Contaminación

España emitió 325 millones de toneladas de CO2 en 2014, el mayor aumento en seis años

Imagen de la nube de contaminación en Madrid.

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Las emisiones de gas de efecto invernadero superaron en 2014 los 325 millones de toneladas de CO2, según informó el Gobierno español a la Comisión Europea. Esta cifra supone un aumento de 3,5 millones de toneladas respecto al año anterior, de modo que 2014 se convierte en el primer año de aumento desde que en 2008 descendieran como consecuencia de la crisis económica. Este dato "refleja la inacción de las administraciones públicas a la hora de poner en marcha políticas de lucha contra el calentamiento global", denunció Ecologistas en Acción en un comunicado.

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Las emisiones del Estado español en el periodo 1990-2014 se incrementaron en un 12%, siendo el país europeo que más aumentó sus emisiones en valores absolutos (34,8 millones de toneladas). "Los datos son también la demostración palpable de que las políticas contrarias a las energías renovables llevadas a cabo por nuestro país producen un resultado tangible de retroceso en la lucha climática. Estos datos son un aval nefasto para el Gobierno español de cara a la COP21 de París", señala la organización.

El incremento de emisiones responde a un conjunto de factores, entre los que se encuentra el incremento en las emisiones generadas por los resituos, que asciende a un millón de toneladas. Ascendió asimismo el consumo de carburantes (2% diesel y 1% gasolina), debido al descenso en el precio del petróleo, y un 17% las emisiones del sector cementero. Por su parte, la actividad industrial "aumentó ligeramente", del mismo modo que lo hicieron las emisiones debidas al sector ganadero (2% fermentación entérica y un 5% debido al manejo de estiércoles). 

La organización ecologista lamenta que "la ausencia de una política efectiva de los diversos gobiernos (PSOE y PP) en la lucha contra el cambio climático es más que evidente", y resalta que "algo estamos haciendo mal o muy mal cuando no conseguimos reducir las emisiones". Advierte además de la necesidad de "abordar un cambio radical en el modelo actual de producción y de consumo, que consiga domeñar las emisiones contaminantes y alcanzar la justicia social y ambiental".

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