Entrevista | Fernando Prieto, director del Observatorio de Sostenibilidad
“Las empresas que más carbono emiten, como Endesa o Repsol, gastan más en parecer 'verdes”
El balance anual del Observatorio de la Sostenibilidad sobre la situación de España en relación con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que se presenta este martes 27 de junio, no es positivo. Fernando Prieto, director del Observatorio y doctor en Ecología, asegura que “las empresas que han optado por modernizarse, están apostando por la reducción de emisiones, como Amazon o Google. Es algo que todas van a tener que hacer tarde o temprano”. Pero las empresas “que más carbono emiten, como Endesa o Repsol, son las que intentan dar una imagen más verde”, denuncia.
El Observatorio de Sostenibilidad era originalmente una organización financiada por el Ministerio de Medio Ambiente, pero el Gobierno de Mariano Rajoy cortó lo fondos en 2012. Su director reconoce que entonces sus informes estaban muy influenciados por la Administración. Desde entonces han seguido elaborando los estudios por su cuenta y ahora se sienten orgullosos de elaborar lo que consideran sigue siendo “el único informe independiente, sin partidos políticos ni intereses creados”, afirma su director.
Según Prieto, las fuentes de sus informes no son sólo las oficiales, sino que “intentamos extraer datos de los mejores lugares posibles: universidades, sociedad civil, etc.”
“Con las políticas aplicadas en los últimos 25 años no se ha intentado que España baje sus emisiones de carbono”, explica Prieto, hasta el punto de que nuestro país se ha convertido en el miembro de la Unión Europea que más aumentó sus emisiones en valores absolutos desde 1990 hasta 2014.
La causa, asegura el responsable del Observatorio, hay que buscarla en el mercado de los derechos de emisiones de carbono, que se ha convertido en un “fracaso”, según el director del Observatorio. “Cuando se creó el mercado, se dio a las empresas muchísimos derechos de emisión por miedo a una quiebra. Las empresas luego vieron que les sobraban y empezaron a venderlos. Así, había tantos derechos de emisión y tan baratos, que nadie tuvo que hacer la transición energética”, lamenta Prieto.
Además, hace hincapié, “España no puede ser competitiva con el precio de la electricidad. Tenemos la electricidad más cara de Europa porque los precios los manejan unos oligopolios. Y es que la legislación no tiene sentido; no podemos ser competitivos mientras el precio sea regulado”.
Otro de los puntos negros, señala Fernando Prieto, es la gestión de residuos en nuestro país , que sigue siendo “muy deficiente”, así como el reciclaje: “Se sigue practicando la incineración de residuos. Y es que no tiene sentido que te preocupe que el aire de Madrid sea malo y luego quemes residuos. Al final el aire es el mismo”.
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Carlos Alfonso, director de Proyectos del Observatorio de Sostenibilidad y geógrafo de formación, explica que lo que más le ha sorprendido del informe este año es que “había varios indicadores en los que pensábamos que podíamos mejorar, pero no ha sido así. Por ejemplo: se está creando empleo, pero el que se crea es muy precario. En el Índice de Justicia Social España ocupa el puesto 25º entre los 28 países en la Unión Europea”. Este indicador, elaborado por la fundación alemana Bertelsmann Stiftung, se crea a partir de seis indicadores: prevención de la pobreza, educación equitativa, acceso al mercado laboral, cohesión social y no discriminación, salud y justicia intergeneracional.
“En general se valora mucho la subida del PIB, pero la distribución de la riqueza es pésima, con unos valores muy negativos en los coeficientes de Gini y Palma”, explica Alfonso. El coeficiente de Gini mide la desigualdad con un número entre 0 y 1, donde el 0 significa que todas las personas tienen los mismos ingresos y el 1 que una persona acapara todos los ingresos. El índice de Palma es el ratio de la renta nacional que posee el 10% más rico frente al 40% más pobre.
Alfonso se muestra pesimista con la recuperación económica: “Algunos países de la UE subían el gasto público durante la crisis, mientras que aquí no. Hemos perdido las subidas previstas y hemos reducido también. Vamos a tardar bastante en recuperar los niveles previos a la crisis; quizá no los recuperemos nunca en algunos casos”.