipal y autonómica. Por parte de la otra izquierda, la desunión ha penalizado. De ambas izquierdas es reprochable la insuficiencia de algunas de sus medidas estrella como la ley de vivienda, que además con el vuelco autonómico quedará inaplicable.

3. Si entendemos 'victoria' como la capacidad de formar gobierno no sólo no es imposible, sino que parece alcanzable con unidad a la izquierda del PSOE.

Carlos Berzosa, exrector de la Complutense: "La política se sigue como el fútbol"

1. La política se sigue como el fútbol, con más corazón que razón. Falta conciencia de clase. Vivimos en una sociedad con mucho ruido, en la que la derecha ha encontrado un filón con las noticias falsas. Eso oscurece las cosas positivas que ha hecho el Gobierno en materia económica y social o en Cataluña. En los medios y las redes hay una brutalidad que reduce la capacidad de pensar.

2. ¿Por qué la izquierda no se une? Porque buscan espacios propios para colocar gente y conseguir dinero, con lo que los partidos pierden la visión de conjunto. Después del 15M Podemos tuvo la virtud de recoger las quejas sociales, pero eso lo han perdido de vista. A veces se confunde al militante con el votante. La izquierda debe centrarse en los problemas de los trabajadores. Esto es compatible con otras preocupaciones, pero hay que centrarse en la desigualdad. Eso aparte de que su seña de identidad sea también defender los derechos de las minorías. Ha habido errores claros como criticar a empresarios concretos o hacer cundir la idea de que se pretende acabar con la enseñanza concertada. En cuanto al PSOE, a veces es demasiado cauteloso.

Si vemos la derrota como inevitable, estamos perdidos. Hay que ser constructivo en temas como el cambio climático, la desigualdad, la progresividad... Centrarse en sumar y hacerlo seriamente.

3. Si vemos la derrota como inevitable, estamos perdidos. Hay que saber superarse cuando todo está en contra, como el Real Madrid el año pasado, con aquellas remontadas... Pongo el símil futbolístico porque en el tiempo que queda hasta las elecciones hay que hacer valer todo lo conseguido.

4. La izquierda tiene que saber dónde está el enemigo. El enemigo no es el PSOE, sino una política que precariza el trabajo. Hay que ser constructivo en temas como el cambio climático, la desigualdad, la progresividad... Centrarse en sumar y hacerlo seriamente.

Mercedes de Pablos, escritora: "Acuerdos, acuerdos, acuerdos"

1. Estamos ante el colapso de las administraciones para responder a problemas tanto inmediatos como complejos. El libro de Sara Mesa Silencio administrativo muestra la imposibilidad de acceso a ayudas de quienes más lo necesitan. Hay también una crisis de relato. La película La fractura refleja una verdad incómoda: los chalecos amarillos favorecieron a Le Pen, pero tenían parte de razón. Una izquierda culta y liberal se convierte en enemiga de quienes, desesperados, la ven como parte del problema. Hay que tener en cuenta fenómenos como el lawfare. E incluso cambios radicales –en genética, por ejemplo– que pillan a los movimientos progresistas sin respuestas claras.

2. Ha habido más interés en marcar diferencias que en hacer gala de las medidas positivas. También ha habido un cierto abandono de reivindicaciones como el federalismo, la reforma constitucional para favorecer los derechos sociales, el cambio de ley electoral, el Senado y su inoperatividad, el modelo de educación y radiotelevisión pública o incluso la despenalización de las drogas. Es un olvido de señas identitarias.

No hay que legislar todo, porque hay ámbitos que no se cambian con una ley. ¿Era necesaria la 'ley del si es sí' o hubiera bastado una modificación del Código Penal y una gran campaña de pedagogía?

3. Espero que no. En cualquier caso más vale perder con tus propuestas que ganar con las de otros. Recuerdo el caso del PSP ante la crisis de 2008. El primer ministro portugués convocó elecciones por no compartir las imposiciones de Bruselas, perdió pero mantuvo un partido coherente que le permitió a Costa recuperar la confianza. ¿De verdad que puede más 'que te vote Txapote' que el salario mínimo o la subida de las pensiones?

4. Hace falta unidad en lo esencial. Y tener un discurso de izquierdas desacomplejado: el alcalde del PP de Málaga ha dicho que prefiere a Bildu en la política que apoyando el terrorismo... Hay personas que desde la izquierda no se han atrevido a tanto. Y acuerdos, acuerdos, acuerdos. Hablar de lo concreto. Y no pretender legislar todo, porque hay ámbitos que no se cambian con una ley. ¿Era necesaria la ley del si es sí o hubiera bastado una modificación del Código Penal y una gran campaña de pedagogía?

Berna León, director de Future Policy Lab: "Aún hay partido"

1-2. El factor fundamental del retroceso responde a un cambio de ciclo, que se ve en hechos como el aparente agotamiento del Gobierno de coalición –pese a la popularidad de políticas como la Ley de Vivienda, la reforma laboral, la subida del SMI o el IMV—, la descomposición de los partidos que emanaron del 15M, el apoyo de Vox entre los más jóvenes, el fin de la hegemonía del feminismo... En cuanto a los factores en las municipales y autonómicas, creo que hay tres que son clave: la decisión de Podemos de concurrir en solitario, que ha hecho que no lleguen al mínimo del 5% en ciudades y comunidades clave, el éxito de la derecha de plantear estas elecciones en clave nacional –algo que el PSOE ha comprado– y la altísima movilización de la derecha.

