Caso Bárcenas

El PP recupera la estrategia de Trillo para hacer frente al ‘caso Bárcenas’

No hay día de los últimos meses en el que el Partido Popular no se haya despertado sobresaltado con un nuevo escándalo vinculado a los casos Gürtel o Bárcenas o con avances judiciales o revelaciones sobre los mismos. No hay acto de partido que no se vea empañado por estos escándalos. Ni rueda de prensa en la que no se exijan explicaciones sobre la actuación del extesorero del PP u otros implicados que tienen o han tenido relación con el partido. 

La situación preocupa –y mucho– puertas adentro del PP, donde no ocultan que en ocasiones la estrategia de defensa no ha sido la adecuada y que se han cometido algunos errores a la hora de explicar la relación de la formación conservadora con los imputados. También inquieta el hecho de que cada vez más voces de la propia formación insten a la dirección a dar un golpe sobre la mesa y a "hacer limpieza caiga quien caiga”.

En medio de este escenario, “incontrolable”, según define un diputado, la dirección nacional del partido ha desempolvado la teoría de la “causa general” contra el PP. Lo hizo Carlos Floriano el lunes en una rueda de prensa convocada en la sede del PP y lo repitió el martes en una entrevista concedida a la cadena COPE. No es una tesis nueva. Ya fue empleada cuando estalló el caso Gürtel en febrero de 2009, cuando el 'cerebro' de la estrategia judicial de la formación que preside Mariano Rajoy era Federico Trillo. Hoy embajador en Londres, el exministro de Aznar era por aquellas fechas responsable de Justicia y Libertades Públicas del PP. 

Floriano, vicesecretario general de organización y electoral, lamentó ante los micrófonos de la citada emisora la "indefensión" que vive su partido. "Parece que el proceso no toca a su fin y sólo cabe pensar que se esté haciendo con la intención de perjudicar gravemente al Partido Popular [...] La contabilidad del PP se manda sin ningún problema y está a disposición de la Justicia desde el primer momento para que se analice, busque si hay algo y, si no hay nada, que el asunto se cierre". A su juicio, "esto suena a causa general con el único ánimo de perjudicar al Partido Popular.

Se trata de unas declaraciones prácticamente calcadas, en la forma y en el fondo, a otras de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de febrero de 2009, cuando estalló el caso Gürtel: "Se ha presentado el caso que nos ocupa como una especie de causa general contra el PP y nos ha preocupado mucho”. La número dos de Rajoy también criticó por estas fechas las filtraciones a los medios de comunicación, algo que tampoco pasó por alto el responsable de organización del PP. “El deber de custodia es obligado y, sin embargo, nos estamos encontrando con informaciones en medios de comunicación con el ánimo de dilatar este procedimiento sine die”, añadió ayer Floriano.

No obstante, el vicesecretario no llegó a ir tan lejos como el propio Trillo en febrero de 2009 cuando definió el caso Gürtel como "una trama contra el partido, urdida y puesta en marcha por el juez Garzón, el ministro de Justicia y el jefe de la Comisaría General de Policía Judicial, con la colaboración especial del fiscal general del Estado". A estas declaraciones vendrían otras después en la misma línea con acusaciones de espionaje a cargos del PP como Cospedal, Francisco Granados, Francisco Camps o el propio exministro de los gobiernos de José María Aznar una estrategia que tuvo como momento destacado una entrevista que la secretaria general del PP concedió a efe durante sus vacaciones de verano de 2009 en Marbella.

En esta entrevista, la secretaria general del PP, consideró que España vivía "en un Estado policial" y culpaba al Gobierno del PSOE de haber ordenado espiar a los dirigentes del PP.

"Esto con Trillo no pasaría..."

La recuperación de esta estrategia se produce en un momento en el que los más veteranos del PP lamentan que en los últimos meses haya faltado un perfil de peso en el partido encargado de articular una estrategia de defensa interna y coordinada que hiciera frente a los avances judiciales de la Gürtel y del caso Bárcenas, pieza separada el primero de estos escándalos. "Esto con Trillo en Génova no pasaba", se lamenta una de estas voces. Forman parte del mismo sector del partido que echa en cara al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, no haber realizado cambios en el equipo judicial que investiga estos escándalos de corrupción. No pasa por alto que ahora, a diferencia del periodo 2009-2011, gobiernan los conservadores.

Fuentes del PP consultadas por infoLibre, sostienen que entre la cúpula está muy instalado el malestar por el hecho de que las cuentas y los sueldos de los dirigentes y trabajadores del partido hayan visto la luz. "No se ha hecho un ejercicio de transparencia tan grande en la historia de la democracia, todos los datos y sueldos del partido son públicos. Los demás, en vez de criticar, podrían tomar ejemplo", considera un dirigente.

El PP lleva meses presionando para que el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, haga públicas sus declaraciones de la renta como ya hizo Rajoy el pasado febrero, cuando se publicaron los papeles de Bárcenas. 

Según ha publicado este diario, el ahora embajador en Gran Bretaña percibió del PP 187.686 euros entre los años 2006 y 2011.

Crespo, también se abona a la causa general

Pablo Crespo, imputado en el caso Gürtel y número dos de la trama de Francisco Correa, concedió el pasado sábado una entrevista al diario El Mundo en la que también se abonaba a la tesis de la "causa general".

Crespo dice sentirse víctima de una "injusticia" no sólo por el "desarrollo completo de la causa judicial", sino por "el haber pasado tres años en prisión provisional por razones políticas". Además, se mostró convencido de que "lo que es ahora una causa judicial se inició en los despachos de las más altas instancias del Ministerio del Interior [de Rodríguez Zapatero]". Y sostuvo que "en un Estado de Derecho no se mete a la gente en la cárcel por razones políticas".

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