Caso Villarejo

El director del 'forensic' encargado por el BBVA desvela que no se incluyó nada sobre el espionaje al grupo Sacyr y Miguel Sebastián

La Vela, edificio BBVA en Madrid

La versión oficial del BBVA, que ha hecho bandera de su "colaboración plena" con la justicia en el caso donde se investigan los contratos privados por los que durante 14 años el comisario Villarejo espió a políticos, empresarios y periodistas, ha sufrido este jueves otro golpe. Y este, severo.

En su declaración judicial como testigo, Javier López Andreo, jefe del equipo de PwC encargado del forensicforensic, la investigación interna del BBVA que implicaba el examen de miles de documentos, ha asegurado que en ningún momento se ha incluido nada relativo al espionaje al que en 2004 y 2005 fueron sometidos, entre otros, el político socialista Miguel Sebastián, el entonces presidente del grupo inmobiliario Sacyr, Luis del Rivero, y quien en aquel momento ocupaba la vicepresidencia de la CNMV, Carlos Arenillas.

Los tres formaban parte de lo que los papeles de Villarejo llamaban "Grupo Hostil". Con el objetivo de impedir el desembarco de Sacyr en el accionariado del banco, el policía y los suyos los siguieron, vigilaron, tuvieron bajo control telefónico y buscaron puntos débiles para destruir su reputación. Para impedir, en suma, el desembarco de Sacyr en el accionariado. Pero nada de aquello fue objeto de informes o análisis dentro del forensic, ha dicho López Andreo. Y no lo fue porque Pricewaterhousecoopers (PwC) solo examinó los documentos que le pidió Garrigues. Es decir, el bufete que defiende en esta causa al banco, imputado como persona jurídica desde julio por los supuestos delitos de cohecho, revelación de secretos y corrupción en los negocios.

Fuentes jurídicas consultadas por este periódico indicaron que López Andreo afirmó que la consultora planteó que la llamada Operación Trampa, la lanzada contra el "Grupo Hostil" fuese objeto de una línea de investigación interna pero que su propuesta topó con la negativa de Garrigues.  El testigo llegó más lejos durante su comparecencia ante el juez. Tanto que puso cifras al trabajo que PwC logró realizar: solo el 10% de lo que propuso porque al resto Garrigues dijo no.

Antes de publicar la información, infoLibre contactó pasadas las tres y media de la tarde con el departamento de comunicación de Garrigues por si sus responsables desearan matizar, corregir o desmentir a López Andreo. La respuesta llegó casi cinco horas después y fue casi idéntica a la que minutos antes había ofrecido el BBVA. Con un solo añadido: según Garrigues, el bufete "nunca dejó fuera del forensic la línea de investigación de Sacyr, que de hecho se investigó".

A raíz de esa respuesta, este periódico preguntó de nuevo a sus portavoces. Esta vez para saber si, en contra de lo que sostuvo Javier López Andreo en su declaración de la mañana, existe algún informe dentro del forensic sobre el espionaje sufrido por el llamado "Grupo Hostil". O sea, un informe que confirme que la Operación Trampa sí se incluyó en la investigación interna del banco y desmienta el testimonio de López Andreo. Garrigues respondió ahora así: "Hay peticiones de investigación a PwC sobre Sacyr", es decir, "sobre el llamado “Grupo Hostil". 

El resto de los argumentos esgrimidos por el bufete coincidieron al milímetro con los difundidos también a última hora de la tarde por el BBVA. El banco señaló que, al inicio de la investigación, PwC ofreció a los abogados de la entidad "un mapa de calor con todas las líneas de investigación que proponían realizar y que suponía la revisión de un total de 2,3 millones de hits (ítems)". Según las estimaciones proporcionadas por PwC al banco, esta revisión tardaría en realizarse dos años. "En este contexto y ante la necesidad de dar respuesta a los requerimientos judiciales, los abogados de la defensa [Garrigues & Uría] proporcionaron a la firma forensic unos criterios de priorización que maximizaban la posibilidad de obtener información relevante para el caso. Esto suponía dar prioridad en la revisión a unos 205.000 hits". 

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En ningún momento se descartó, se subrayó desde el BBVA, la revisión del resto del material. "De hecho, la investigación sigue en curso –se explicitó–, es más se han añadido líneas adicionales como consecuencia de peticiones del propio juez instructor, lo que avala el rigor del procedimiento seguido que es verificable". Y destacó el banco: "En un ejercicio de transparencia, BBVA ha liberado a PwC del secreto profesional para que pudieran prestar declaración en el día de hoy".

Con la exfiscal Helena Prieto al frente, Garrigues dirige desde el primer momento la investigación interna anunciada en enero de 2019 por la segunda entidad financiera del país con el objetivo declarado de averiguar qué ocurrió con los contratos con Villarejo. La serie iniciada en 2004 por su espionaje al "Grupo Hostil", también llamado GH en algunos de los papeles incautados al policía, se prolongó hasta diciembre de 2017. La empresa con que Villarejo articuló su vínculo de proveedor con el BBVA, Cenyt SL, cobró su última factura en diciembre de 2017, un mes después de que José Manuel Villarejo hubiese ingresado en prisión como sospechoso de graves delitos de corrupción y extorsión.

En total, Cenyt SL cobró del BBVA 10,28 millones. Más de la mitad, 5,3 millones, se correspondían con contratos que oficialmente perseguían la recuperación de bienes ocultos por grandes morosos de la entidad. Pero, según el banco que entonces y hasta enero de 2019 presidió Francisco González, FG, también imputado, nada de lo que hizo Villarejo le sirvió para recuperar ni un solo euro.

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