Si el PP y Vox se quedan a más de una docena de diputados de la mayoría absoluta, es improbable que logren la investidura

3-4. La inesperada convocatoria demuestra que la izquierda no anda falta ni de ideas ni de apetito por dar la batalla. Si el PP y Vox se quedan a más de una docena de diputados de la mayoría absoluta, es improbable que logren la investidura. Sin embargo, esta remontada requiere que los partidos a la izquierda del PSOE se pongan de acuerdo. Hasta ahora Podemos ha priorizado sobrevivir como organización, pero los resultados del domingo puede que sirvan para avisar de que por separado no resulta obvio salvar la marca. Que nadie dude que aún hay partido.

Remedios Malvárez, cineasta: "Hace falta una reacción social"

1. Hay una ola de populismo internacional, que en España presenta riesgos extra porque somos una democracia joven, con la herencia de la dictadura. Eso lo sufre la izquierda. Además, los poderes fácticos tienen una influencia exagerada, desmesurada, y se valen de los medios para poner y quitar gobiernos. Acabamos de ver una campaña triste, instalada en el populismo más trumpista, que arrastra o paraliza a mucha gente. Y la izquierda no ha sabido hacerse oír.

2. Ha faltado, sobre todo en parte de la nueva izquierda, madurez. No es necesario exteriorizar todas las dudas, contradicciones y conflictos. El PP eso lo tiene bien resuelto. ¡Imagina que en la izquierda pasa lo que ocurrió con Pablo Casado! ¡No levantaría cabeza en años! Y sin embargo el PP se rearmó. Me parece alucinante. Mientras tanto, las fuerzas progresistas tienen problemas hasta para explicar medidas que objetivamente han dado buenos resultados. La campaña de la sinrazón y el miedo ha dejado sin ayuntamiento a magníficos candidatos como Antonio Muñoz en Sevilla.

Hace falta una reacción social. Una exigencia. ¿Cómo puede Ayuso permitirse no hablar de las residencias de ancianos o de las mascarillas de su hermano? Se beneficia de una indigencia cultural brutal

3. Lo evitable o inevitable se verá. El problema no está sólo en las próximas elecciones. Tenemos un problema más profundo. Social, cultural. De cierta indigencia cultural, diría. De valores. Se normaliza un discurso que niega la legitimidad del Gobierno, lo cual es gravísimo en una democracia, y ante eso la izquierda sigue desencantada, dormida, aceptando las cosas como vienen. Cuando ves cómo Ayuso en el debate sobre el cambio climático habla de poner macetas en los balcones, te das cuenta de que da por hecha una incultura social alarmante, una sociedad que acepta sin rechistar.

4. Hace falta una reacción social. Una exigencia. ¿Cómo puede Ayuso permitirse no hablar de las residencias de ancianos o de las mascarillas de su hermano? Se beneficia de una indigencia cultural brutal. ¿Cómo puede la alcaldesa de Marbella sacar mayoría absoluta? Hay que reaccionar. La cultura, la primera. Deberíamos estar ahí, manifestándonos. Pero nos falta ilusión, nos falta memoria, nos faltan lazos y la sociedad sigue dormida, aceptando la falacia como verdad. Solo espero que despertemos a tiempo.

Ana López Navajas, educadora en igualdad

1. La reorganización de la derecha trae estos resultados. La desaparición de Cs es una pena. Perder la opción liberal para sustituirla por Vox es perder mucho. La necesidad de Vox para la gobernabilidad hace que todo atraviese líneas que no debieran ser atravesadas en igualdad, xenofobia, derechos básicos... La izquierda no veo que lo haga especialmente mal, ni en el Gobierno central, ni en las comunidades. Se preocupa por temas que incumben a la ciudadanía: trabajo, educación pública, sanidad, derechos sociales, impulso económico, preservación de negocios... Lo que ocurre es que la fractura de partidos –junto a la desaparición de Cs– se hace notar.

La izquierda tras la decepción: más de 20 voces reflexionan sobre sus fallos, retos y opciones el 23J

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2. No creo que la izquierda haya retrocedido significativamente pero sí que la derecha se ha aglutinado y ha hecho que ese voto sea más contundente. El Gobierno central ha mantenido bien las disensiones entre los dos socios de gobierno y ha sabido avanzar en muchos ámbitos –la reforma laboral, los ERE para sobrellevar el covid–, pero ha habido hechos como la ley del sí es sí o la ley trans que se han hecho notar en el voto. El tratamiento por parte de la prensa de la gestión del Gobierno, muchas veces buscando hurgar en las disensiones, partiendo de suposiciones y favoreciendo el enconamiento, más que la información de interés, es otro factor. Por su parte, la izquierda tiene tendencia a hacer de las disensiones un enfrentamiento.

El Gobierno ha mantenido bien las disensiones entre los dos socios de gobierno y ha sabido avanzar en muchos ámbitos, pero ha habido hechos como la ley del sí es sí o la ley trans que se han hecho notar en el voto

3. Es muy probable que gane la derecha, pero no es en absoluto inevitable. No ha habido tanto retroceso de la izquierda y el golpe de efecto que han supuesto las elecciones y la impresión de un triunfo tan grande de la derecha animan a valorar lo que queremos votar y los servicios que queremos tener.

4. La iniciativa de Yolanda Díaz de agrupar todas las izquierdas me parece buena vía porque puede englobar a diferentes grupos que mantendrían su identidad y porque va acompañada de una forma de hacer política razonada, tranquila, muy sujeta a datos, cifras y realidades, muy eficiente, respetuosa y considerada. Eso es una novedad y se percibe, incluso por personas que no participan de su ideología, como un avance.

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