RESIDENCIAS
Falta de personal y ratios desorbitadas: las residencias de Madrid, al borde de la agonía
La Gran Residencia de Madrid, ubicada en el barrio de Carabanchel, totalmente pública y dependiente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), afronta el verano bajo mínimos. Así lo denuncian sus trabajadores y trabajadoras: en la actualidad, existen más de 40 plazas vacantes de todas las categorías profesionales y más de 20 bajas laborales por incapacidad sin cubrir. Es, en realidad, algo que se replica en otros tantos centros de la comunidad.
A esta situación, se unen las complejidades propias de los meses estivales, especialmente sangrantes dada la falta de diligencia por parte de la administración: "No se han contratado ni la mitad de las suplencias necesarias para las vacaciones de verano por falta de candidatos, como consecuencia de las pésimas condiciones de trabajo", denuncia el sindicato Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (Mats).
"La última oposición que se incorporó fue en 2016", relata en conversación con infoLibre Elvira García, trabajadora de la residencia. Aunque el convenio "especifica que cada cada dos años tiene que haber traslados u oposiciones, no las está habiendo". El resultado es que "se han acumulado una serie de plazas" que sólo han sido cubiertas por personal temporal. Ante esta situación, la Unión Europea ha impulsado procesos de estabilización, con el objetivo de reducir la temporalidad en el empleo.
Fuentes de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales se detienen precisamente en ese punto y explican que "la normativa europea y nacional obliga a realizar el proceso de estabilización actualmente en marcha en las residencias públicas, en el que hay que cesar obligatoriamente a todos los interinos, haya o no el trabajador fijo ocupando el puesto". La Comunidad de Madrid, continúan las mismas fuentes, "está trabajando en cubrir los puestos vacantes lo antes posible".
Pero el verano llega, la situación se hace cada vez más insostenible y los trabajadores demandan soluciones. "Sobre todo faltan técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y personal auxiliar de servicio", continúa García. Las plazas, opina la empleada, no se han cubierto debido a la alta cantidad de renuncias, producto de las malas condiciones. Es decir, los trabajadores renuncian a plazas fijas porque las condiciones no son atractivas. Es, insiste, un trabajo "muy duro y muy mal pagado", lo que explica la alta rotación de personal.
Ratios desorbitadas y problemas higiénicos
En la Comunidad de Madrid lo tienen claro: "Los usuarios están correctamente atendidos y las ratios de personal de las residencias están por encima de las legalmente establecidas". Sin embargo, no es esa la situación descrita por los trabajadores. En el turno de Elvira García, según relata la propia empleada, "se necesitan doce personas para cubrir ahora en vacaciones", pero tienen la mitad.
En ese mismo horario, las ratios de personal por residentes "son desorbitadas", hasta el punto de que existen módulos con alrededor de 58 personas "con un solo auxiliar" y hay otros módulos de "dos auxiliares para 76 mayores", además de unas "35 personas por técnico de cuidados". El problema, prevé García, se agravará en julio: en su residencia, cinco trabajadoras estarán de vacaciones, pero sólo hay tres suplencias cubiertas, "lo que hace que la ratio sea incluso mayor".
No se trata de un problema exclusivo de su residencia, sino que sucede en todos los centros de la comunidad "en mayor o menor medida", si bien son los de gran tamaño los que más lo sufren. Ahí, lamenta, los problemas se multiplican: "Las personas en la residencia que no tienen un deterioro cognitivo grave se dan cuenta de la situación, incluso se da el caso de que alguno ayuda a los auxiliares. Si hay tres duchas semanales habitualmente, ahora tienen dos. En vez de dedicarle diez minutos, les dedicas cinco. Y la condición higiénica es grave: si un comedor se solía fregar dos veces al día, ahora es sólo una".
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"En esas condiciones no se puede garantizar una atención digna ni segura para nuestros mayores. Exigimos contratación inmediata y condiciones justas para una atención de calidad", cierra el sindicato.
El pasado martes, más de un centenar de personas acudieron a la concentración convocada por el sindicato CSIF ante la sede de la Agencia Madrileña de Atención Social (Amas), también para denunciar la "situación de precariedad" que están sufriendo las residencias de mayores por la falta de contratación de personal.
En declaraciones a EFE, el responsable de políticas sociales de CSIF Madrid, Javier Prieto, explicó que la falta de cobertura de puestos "estructurales" en estos centros ronda actualmente el 35% y que, con la incorporación de nuevos profesionales derivados de los procesos selectivos de estabilización y libre, muchas plazas "están quedando desiertas". Esta situación, afirmó el representante sindical, afecta a las condiciones de trabajo, porque se incumplen los cuadrantes y las libranzas y se aplican necesidades de servicio continuas. "Hay una sobrecarga de trabajo que afecta a la calidad del servicio", denunció.