Casi 80.000 funcionarios del Sergas (Servicio Gallego de Salud) o de la Consellería de Educación pueden aspirar cada año a un cambio de puesto si cuentan con la experiencia y la puntuación adecuadas. En estas áreas los concursos de traslado son habituales ya que la Xunta los resuelve constantemente sin mayores dificultades. Sin embargo, no ocurre lo mismo en los cuerpos especiales de la Administración general (ingenierías de todo tipo, arquitectura, biología o diversas escalas técnicas), donde el Gobierno gallego puede dejar pasar más de una década entre un concurso de traslados y el siguiente.
Este retraso reiterado de la Xunta —en 2021 el Consello de Contas ya criticó en un informe que "en los últimos años las convocatorias de concurso no están siguiendo una periodicidad adecuada"—, junto a la también lenta aplicación de una sentencia del Tribunal Constitucional que dice que los funcionarios de nuevo ingreso deben hacerlo ya en su plaza definitiva y no en la provisional, mantiene en la incertidumbre sobre su futuro a cientos de funcionarios de cuerpos especiales, tanto veteranos como de nuevo ingreso. Unos y otros luchan por unas mismas plazas ante la lentitud de la Xunta en ordenarlas adecuadamente.
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En 2022, el Constitucional estableció que los funcionarios de nuevo ingreso debían acceder a plazas consideradas definitivas y no provisionales. La Xunta no solo continuó con las asignaciones provisionales, sino que también incluyó muchas de estas plazas en concursos de traslados de cuerpos especiales que no se habían convocado durante años (más de una década en algunos casos). Traslados que ahora están paralizados porque las plazas de destino están ocupadas por funcionarios de nuevo ingreso con plazas provisionales, pero que reclaman que esta sea ya la definitiva para ellos en aplicación de esta sentencia del tribunal de garantías.
Por un lado, el personal de los cuerpos especiales más veteranos ve cómo sus aspiraciones de años, o incluso décadas, de cambiar de puesto se ven ahora frenadas ya que, con los concursos de trasladados por fin convocados, la Xunta los tiene parados. Por otro lado, los funcionarios de nuevo ingreso que obtuvieron plazas temporales reclaman, en aplicación de la jurisprudencia constitucional, su derecho a seguir ocupando esas mismas plazas de forma definitiva (la justicia se pronuncia en cada caso individualmente), lo que bloquearía la movilidad de los más veteranos.
Ante esta situación, una plataforma de técnicos veteranos de la Xunta está movilizándose para reclamar "respeto a su carrera profesional" y "la toma de posesión inmediata de las plazas" que ya les fueron adjudicadas en los concursos de traslado. Este miércoles se concentrarán desde las 16.00 horas frente al Parlamento de Galicia, donde está prevista la comparecencia del conselleiro de Hacienda y Administración Pública, Miguel Corgos, para responder a una pregunta del PSOE gallego al respecto.
Casi 80.000 funcionarios del Sergas (Servicio Gallego de Salud) o de la Consellería de Educación pueden aspirar cada año a un cambio de puesto si cuentan con la experiencia y la puntuación adecuadas. En estas áreas los concursos de traslado son habituales ya que la Xunta los resuelve constantemente sin mayores dificultades. Sin embargo, no ocurre lo mismo en los cuerpos especiales de la Administración general (ingenierías de todo tipo, arquitectura, biología o diversas escalas técnicas), donde el Gobierno gallego puede dejar pasar más de una década entre un concurso de traslados y el siguiente.