Protestas sociales
Dos sindicalistas, dispuestos a entrar a prisión tras negarse a pagar una multa por un altercado con la Policía
Los sindicalistas de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) Cándido González Carnero y Óscar Vega han sido condenados por el Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón al pago de una multa de 210 euros por una falta de desorden público por su negativa a identificarse, según la sentencia, ante la Policía Nacional, durante las protestas llevadas a cabo a las puertas del recinto ferial gijonés 'Luis Adaro', el pasado 1 de agosto, coincidiendo con el acto inaugural para autoridades de la Feria Internacional de Muestras de Gijón (FIDMA).
Así lo ha confirmado a Europa Press González Carnero, quien ha explicado que ni él ni Vega recurrirán el fallo judicial, pero tampoco abonarán la sanción impuesta, de 30 días de multa a razón de siete euros diarios, y, en caso de impago, como responsabilidad penal subsidiaria, un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias impagadas. Esto supone que por el impago de la multa cada uno de ellos debería ingresar en la cárcel durante 15 días.
González Carnero explica que esta es su forma de protestar ante la "represión" que, aseguran, están sufriendo por parte de la Policía en cada manifestación que se convoca. "No dejan moverse a nadie", subraya.
En este sentido, ha recalcado que ya son tres los juicios por participaciones en movilizaciones en un año en los que se ha visto inmerso. Uno de ellos el de las protestas frente al Parlamento asturiano para criticar el pago de la deuda a los bancos, del que fue absuelto, y otro, del que aún no hay fecha para la vista oral, por la 'ocupación' de las instalaciones del Servicio Público de Empleo de La Calzada, mientras que el tercero es el de la Fidma. Por ello, señala que la sentencia de este último no le ha sorprendido, aunque no la comparte.
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Sobre este último juicio, niega que ellos se negaran a identificarse, sino a hacer entrega de sus DNI a los agentes. Según él, no es cierto lo dicho en el juicio de faltas –que el otro condenado, Óscar Vega, se había saltado el cordón policial–, sino que en un lateral había un cordón policial para que no se pudieran acercar los manifestantes a las autoridades allí convocadas, no lo había para cruzar la carretera.
González Carnero apunta que cuando Vega cruzó la carretera para tomar unas fotos de las autoridades para la revista del sindicato –entre las que se encontraba el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez– un agente de Policía le dijo que se retirara, y, al decir este que no, se lo llevó al otro lado de la vía para que se identificara.
En ese momento, es cuando él, al verlo, se acercó para interesarse por su compañero y también le pidieron la documentación. "Nos identificamos en todo momento, pero no damos el carné", detalla. En este sentido, apunta que en la sentencia primó la presunción de veracidad que todo agente policial tiene.