Congreso PPE
Feijóo recurre otra vez a la UE para acusar a Sánchez de mentir y culparlo del apagón: "Todo se sabrá"

La aparición de Alberto Núñez Feijóo en el congreso del Partido Popular Europeo (PPE) ni si quiera estaba confirmada horas antes de arrancar el cónclave, tras amagar durante toda la mañana con no acudir tras el apagón energético del lunes. Finalmente llegó, pero lo hizo dos horas después del comienzo —el discurso inaugural corrió a cargo de Esteban González Pons, que le sustituyó con un duro discurso— para realizar una breve intervención, en la que llegó a decir que el Gobierno de Pedro Sánchez no está contando la verdad sobre la crisis energética ante sus colegas de partido, entre los que se encontraba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán Friedrich Merz.
"Me gustaría daros respuestas, pero no puedo hacerlo porque la información no es clarificadora ni contrastada" señaló el conservador, para añadir que, al final, "todo se sabrá" y que "el Gobierno tendrá que dar explicaciones" a toda Europa. Es más, el líder del PP ha subrayado que solo conoceremos lo que realmente ha ocurrido gracias a Bruselas al afirmar que "la participación independiente de las autoridades europeas será clave para saber la verdad". Ningún líder europeo hizo seguidismo de los ataques del PP español al Ejecutivo de Sánchez.
El líder de la oposición sostuvo que lo ocurrido el lunes "no era "una anécdota de escasa relevancia", sino que tuvo "una enorme gravedad por sí sola" y que fue "crítico" por el momento en el que se produjo, "crucial para la Unión Europea y para el continente", según Feijóo, en el que no se puede "infravalorar la vulnerabilidad que ha quedado al descubierto con el reto de la defensa de la soberanía energética y de la autonomía estratégica ante todos".
La intervención de Feijoo llegó después de mantener una conversación telefónica con Sánchez este mismo martes. La llamada, según fuentes del PP, fue "cordial" aunque los conservadores incidieron en que el Ejecutivo no le trasladó información que no fuera antes "compartida a los medios de comunicación". Durante todo el día distintos miembros del PP incidieron en la falta de información e incluso fuentes de la dirección sugirieron que el Gobierno oculta los motivos de la incidencia ya que, a su juicio, "a estas alturas deberían saber" qué ha ocurrido. "Es una situación del todo anómala", remarcaban fuentes cercanas a Feijóo.
Mazón, la gran ausencia (e incomodidad) del PP
Lo cierto es que el apagón informativo acaparó las conversaciones del congreso entre los periodistas y los dirigentes del PP español, lo que deslució por completo la primera jornada del congreso del Partido Popular Europeo, que culminó con la elección del actual presidente del grupo, el alemán Manfred Weber, por un 89%de los votos. El apagón también sirvió de excusa al presidente valenciano, Carlos Mazón, para no acudir al cónclave, aunque fuentes de la Generalitat aseguraron que sí estará en la clausura del evento este miércoles.
Tampoco apareció ninguno de los presidentes autonómicos del partido, aunque inicialmente sí estaba previsto que algunos de ellos se desplazaran hasta la capital del Turia. Por el momento ningún barón del PP se ha dejado ver por València tras la dana del 29 de octubre que se cobró la vida de 227 personas y cuya gestión ha dejado al jefe del Consell cuestionado por propios y ajenos, aunque Feijóo ha evitado dejarlo caer y Vox lo ha reforzado al pactar con la Generalitat los presupuestos autonómicos, para lo que Mazón tuvo que asumir el ideario ultra.
La dirección del PP sí intentó cambiar el lugar del congreso a Madrid o alrededores, ante el temor de que la errática gestión de la crisis por parte de Mazón les pasara factura. Sí hubo algunas protestas a la entrada del evento ya que este martes se cumplen, precisamente, seis meses desde la fatídica riada. Sin embargo, Génova prefirió asumir el coste político de mantener el congreso en la capital valenciana al coste económico, ya que se tendrían que haber asumido los cargos de la cancelación, con las reservas de viaje hechas y los contratos con los proveedores firmados desde hace tiempo debido a que el congreso se anunció el pasado verano, antes de la dana.
La elección de Weber facilita los pactos de Feijóo con la ultraderecha
La elección de Weber en el Congreso es clave para el futuro del PPE. El alemán fue el candidato popular a las elecciones europeas de 2019 y debía ser el presidente de la Comisión Europea, pero no pasó el corte, ya que ni sus propios compañeros le veían ni talla política ni experiencia. No había sido ni ministro cuando los últimos presidentes de la Comisión Europea habían sido antes, al menos, jefes de Gobierno. El nombre de Weber no duró nada en la lista y el francés Emmanuel Macron, para convencer a la entonces canciller alemana Angela Merkel, se sacó de la chistera el nombre de la entonces ministra de Defensa germana Ursula Von der Leyen. Weber quedó donde estaba, de portavoz parlamentario conservador.
Su ascenso a líder de los conservadores europeos empezó a cambiar la negativa del presidente polaco, Donald Tusk, a cualquier acercamiento a la extrema derecha. Weber prefiere esos pactos antes que permitir que la izquierda gobierne. Una política que acepta para Italia, Suecia o España pero no para su Alemania natal, donde su partido mantiene un férreo cordón democrático contra la extrema derecha de AfD. Los conservadores alemanes, belgas, holandeses, luxemburgueses y daneses también rechazan esos pactos. Aunque actualmente el PPE tiene apenas el 26% de los eurodiputados, Weber sabe que puede forjar la mayoría europeísta de siempre o una con los grupos de ultraderecha.
La formación de Feijóo le ha declarado lealtad en varios momentos y Weber se lo ha correspondido, eligiendo a Dolors Montserrat como su número dos, consciente de que el PP español es un aliado clave para el futuro, especialmente si logran gobernar en los próximos años. Uno de esos favores, que le acabó costando caro y no sirvió finalmente para nada, fue a instancias de poner en jaque el funcionamiento de las instituciones de la UE. Los conservadores lograron frenar la elección de la entonces ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, como vicepresidenta de la Comisión, y no hubieran podido hacerlo sin la ayuda de Manfred Weber.
El bávaro vio una oportunidad para debilitar a su compatriota y compañera de partido Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también presente en el cónclave pero más alejada de los postulados del PP. De hecho, un dirigente del PP español bromeaba señalando que la elección de Weber ha sido "fácil" pero que si hubiera tenido que votar por la presidenta de la Comisión Europea ya "hubiera sido otra historia". La relación con la extrema derecha es solo una de las claves para entender las diferencias entre ambos, entre las que también se encuentra una lucha por el poder en la familia del PP alemán.