Partido Popular

Feijóo queda en evidencia al felicitar al PP polaco por disponerse a gobernar sin ser la lista más votada

Donald Tusk, del PP polaco, celebra el resultado electoral que le permitirá gobernar sin ser la lista más votada.

El PP suele felicitar a sus socios europeos cada vez que, después de unas elecciones, se hacen con el gobierno de sus respectivos países. Y acaba de hacerlo, a través de su portavoz, Borja Sémper. “Las encuestas nos dicen que cabe la posibilidad de un cambio impulsado por el homólogo del PP, Donald Tusk. Nos alegra y nos satisface”, proclamó Sémper.

¿Y cómo se explica, entonces, la diferencia de criterio del PP sobre lo que ocurre en Polonia y en España? En la naturaleza del gobierno, ya no en las mayorías. “En Polonia se va a formar un gobierno que quiere fortalecer la Constitución, a diferencia de lo que sucede en España, donde están en contra de la Constitución. Las diferencias son abismales, por eso nos sentimos muy contentos”, explicó Sémper. “Polonia merece, como España, un gobierno moderado y de centro”.

El resultado ha dado como ganador al PiS, el actual partido en el Gobierno, con un apoyo que según los sondeos estará por encima del 40%. A pesar de ello, esta formación ultraderechista, socia de Vox, no podrá formar gobierno si se confirman los resultados porque el PP polaco, capitaneado por el hasta hace poco presidente del PP Europeo, Donald Tusk, se convertirá en primer ministro gracias a una alianza con un partido de centro y con los socialdemócratas polacos, aunque Tusk no supere el 25% de los sufragios.

Este desenlace electoral pone en evidencia, una vez más, la defensa que Feijóo y los suyos llevan haciendo desde las elecciones generales del supuesto derecho del candidato del PP a ser elegido presidente del Gobierno por representar la lista más votada, a pesar de que no cuenta con apoyos suficientes en el Congreso. 

El PP ganó el 23J con un 33% de los votos y el PSOE alcanzó un 31,7%, apenas un punto y siete décimas menos. En Polonia, con una diferencia mucho mayor (15 puntos) el PP se dispone a formar gobierno y el partido ganador a pasar a la oposición sin que se produzca hasta el momento ninguna polémica ni dudas sobre la legitimidad del Ejecutivo.

Aceptación del resultado

El primer ministro en funciones, Mateusz Morawiecki, ya ha reconocido que “probablemente” no gobierne a pesar de haber sido el más votado. La aritmética parlamentaria deja al PiS con pocas opciones.

Tusk, que tiene en sus manos desalojar a la extrema derecha del gobierno polaco, siempre ha sido muy beligerante con los ultras. Fue él quien desautorizó al PP español cuando, con el visto bueno de Feijóo, suscribió su primer acuerdo con Vox para asegurarse el Gobierno de Castilla y León en marzo de 2022.

“Para mí ha sido una triste sorpresa. Pablo Casado era una garantía personal de mantener al Partido Popular en el centroderecha evitando este tipo de coqueteos con los radicales, con movimientos de extrema derecha como Vox”, declaró Tusk en aquel momento en el marco de una reunión a la que había acudido el propio Casado para despedirse después de ser derrocado por los barones del PP y ser sustiuido por Feijóo. La decisión de formar gobierno con Vox en Castilla y León era, en opinión del entonces máximo representante del PP en Europa, “una señal muy fuerte de que tenemos que luchar contra estos deseos de construir fuerzas políticas en apariencia fuertes, pero que a largo plazo suponen una capitulación”.

Feijóo no sólo bendijo aquel acuerdo, sino que después impulsó los que vinieron posteriormente, tras los comicios del 28-M, en Balears, Aragón, Comunitat Valenciana, Extremadura y Murcia, así como en un centenar largo de ayuntamientos. 

La teoría de Feijóo

El líder del PP lleva desde el 23J predicando que en España debe gobernar la lista más votada, aunque no tenga mayoría suficiente en el Congreso. Para él, lo que va a suceder en Polonia es en España una “anomalía democrática” y un “fraude”.

Lo cierto es que es una práctica común en Europa, donde rige la regla de las mayorías parlamentarias para garantizar gobiernos sólidos. 

Lo más habitual en nuestro continente son gobiernos liderados por los partidos más votados, especialmente si tienen mayoría absoluta. Esto es así no porque hayan contabilizado más votos que sus adversarios sino porque, por regla general, son los que están en mejor situación a la hora de armar mayorías parlamentarias suficientes. 

Eso es exactamente lo que sucede en 20 de los 27 estados miembros de la Unión Europea y también lo que ha venido pasando tradicionalmente en España.

Feijóo insiste a Sánchez en firmar un pacto para que gobierne la lista más votada

Feijóo insiste a Sánchez en firmar un pacto para que gobierne la lista más votada

Pero no ocurre, ni mucho menos, en todos los casos. En siete de los 27 países que forman parte de la UE el gobierno no lo lidera, ni lo integra siquiera, el partido más votado en sus respectivas elecciones generales. Una consecuencia directa de la aplicación del sistema parlamentario que, como en España, atribuye constitucionalmente a los parlamentos, y no a los electores, la responsabilidad indelegable de elegir a los primeros ministros.

La elección directa, que el jefe de Gobierno sea automáticamente el candidato de la lista que obtenga más votos, es lo que Feijóo intenta conseguir contradiciendo abiertamente lo dispuesto en la Constitución y que no existe en ningún país de Europa. 

Bélgica, República Checa, Suecia, Eslovaquia, Irlanda, Chipre y Luxemburgo no tienen gobiernos liderados por los partidos más votados. Ahora se sumará a la lista Polonia. Y después España, si Pedro Sánchez consigue mayoría suficiente para sacar adelante su investidura.

Más sobre este tema
stats