El rey tendrá que ser reoperado en dos meses de la cadera izquierda

Tras dos horas y cuarenta minutos de intervención con anestesia general, a las 23.30 horas del martes, la Zarzuela remitía a los periodistas un escueto mensaje: concluía "con éxito" la operación de la cadera izquierda del rey. Pero había que esperar a la tardía rueda de prensa para saber qué había pasado en quirófano. Pero faltaba por saber qué había pasado en la sala de operaciones. 

La respuesta llegó al cabo de casi tres cuartos de hora, a las 0.10. En síntesis: al monarca se le colocó una prótesis temporal recubierta de antibióticos, lo que obligará a Juan Carlos a regresar al hospital al menos dentro de ocho semanas para que se le implante la ortopedia definitiva. Era la fórmula en dos tiempos, la más larga, pero la que a juicio de los médicos era la "más indicada". En total, sumando las dos entradas al hospital y las recuperaciones posteriores, el jefe del Estado no estará plenamente restablecido hasta dentro de 14 semanas, tres meses y medio. 

Miguel Cabanela, el cirujano gallego venido de la clínica Mayo de Rochester (EEUU), capitaneó la breve comparecencia –12 minutos– ante los medios de comunicación que aguardaban en el hospital privado Quirón Madrid, en Pozuelo de Alarcón. A su derecha, su colaborador en el centro de Minnesota, el estadounidense Robert Trousdale, y el director de Comunicación de la Casa del Rey, Javier Ayuso. A su izquierda, Ángel Villamor, el traumatólogo que le intervino en la cadera izquierda en noviembre de 2012. "Afortunadamente todo ha sido bueno para nosotros, para el rey y para el país", prologó el doctor.

El médico relató que los gérmenes "de distinta clase" causantes de la infección en el tejido periprotésico eran dos –el staphylococcus hominis (cultivado en la aspiración de hace una semana) y el propione bacterium–, "no enormemente virulentos", pero como la infección "mostraba una enorme cantidad de células, parecía indicado hacer la reconstrucción en dos tiempos". Esta noche se le extrajo la ortopedia implantada en 2012, que como estaba "bien fija", se pudo hacer causando el "mínimo trauma", tanto en el tejido de la copa –parte alta de la pelvis– como en el fémur, por lo que la prótesis provisional estará "muy estable". En dos sentidos, estable para la movilidad de la cadera y estable en la fijación de los dos lados de la prótesis al hueso. La consecuencia, siguió, es que gozará de un "mayor confort" y de un "cierto grado de autonomía". "Esperemos que se lo tome con calma", aconsejó.

En las seis primeras semanas, Juan Carlos recibirá antibióticos por vía intravenosa. Aún no se conoce cuáles, porque todo dependerá de la "sensibilidad" de los gérmenes, y estos en principio no parecen ser "resistentes" a los antibióticos "potentes" que se utilizan en estos casos. Luego seguirá un periodo de 15 días de "vacaciones" de medicación y después, si todos los test de laboratorio son "normales", llegará la segunda intervención en quirófano, que revestirá un riesgo "mucho menor". Esta será, pues, "como mínimo", dentro de ocho semanas. 

Rueda de prensa sobre la operación de Don Juan Carlos

El médico también dio algunos pormenores de la recuperación, a preguntas de los periodistas. Permanecerá ingresado en el centro privado "entre cuatro y siete días, aunque no tiene demasiada importancia que esté cuatro, seis, ocho o nueve días". El hecho de que haya sido posible extraerle el implante sin abrirle el fémur hace que, en el periodo entre las dos intervenciones, pueda tener una "vida activa" mayor. Es decir, podrá retomar su agenda, aunque de forma "limitada". "No me gustaría que se fuera a Talavera de la Reina, y digo Talavera de la Reina como diría Vitigudino de Abajo. No creo que sea lo mejor para su recuperación que se vaya a una inauguración pasando tres o cuatro horas en el coche. Pero una vida en palacio, con audiencias... Yo no sé exactamente qué hace un rey", bromeó, entre las risas de los periodistas.

Esa aclaración, por sí misma, ya descartaba que el monarca pudiera acudir a la Cumbre Iberoamericana de Panamá, los días 18 y 19 de octubre. Se le preguntó si no obstante podría asistir a la otra gran cita anual de Juan Carlos, el desfile militar del 12-O, fiesta nacional. "Eso es un contundente no. Significa que tendría que estar de pie, imagino que en una posición firme durante un periodo largo de tiempo... Al menos eso es lo que he visto en la tele –dijo con sorna–. O sea que no, eso yo creo que no es admisible". 

Distinto es el timing del postoperatoriotiming . "Si tiene humor", se puede levantar de la cama este miércoles, para luego poder caminar "con un andador o con dos muletas". El médico le pondrá ejercicios de brazos y piernas, sesiones en la piscina, convenientes para este tipo de intervenciones, pero "no una rehabilitación agresiva". Caminar con normalidad, sin el apoyo de muletas, no será posible hasta "seis semanas después" de la segunda intervención, especificó. Así que el cómputo total de la baja asciende a tres meses y medio. 

Cabanela desveló que antes de la operación de este martes se habían practicado tres biopsias, y las tres mostraban "evidencia de exudado inflatamatorio", lo que ya hacía ver que iba a ser necesaria una intervención en dos tiempos. Una gran inflamación, según había adelantado el viernes, hacía más complicado resolver el problema de una vez. Lo que se sigue desconociendo es la causa de la infección. "Especular no es científico", dijo lacónico. 

Un espontáneo desnudo a la puerta del QuirónEl rey Juan Carlos había llegado a la clínica sobre las 15.15 de la tarde

, después de su última actividad oficial, la presentación de cartas credenciales de 16 nuevos embajadores. "Bien, ahí voy", les dijo desde su automóvil a los periodistas apostados a las puertas del Quirón Madrid. A las 20.20, llegó la reina al centro, cuando el monarca ya se encontraba en quirófano, pero antes de que la Zarzuela comunicara el inicio de la intervención quirúrgica, a las 20.53. Minutos antes se había acercado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien permaneció casi una hora en el hospital. Poco después lo hacía la hija mayor de los reyes, Elena. Y a las 22.45 entraban por la Quirón los príncipes de Asturias

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Un hombre había irrumpido desnudo en la entrada del Quirón poco después de que llegara Sofía, gritando reiteradas veces: "No a los crímenes secretos de la CIA", mientras lanzaba al aire papeletas con su nombre. "Carlos Díaz Fernández, escritor: invítame a hablar o divulga mi denuncia", se podía leer en las tarjetas, junto con un número de teléfono y una dirección de correo. Los agentes de la Guardia Civil le detuvieron cuando intentaba acercarse al coche del que se había bajado poco antes la reina. 

Poco antes de la comparecencia de Cabanela, salieron del Quirón la reina, los príncipes y Elena. Ninguno se explayó ni adelantó si la operación se haría en uno o dos tiempos. "Estamos muy contentos porque [por] el aspecto de los médicos al contarnos cómo había ido todo estaban muy animados, y había ido todo como la seda, [así que] nosotros muy contentos y animados también", respondió Felipe. 

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Tras dos horas y cuarenta minutos de intervención con anestesia general, a las 23.30 horas del martes, la Zarzuela remitía a los periodistas un escueto mensaje: concluía "con éxito" la operación de la cadera izquierda del rey. Pero había que esperar a la tardía rueda de prensa para saber qué había pasado en quirófano. Pero faltaba por saber qué había pasado en la sala de operaciones. 

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