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La estrategia de Ciudadanos: “Da igual que el barco se llame PP o PSOE si nosotros llevamos el timón”

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, junto a líderes autonómicos del partido.

"Si ellos llevan el barco pero nosotros dirigimos el timón no hay ningún problema. Me da igual que el barco se llame PP o PSOE". La frase es de Ignacio Aguado, el candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, pero resume la estrategia de la formación, expresada por varios cabezas de lista autonómicos consultados por infoLibre, en relación a la posibilidad de facilitar que conservadores o socialistas puedan formar gobiernos en minoría tras los comicios del 24-M.

El caso de Andalucía, donde todo apunta a que el partido de Albert Rivera se abstendrá en la segunda votación de investidura de Susana Díaz, ha puesto el foco en Ciudadanos y sus movimientos cuando hablen las urnas toda vez que las encuestas sitúan a esta formación en posiciones determinantes para garantizar la gobernabilidad en varias autonomías. Sobre la mesa está la incógnita de si el apoyo a Díaz supone la certificación de que Ciudadanos apoyará a la lista más votada en el resto de autonomías en las que tenga "llave" de gobierno y las consecuencias que esta postura puede tener especialmente en Madrid y la Comunitat Valenciana, dos de los territorios más asolados por la corrupción y en los que la formación puede ser decisiva para consolidar mandatos del PP si se cumple lo que marcan los sondeos. Además, hay que tener en cuenta que tras las municipales y autonómicas están las generales del próximo otoño. 

Albert Rivera ha repetido en más de una ocasión que no descarta facilitar la investidura de la lista más votada. Por ejemplo, en una rueda de prensa el pasado marzo, señaló que se hará "con condiciones". Pero esta afirmación sí supone en la práctica la confirmación de que Ciudadanos facilitará los gobiernos de PP y PSOE de forma indistinta siempre que accedan a aceptar determinados compromisos. 

La sensación, no obstante, es que sí puede resultar más sencillo explicar a los ciudadanos el apoyo a investiduras en comunidades con Ejecutivos menos contaminados por la lacra de la corrupción y en los que ha habido más alternancia política, que hacerlo en Madrid o Valencia, donde los candidatos asumen que habría que hacer una labor pedagógica "más profunda". Aunque admite que la ciudadanía no está acostumbrada a ver partidos que pactan por programas, el candidato en Madrid, Ignacio Aguado, que insiste en que sale a ganar, no cierra la puerta a facilitar una hipotética investidura del PP en la Comunidad en el caso probable de que Ciudadanos no sea primera fuerza.

Decálogo anticorrupción

"Si Cifuentes [la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid] es la más votada y es capaz de comprometerse a cumplir nuestro decálogo contra la corrupción que, entre otras medidas, contempla separar de todo cargo público a los imputados por corrupción o la responsabilidad patrimonial subsidiaria de los partidos en caso de corrupción de sus cargos públicos pues sería una buena victoria. Eso es algo que nadie ha conseguido en democracia. Si desde la oposición podemos marcar la agenda, pues perfecto", señala. Según un sondeo publicado por El País este sábado, en Madrid el PP pierde la mitad de los diputados que logró en 2011 y, aunque tendría la mayoría en el Parlamento autonómico, necesitaría el respaldo de Ciudadanos. 

En Valencia, fuentes de la dirección de Ciudadanos consultadas por este periódico, reiteran que su voluntad es sentarse a negociar "con todos". "Hablar no compromete a nadie, pero no daremos cheques en blanco a la lista más votada sólo por el hecho de serlo. Ahora hay mucha incertidumbre y eso es algo que se verá cuando se pronuncien los ciudadanos en las urnas", deslizan. La realidad es que según una encuesta de El País publicada hace dos semanas, Ciudadanos entraría en Les Corts Valencianes con 17 escaños. Según este sondeo, el PP perdería la mitad de los votos y vería reducidos sus diputados de 55 a 28 sin opciones a que Alberto Fabra pueda gobernar con holgura, ni siquiera con una alianza con Ciudadanos.

Pablo Simón, politólogo experto en temas electorales y miembro del colectivo Politikon, considera que sí puede resultar más "problemático" para Ciudadanos explicar apoyos al PP en comunidades como Madrid o Valencia por la incidencia que en estas autonomías han tenido los casos de corrupción. "Tendrán que pelear mucho para que se visibilice que realmente han logrado arrancar [a los conservadores] compromisos reales que provocan cambios también reales. También puede que les cueste explicar pactos incongruentes como apoyar al PP en una autonomía y al PSOE en otra. Eso es algo nuevo en España y la ciudadanía no está acostumbrada a verlos", analiza. 

El "hito" de Andalucía 

No obstante, los candidatos autonómicos consultados coinciden en calificar de "hito" o "logro" el compromiso arrancado a Díaz de firmarun pacto anticorrupción y una batería de medidas de lucha contra el desempleo. "Estamos aquí para cambiar las reglas del juego del escenario político y ya hemos logrado que dos personas que están imputadas hayan aceptado dejar sus cargos", dice en referencia a los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, el candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Ángel Ligero. "Lo que hemos dicho siempre es que también desde la oposición podemos llegar a que otros partidos consensúen con nosotros propuestas sea cual sea su color político", señala Susana Gaspar, candidata de C's en Aragón. 

Ciudadanos ve posible un acuerdo para abstenerse en la segunda votación de investidura de Díaz

Sin embargo, en el PP no han tardado en sacar toda su artillería contra Ciudadanos a propósito de este hipotético acuerdo con el PSOE. Este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió a los de Rivera "transparencia" con sus votantes y que dejen claro "en qué posición están". El PP también distribuyó a sus cargos un documento interno en el que se contrapone "la estabilidad del PP y las ocurrencias y experimentos de Ciudadanos" o el "socialismo versus el centro reformismo" y se recuerda que Albert Rivera sigue siendo afiliado a UGT, el sindicato afín al PSOE, como desveló infoLibre.

En Ciudadanos aseguran que no preocupan estos ataques. "Somos conscientes de que el PP va a comenzar una línea de ataque clásico contra nosotros, pero estamos por encima de eso. No vamos a entrar en ese barro. Hay partidos que no están acostumbrados a dialogar y como no se sienten cómodos se dedican a hacer manifestaciones en este sentido", señala Ángel Ligero, el cabeza de lista castellano-manchego. "En el PP nos acusan de estar a la izquierda y en la izquierda de ser la marca blanca del PP. Eso es que estamos en el centro y que estamos haciendo las cosas bien", dicen, por su parte, en la dirección valenciana. 

Tampoco el politólogo Pablo Simón cree que apoyar la investidura de Díaz vaya a perjudicar al partido de Rivera. "Las encuestas reflejan que entre un 20 y 25% de los que ahora se declaran votantes de C's apoyaron al PSOE en 2011. Esta decisión les permite seguir creciendo por la izquierda y resta argumentos a los que sostienen que son el recambio del PP", señala. Pero, ¿qué ocurre con el exvotante del PP desilusionado al que Podemos no le parecía la solución y se acercó a Ciudadanos? ¿No les puede dar este apoyo al PSOE argumentos para volver? "No lo creo, al menos no en el corto plazo porque todavía son muy desafectos y se sienten decepcionados por la corrupción", sentencia. 

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