La irrupción de la extrema derecha

El PP no logra cerrar las diferencias entre sus dirigentes sobre la relación con Vox

El líder del PP, Pablo Casado, en un desayuno informativo.

El debate sobre cómo debe ser la relación del Partido Popular con Vox sigue abierto en la formación liderada por Pablo Casado dos semanas después de que el líder de los conservadores clausurase en Madrid la convención nacional ideada para el "rearme ideológico"

En los últimos días han sido varios los episodios que muestran que el líder del PP no logra cerrar las diferencias puertas adentro del partido sobre cómo debe ser la relación con la formación de ultraderecha que ha sido clave para que Juanma Moreno gobierne en Andalucía. Las principales tensiones tienen como contexto la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 26 de mayo.

No todos los dirigentes comparten que el modelo andaluz sea exportable, mientras en la dirección nacional del partido ponen el foco en que el pacto en esta comunidad autónoma puede ser la base para el PP recupere parte del poder autonómico y local perdido en los comicios de 2015.

Navarra y el País Vasco son dos de los territorios donde en los últimos días se han agudizado las tensiones, con enfrentamientos entre dirigentes. Uno de los protagonistas ha sido Juan Carlos Cano, portavoz del PP en las Juntas Generales de Gipuzkoa. En una entrevista concedida a Noticias de Gipuzcoa, preguntado sobre si compartía el pacto andaluz del PP con Vox, además de responder que "no" sostuvo que él no tiene "nada" que le una a Vox. "Aunque en uno o dos temas de gestión pueda coincidir, como puedo coincidir con EH Bildu. A mí no se me caen las prendas de votar conjuntamente con ellos y nadie pensaría que PP y EH Bildu estaríamos haciendo una pinza. Con Vox, igual", añadió.

"Llueve sobre mojado con estas críticas. A nadie se le escapa que un importante sector del PP vasco con su líder, Alfonso Alonso, a la cabeza, apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado en el congreso", subraya un dirigente nacional en conversación con infoLibre. 

Más alineada con Pablo Casado, la presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán, se quejaba en su cuenta de Twitter de que Cano hubiese puesto al mismo nivel a Vox y a Bildu."Basta ya"

"Basta ya"

"Basta ya de hablar de Bildu como un partido más. Te recuerdo que siguen amparando los asesinatos, secuestros y extorsiones de ETA. Con determinadas declaraciones se hace un daño irreparable", escribió Beltrán este miércoles en su perfil de la red social Twitter.

 

Beltrán no sólo se refería a Cano en su mensaje, también al candidato de los conservadores al Ayuntamiento de San Sebastián, Borja Sémper. El también portavoz del PP en el Parlamento vasco había concendido una entravista a el diario El País en la que aseguraba que "si el populismo reaccionario" acaba "arrastrando" a los partidos "a las trincheras", él no "pinta nada" en política. "No me sentiré útil. En el barro siempre gana el populista. La búsqueda del entendimiento es la que nos hace progresar", añadió en una entrevista en la que también sostuvo que el PP está "a una distancia sideral" del partido liderado por Santiago Abascal

 

"Ya está hecho el pacto de Andalucía y el PP está liderando la iniciativa en cuestiones como la ocupación de viviendas o la búsqueda de soluciones al conflicto del taxi. Es hora de que dejemos de hablar de Vox y hablemos más de lo que hacemos nosotros", subraya un diputado. Otras fuentes, sin embargo, destacan que el discurso de Sémper "ha sido siempre el mismo" y que en él no pueden encontrarse ni "retos" a la dirección nacional ni "deslealtad".

Este mismo jueves, en declaraciones a EsRadio, la líder de los conservadores de Navarra continuó con advertencias a sus compañeros de partido. "Con algunos comentarios hay que tener mucha responsabilidad y prudencia. No podemos hacer ciertas declaraciones como si Bidu fuera un partido más. Hay que tener mucho cuidado en comparar unos partidos con otros", dijo.

