JUICIO DEL 'CASO GÜRTEL'
El exalcalde de Majadahonda dice que Lapuerta le pidió "echar una mano" a un empresario que "colaboraba” con el PP
El exalcalde de Majadahonda (Madrid) y responsable de las campañas del PP madrileño en 1999 y 2003, Guillermo Ortega, ha asegurado al tribunal que juzga la primera época de la trama Gürtel entre los años 1999 y 2005 que el entonces tesorero nacional del partido, Álvaro Lapuerta, le llamó para que "intentara echar una mano a las empresas Licuas y Coarsa, porque era gente que colaboraba con la casa".
La causa contra el extesorero del PP Álvaro Lapuerta fue archivada tras constatar el tribunal presidido por Ángel Hurtado que el expolítico sufría demencia sobrevenida.
Ortega hizo estas declaraciones a preguntas de su letrado, César Canora, al que ha asegurado que él no ayudó a las citadas constructoras "porque era casi imposible", ya que en las decisiones municipales participan varios funcionarios y el concejal responsable.
Sin embargo, según los informes policiales, estas dos firmas recibieron entre 2002 y 2008 del Ayuntamiento de Majadahonda contratos por un valor superior a los 43,7 millones de euros.
60.000 euros en los papelespapeles
Licuas y Coarsa pertenecen al empresario Joaquín Molpereces, cuyo apellido aparece en los conocidos papeles de Bárcenas papeles de Bárcenaso contabilidad B de la formación política como uno de los 19 donantes de la caja paralela, a la que habría aportado 60.000 euros.
Pero estas empresas también habrían donado entre 2002 y 2004, según los informes policiales, otros 185.000 euros a las empresas de Correa, que pasaron a engrosar la caja B del propio cerebro de la trama, y que sirvieron para financiar la campaña del PP (50.000 euros) para las elecciones generales de 2004.
El resto del dinero presuntamente pagado por Molpeceres a Correa, 135.000 euros, se utilizaron para los gastos personales de Guillermo Ortega, que días después de ser elegido alcalde abrió una cuenta en Suiza, según un informe de la Fiscalía Anticorrupción.
Ortega ha recalcado que su salida del Ayuntamiento de Majadahonda se debe a que el propietario de las empresas Licuas y Coarsa había advertido a Lapuerta que Ortega no le había adjudicado ningún servicio municipal, tal y como le comentó la exdiputada Carmen Rodríguez Flores en un encuentro por casualidad en un restaurante, según ha dicho.
No entregó dinero a Bárcenas
Asimismo, Ortega ha destacado que nunca le entregó ningún dinero al extesorero del PP Luis Bárcenas, mientras que ha asegurado que sí lo hizo a Álvaro Lapuerta. "Nunca he entregado al señor Bárcenas cantidad ninguna, no le conozco de ningún proyecto, ha sido un compañero de partido más", ha dicho al ser preguntado por su letrado. Ortega ha incidido en que "siempre" que ha hablado con el extesorero en Génova -sede del PP de Madrid y nacional- ha sido para tratar temas de partido a nivel regional.
"Nunca me ha llamado para recomendarme ni para decirme nada" sobre favorecer a algún empresario. "Para eso me llamaba Lapuerta", ha hecho recalcado, al tiempo que ha afirmado que a él si le entregó dinero en presencia de Bárcenas.
Además, ha destacado que le extraña que se haga referencia a Bárcenas como Luis, el cabrón -tal y como al parecer aparece en la contabilidad B de Correa- ya que "le llamábamos el alemán porque era muy cuadriculado".
Un hombre de partido
Ortega, que se ha definido en su declaración como un hombre de partido, ha dicho que las dos veces que ha dejado un cargo ha sido porque se lo ha pedido tanto la expresidenta del PP madrileño Esperanza Aguirre como el ex secretario general de la misma formación política a nivel regional Francisco Granados. "Acato órdenes de partido en todo momento", ha dicho, informa Europa Press.
Ha afirmado también que tiene "verdaderas lagunas" de cuando conoció a Correa. Aún así, dice que coincidió con él la primera vez entre 1994 y 1996 un domingo que se acerca el exalcalde a la sede regional del PP de Madrid en la calle de Génova, donde se encontró al empresario "vestido de sport", pero que sabía quién era porque organizó la campaña del expresidente del Gobierno José María Aznar para las elecciones generales de 1996.
Ortega, que ha descrito a Correa como una persona "afable pero con un sentido de humor bastante peculiar" -ha indicado que la persona que dice que el empresario cae bien desde el primer momento, "miente"-, ha continuado contando que su primer contacto profesional fue el día que le presentó un proyecto para organizar uno de los congresos regionales en el que es elegido el actual presidente del Senado, Pío García-Escudero, como presidente de los conservadores madrileños. "Me presentó una oferta que no pude rechazar", ha añadido.
En ese momento, Ortega ejercía de número tres del PP de Madrid, cuya responsabilidad -ha constatado- era de llevar la organización de campañas en la Comunidad de Madrid y por tanto tenía la capacidad de "contratar, de coordinar todos los equipos de trabajo", aunque no de revisar el presupuesto. "Tuve el honor de organizar dos campañas", ha añadido.
Le hizo "la vida imposible"
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Sobre su dimisión ha relatado que todo comenzó cuando su sucesor en la alcaldía, Narciso de Foxá, que entonces era el responsable de la empresa que gestiona el suelo municipal Patrimonio Municipal de Majadahonda, S.A. (Pammasa), le hizo la "vida imposible" a raíz de una polémica por la adquisición de un terreno para la construcción de una urbanización de lujo en la localidad madrileña. Ha apuntado que el actual alcalde majariego es "amigo" del predecesor de Ortega, Ricardo Romero de Tejada, y "amigo personal" de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre.
"A mí me hacen dimitir por el tema de las parcelas cuando yo llevaba razón", ha enfatizado y recordado que se le acusó de "corrupto" cuando no se ha presentado "ni una querella ni denuncia". En este sentido, ha ironizado que después de dejar ser alcalde le ascendieron para ser gerente del Mercado Puerta de Toledo: "A mi me dan una patada hacia arriba", ha afirmado.
Aún así, ha admitido que vio como un respiro que Aguirre y el exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados le pidiesen que dejara la alcaldía --poniendo como excusa la implantación de Oficina de Atención al Cliente (OAC), ha destacado-- porque estaba pasando por una enfermedad de corazón: "No tengo la cabeza para más ruido, no es que dimita es que me voy porque no os aguanto más, sois insoportables", ha recordado que dijo.