La lucha contra la corrupción

Guerra interna en la trama 'Gürtel' por la decisión del Poder Judicial de investigar a uno de los jueces tras la queja de un condenado

El presunto cabecilla de la trama, Francisco Correa (primera fila-d), el 'número dos' de Gürtel, Pablo Crespo (primera fila-c) y Álvaro Pérez Alonso 'El Bigotes' (primera fila-i), en el banquillo de los acusados.

La investigación abierta en julio por el Poder Judicial (CGPJ) a uno de los dos jueces que dictaron la sentencia de la pieza troncal de Gürtel, Julio de Diego, tras la queja de un condenado ha desatado una guerra interna dentro de la trama corrupta, algunos de cuyos principales integrantes buscan con el cerco al magistrado una baza para lograr la nulidad del proceso.  

La queja contra el juez fue presentada por el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega (38 años de cárcel), el pasado 26 de junio bajo el argumento de que, más de un año antes, De Diego se había dormido en varias jornadas del juicio. Ahora, Álvaro Pérez, El BigotesEl Bigotes, en prisión por otra condena derivada del mismo caso pero que resultó absuelto en la pieza principal, ha decidido movilizarse en dirección contraria

Su abogado ha pedido personarse en las diligencias abiertas a De Diego por el CGPJ y amenaza con querellas a quienes captaron "ilícitamente" las imágenes aportadas por Ortega y en las que se ve a Julio de Diego con los ojos cerrados durante unos segundos. El letrado Javier Vasallo ha pedido copia de las grabaciones oficiales, que reproducen de modo íntegro las sesiones del juicio.

Además de su personación en esas diligencias en calidad de interesado, la defensa de quien durante años fue la cara visible de Orange Market en Valencia pide algo más esta vez a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional: "Relación de los abogados asistentes al acto del juicio oral y posición [emplazamiento físico] de los mismos, para su comparación con la grabación ilícita que ha sido difundida en los medios de comunicación". ¿Para qué pide Vasallo saber dónde se sentaba cada abogado? Porque –y así lo anuncia en su escrito a la Audiencia– está estudiando "interponer querella". 

Vasallo subraya que Guillermo Ortega jamás "formuló protesta alguna" contra De Diego durante el juicio. E insinúa que las imágenes entregadas al Poder Judicial para atacar al magistrado pudieron ser captadas durante alguna de las pausas de aquel larguísimo y "tedioso" proceso. "¿Acaso se estaba celebrando plenario en esas grabaciones aportadas o nos encontrábamos en algún receso o esperando a la práctica de alguna prueba?", se pregunta.

La queja del exalcalde de Majadahonda llegó a manos del CGPJ cuando la sentencia de Gürtel ya se conocía y cuando había transcurrido más de un año de los hechos. A lo largo de los 13 meses que duró el juicio, ninguno de los 37 acusados ni sus defensas denunció en ningún momento que De Diego se hubiera dormido durante los interrogatorios o la práctica de ninguna prueba.

En agosto, el diario El Mundo publicó que otros condenados como Pablo Crespo y Luis Bárcenas podrían adherirse a la queja de Ortega. A día de hoy, el extesorero del PP no ha tomado aún ninguna decisión.

Un jurista consultado por este periódico y que representa desde el campo de la defensa intereses distintos a los de Álvaro Pérez minimiza la relevancia que para El Bigotes pudiera tener cualquier decisión del CGPJ respecto de Julio de Diego. "Incluso en la hipótesis poco probable de que una sanción disciplinaria se tradujera en la nulidad del juicio, la absolución de Álvaro Pérez sería inamovible".

Fuentes cercanas a la defensa de El Bigotes niegan la mayor: en la "improbable" hipótesis de que se produjera una nulidad, "la vista se tendría que repetir" y nada está escrito nunca de antemano diga lo que diga la jurisprudencia.

Y esa vista –agregan– se repetiría "por hechos que son irrelevantes en cuanto a la fundamentación, motivación y fallo de una sentencia que tiene 1682 folios". Para Álvaro Pérez, sostiene la fuente, esta absolución "tiene un alcance y un valor importantísimo de cara a otras piezas y a su situación penitenciaria y no va a correr ningún riesgo, sobre todo porque lo únicoque busca esta denuncia es preconstituir una prueba de cara a una casación con el fin de buscar un motivo de vulneración de derechos fundamentales"

Una cadena de tribulaciones para los dos firmantes de la sentencia

La investigación del CGPJ a Julio de Diego se encuentra en fase preliminar. Una vez concluidas las diligencias informativas, el denominado Promotor de la Acción Disciplinaria del órgano de gobierno de los jueces debe proponer el cierre de las actuaciones o, por el contrario, la apertura de un expediente sancionador.

El papel de este magistrado resultó esencial en la vista de la pieza troncal de Gürtel y en la posterior sentencia. Sumado al del magistrado José Ricardo de Prada, fue su voto el que deshizo el empate planteado cuando el tribunal hubo de dirimir si Mariano Rajoy debía comparecer como testigo.

Los dos dejaron de nuevo en minoría al presidente de la sala y ponente original de la sentencia durante la redacción de la sentencia. El conservador Ángel Hurtado se quedó solo en su negativa a condenar al PP a efectos civiles –en ningún caso penales– como beneficiario económico de la trama corrupta o partícipe a título lucrativo. Esa condena se sustenta, precisamente, en los gastos electorales que la red de Francisco Correa financió en dos ayuntamientos gobernados por el PP, uno de ellos Majadahonda durante la etapa de Guillermo Ortega.

Cuando el exalcalde de Majadahonda presentó su queja el 26 de junio, Julio de Diego reaccionó dos días más tarde con un escrito en el que negaba de plano las acusaciones y pedía amparo al Poder Judicial.  "Esta vez me ha tocado a mí y qué raro e incongruente que se presente la queja un año después", escribió De Diego tras leer en el digital okdiario que Ortega había presentado una queja contra él sustentada en la referida acusación.

"Es absolutamente falso que me durmiera en las dos o tres sesiones del juicio Gürtel apuntadas en la queja", recalcó el juez en su escrito inicial. En otro posterior, De Diego recalcó qué pretende en su opinión Guillermo Ortega, en prisión por riesgo de fuga y en espera de que el Supremo resuelva los recursos contra la sentencia: "injuriarle con la intención de socavar su independencia judicial".

El 2 de julio, el CGPJ abrió diligencias contra el magistrado. Y una semana después, el 10 de julio, la comisión permanente del CGPJ le denegó su amparo.

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A las vicisitudes de Julio de Diego se añaden las de José Ricardo de Prada, el otro magistrado que firmó la sentencia de la pieza troncal de Gürtel, que certifica la existencia de la caja B del PP. El jueves, y enarbolando argumentos de índole administrativa, la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Junta Electoral de la judicatura, ambos órganos bajo control absoluto del sector conservador, tumbaron el intento de De Prada de aspirar a una vocalía de ese mismo Consejo.

A comienzos de junio, el Poder Judicial ya había descartado emitir un pronunciamiento público en su favor después de que el entonces portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, le acusara de estar "en sintonía con el mundo proetarra".

 

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