 

Otro de los focos de tensión está en la Comunidad Valenciana, donde el PP que lidera Isabel Bonig votó el miércoles a favor de una proposición de ley "para reforzar y seguir poniendo en valor las medidas en el Pacto Valenciano contra la Violencia de Género rubricado por todas las fuerzas políticas el 18 de septiembre de 2017". Otro de los puntos del documento refleja que los firmantes –Ciudadanos no votó pese a haber plasmado su firma en un primer momento–, "rechazan la adopción de cualquier tipo de acuerdo, explícito o implícito, con formaciones que plantean la supresión o reducción de las medidas de protección de la mujer". En ningún momento se cita a Vox. Pero la iniciativa fue firmada el 8 de enero de 2019, cuando el partido de extrema derecha amenzaba con bloquear el cambio en Andalucía si, entre otras cuestiones, no se derogaban leyes en materia de violencia de género. El PP valenciano hablará "con todos los partidos"

El PP valenciano hablará "con todos los partidos"

"Esto ha provocado que se diga que el PP de la Comunidad Valenciana está a favor de aislar a Vox o que jamás negociará con Vox. Pero, si lees la proposición de ley no se cita a ningún partido", comenta un dirigente regional que considera que los partidos de izquierda quisieron tender una "trampa" al PP con esta iniciativa y que el PP no ha caído porque al PP "nadie" le da lecciones en materia de violencia de género

Desde el PP regional defienden que la "sintonía" entre el equipo que lidera Isabel Bonig y Pablo Casado es "total" y que el voto a favor de la la proposición de ley no supone ninguna crítica ni ninguna diferencia entre Valencia y Génova. Trascurrido el 26M, el PP de la Comunidad Valenciana se sentará a "hablar" con todas aquellas formaciones que, como ocurrió en Andalucía, puedan articular un cambio. ¿Hay líneas rojas? "Sí", responden tajantemente, "La Constitución", precisan. "Defendemos lo mismo que defiende el PP nacional", resumen. "Defenderemos todas aquellas iniciativas que sean buenas para los valencianos. Y no hemos dudado nunca a la hora de ofrecer pactos a Ximo Puig –el presidente autonómico— si la materia que hay en juego mejora la vida de los ciudadanos", zanjan.

Feijóo, Vox y el nacionalismo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, es visto en el PP como uno de los posibles contrapesos a Casado si el 26M los resultados electorales no son buenos para el PP. El jefe de los conservadores gallegos, uno de los pocos dirigentes del partido que se ha atrevido, en público, a calificar a Vox de partido de ultraderecha, pantó cara este jueves a Abascal negando que la formación que lidera sea "nacionalista". "Con todo el respeto, eso no lo cree ni él", respondió en la rueda de prensa posterior al Ejecutivo regional.

 

Feijóo respondía a un tuit de Abascal en el que señalaba que cargaba contra el PP gallego, balear, vasco y catalán. "En Galicia, no cuela", dijo sobre el discurso del líder de Vox."A lo mejor le puede dar algún voto fuera", señaló.

El titular de la Xunta se mostró "sorprendido" de que Vox, "que pide respeto a sus militantes, no respete a la mayoría de los gallegos". "Si la mayoría de los gallegos, la mayoría absoluta que votó al Partido Popular, descubren que son nacionalistas, comprenderán (ustedes) que los gallegos se sentirán bastante poco respetados", dijo, según informa Europa Press.

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Feijóo definió al PPdeG como un "partido reformista" que "cree profundamente en Galicia dentro de España", frente a partidos nacionalistas "que sacan un porcentaje de votos respetable, pero minoritario". "No podemos llegar a la conclusión de que la mayoría de los gallegos no saben lo que votan, salvo el señor Abascal. Y como la mayoría de los gallegos seguro que tiene la razón, Santiago Abascal seguramente esté equivocado", esgrimió.

En el contexto del tuit de Abascal está el hecho de que la Xunta reclama para Galicia varias competencias como la gestión de la AP-9, algo para lo que el PP de Feijóo ha llegado a apoyar iniciativas del BNG en esta línea en el Parlamento gallego.

"Hay que entender la posición de cada cual. Feijóo puede permitirse distanciarse tanto de Vox porque seguramente no les vaya a necesitar tras las elecciones. Pero no en todos los territorios estamos tan fuertes", analiza un dirigente regional.

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