Rajoy vende en China la recuperación que niegan los datos en España

"Hoy puedo decirles que España ha recuperado la trayectoria que había venido siguiendo en las últimas décadas y se afianza como un actor de gran relevancia en la esfera internacional. Somos el país de la eurozona que mayor crecimiento ha experimentado en el segundo trimestre del año. El déficit público está corrigiéndose, lo que nos ha permitido cumplir rigurosamente los dos últimos años con la senda de ajuste de la UE, y este año volveremos a cumplir. Tenemos un superávit exterior por primera vez desde 1998. Mes a mes, los precios y los costes revelan que estamos ganando competitividad. Y estamos creando empleo por primera vez en seis años". Es un fragmento de la intervención, este jueves, del presidente del Gobierno en el encuentro empresarial España-China celebrado en Shanghai. Mariano Rajoy acudió a esta cita cargado de buenos datos sobre la economía española. Y con un mensaje fuerza: "España es un país con un gran futuro en el que vale la pena invertir". Su optimismo contrasta con los mensajes que a miles de kilómetros de Shanghai, en España, vienen lanzándose en los últimos días. 

Sólo un día antes de que el presidente del Gobierno ofreciera este discurso, el Banco de España lanzaba un jarro de agua fría a las previsiones del Gobierno. En su boletín interno del mes de septiembre, el organismo afirma que la información más reciente referida el tercer trimestre muestra un "comportamiento algo menos expansivo de la demanda privada" y del consumo interno.

En el caso del consumo de las familias, señala que los indicadores de opinión de hogares y comerciantes minoristas se situaron en el promedio de julio y agosto en un nivel inferior al del segundo trimestre, al tiempo que, entre los indicadores cuantitativos, las matriculaciones de automóviles particulares prolongaron la trayectoria de desaceleración interanual de los meses anteriores.

La desaceleración también se constata en la información relativa a la inversión en bienes de equipo, que muestra una "cierta moderación" de la tendencia "fuertemente expansiva" de los últimos trimestres, mientras que los indicadores más recientes referidos a la inversión en construcción apuntan también a una "posible ralentización" del crecimiento en el tercer trimestre del año, tras la favorable evolución en el segundo, según el Banco de España.

De la herencia recibida a contexto europeo

A estos datos del organismo regulador hay que sumar, además, las palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, del pasado fin de semana en la reunión del G20 celebrada en la ciudad australiana de Cairns. Según el titular de esta cartera, la economía española no es inmune a la desaceleración de la eurozona, que a su parecer ha tenido un impacto tanto en los flujos comerciales como en las expectativas. "El principal riesgo que afronta España es lo que puede ocurrir en el entorno europeo", aseguró el ministro según informó El Economista con información de la Agencia Efe.

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La advertencia se producía después de que Eurostat certificase el parón de las principales economías de la zona euro y a pocos días de que el ministerio revise el cuadro macroeconómico, base para la elaboración de los presupuestos de 2015.

Este análisis del titular de Economía resta presión al Gobierno al responsabilizar del posible nuevo parón en la economía española al entorno como antes se responsabilizó de la profundidad de la crisis a la herencia recibida en 2011.

"La economía española no es absolutamente inmune a lo que ocurre en Europa", dijo De Guindos al término de una reunión de dos días de los ministros de Economía y presidentes de los bancos centrales del G20, preparatoria para la cumbre de líderes en noviembre en la ciudad de Brisbane.