El rey Felipe IV intervino este miércoles en la asamblea general de la ONU para reclamar la paz inmediata en Gaza, donde ya han muerto más de 60.000 personas por la ofensiva israelí. El esperado discurso del monarca, que sigue a una oleada de críticas de líderes europeos hacia la matanza de palestinos, se ha centrado en pedir una solución pacífica basada en dos estados con una retórica dura. Sin embargo, evitó hablar de "genocidio", una palabra que divide a la política española.
"No podemos guardar silencio ante la devastación y los bombardeos, ante las muertes de la población civil, la hambruna y el desplazamiento de cientos de miles de personas. ¿Con qué destino? Son actos aberrantes que están en las antípodas de este foro que repugnan a la conciencia humana y avergüenzan a la comunidad internacional", comenzó el monarca.
"Nos duele tanto y nos cuesta tanto entender lo que el Gobierno israelí está haciendo en la franja de Gaza. Por eso clamamos y exigimos que detengan ya esta masacre. No más muertes en nombre de un pueblo tan sabio, que tanto ha sufrido en la historia. Seamos claros, condenamos el terrorismo de Hamás y la matanza del 7 de octubre y reconocemos el derecho de Israel a defenderse, pero con la misma firmeza debe aplicarse sin reservas el derecho humanitario en toda Gaza y Cisjordania", añadió Felipe VI.
Además, el monarca realizó una cerrada defensa de la labor de Naciones Unidas, a las que calificó de "imprescindibles, insustituibles" frente a quienes la critican por ineficacia.
En su intervención, ha reconocido que no faltan voces que preconizan el fin del multilateralismo y la obsolescencia e ineficacia de la ONU.
Frente a estas, entre ellas las del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien no se ha referido explícitamente, el monarca garantizó que las Naciones Unidas no sólo siguen siendo útiles, sino que son "imprescindibles, insustituibles".
En cuanto a la migración, el rey abogó por sociedades plurales y abiertas, en las que participen todos los ciudadanos. Ante ello, reconoció la preocupación por la erosión de las democracias y la desafección que existe hacia valores esenciales para la convivencia democrática.
En estos tiempos, que calificó de confusos y que dijo que ponen a prueba la capacidad de diálogo, es cuando consideró que más fieles hay que permanecer a esos valores.
Fue en ese contexto en el que Felipe VI subrayó que la inmigración gestionada de forma adecuada es un vector de desarrollo mutuo para las sociedades de origen, tránsito y destino. En consecuencia, apeló a que los derechos humanos de los migrantes sean la referencia principal para la comunidad internacional. Por ello dijo que España apoya con convicción plena la aplicación del Pacto Mundial Migratorio y el Pacto Mundial de Refugiados.
Felipe VI elogia el "pacto histórico" sobre Gibraltar
Igualmente, elogió el "pacto histórico" sobre Gibraltar alcanzado por España, el Reino Unido y la Unión Europea, a la vez que hizo un repaso de la política exterior de España con otras regiones y países del mundo con los que tiene especial relación.
Así, se refirió a Marruecos para destacar la cooperación existente entre los dos países y el nuevo impulso a la relación bilateral que aseguró que se ha dado en beneficio de ambos pueblos.
En el caso del Sáhara Occidental, garantizó que España seguirá apoyando al enviado personal del secretario general de Naciones Unidas para alcanzar una solución aceptable y acorde con las normas y el marco de Naciones Unidas.
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Fue a renglón seguido cuando aludió al acuerdo político logrado el pasado 11 de junio sobre Gibraltar entre el Reino Unido, la UE y España. "Un pacto histórico, respetuoso con la posición de mi país con respecto de la soberanía y jurisdicción sobre Gibraltar, y que aportará -dijo- confianza, seguridad jurídica y estabilidad a las vidas de la población del Campo de Gibraltar y del propio Gibraltar".
Respecto a América Latina y el Caribe explicó que conforman una comunidad de países hermanos, "parte insustituible de una identidad afianzada por un patrimonio, la lengua española, que comparten 600 millones de hablantes en todo el mundo".
Además, garantizó que España seguirá apoyando la acción de la Unión Europea en la región y destacó la importancia de la cumbre UE-CELC que se celebrará el próximo mes de noviembre en Santa Marta (Colombia).
El rey Felipe IV intervino este miércoles en la asamblea general de la ONU para reclamar la paz inmediata en Gaza, donde ya han muerto más de 60.000 personas por la ofensiva israelí. El esperado discurso del monarca, que sigue a una oleada de críticas de líderes europeos hacia la matanza de palestinos, se ha centrado en pedir una solución pacífica basada en dos estados con una retórica dura. Sin embargo, evitó hablar de "genocidio", una palabra que divide a la política española.