La Xunta advirtió del impacto de Altri pero lo minimizó tras aceptar los argumentos de la empresa
Hace ahora un año, el 7 de mayo de 2024, la Dirección General de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias (DXGAIA), dependiente de la Consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia, emitió a petición de la Consellería de Economía un informe sectorial único en relación a la fábrica de celulosa que Altri prevé en Palas de Rei. En él, se advertía del impacto que el denominado proyecto Gama tendría en la actividad agroganadera de este municipio y de los más próximos a una planta que, como se explica en el propio documento, se ubicaría "en el centro de la principal área agropecuaria de Galicia, en la que destaca la ganadería".
Aunque calificado el "impacto" como "moderado", la DXGAIA enumera toda una serie de afectaciones que la planta de Altri tendría: en la atmósfera, en el río Ulla, así como a través de sus residuos, por el espacio ocupado y por la alta demanda de eucalipto que supone. También advertía de la contaminación por óxidos de nitrógeno y azufre, de los efluentes y de otros riesgos derivados.
Siete meses después, en diciembre, Greenfiber —la sociedad promotora de la planta, con la gallega Greenalia como socia de Altri— responde al informe sectorial con un documento de 14 páginas en el que enmienda cada uno de los aspectos señalados por el departamento de la Consellería do Medio Rural. En enero, la Dirección General, en otro documento de una sola página, emite un "nuevo informe que sustituye al emitido el 7 de mayo de 2024" y "a la vista de la nueva documentación aportada por el promotor".
Todo este intercambio de documentación —al que ha tenido acceso Praza.gal— revela los argumentos de una y otra parte y las conclusiones finales para dar el visto bueno al proyecto en lo que respecta a su impacto en el sector primario.
"Entendemos que los comentarios realizados por esta subdirección referentes a su incidencia sobre la actividad agraria quedarían contestados en esos mismos informes sectoriales y por tanto no tenemos más que indicar en estos aspectos", dice el documento inicial sobre el impacto de Altri en referencia a la "calidad de las aguas, efluentes, emisiones de distintos tipos de gases, olores, etc.". También dice el subdirector general de explotaciones agrarias, Nicasio Mejuto —quien firma el texto— que las explicaciones dadas por la empresa respecto a la posible demanda de eucalipto, basándose en el informe de la Agencia Gallega de la Industria Forestal, "son suficientes", al igual que la "aclaración realizada en cuanto a la entrega" de los lodos de su depuradora.
"Al ser declarado proyecto industrial estratégico por el Consello da Xunta no es necesaria mayor justificación sobre el cambio de uso de las parcelas sobre las que se asienta esta instalación industrial, ya que no está sujeto a títulos habilitantes urbanísticos de competencia municipal", añade Medio Rural, que aclara que "teniendo en cuenta los informes emitidos", se considera "probado que no hay una incidencia apreciable o que no condiciona la actividad agroganadera de la zona".
No era igual lo que la misma dirección general y el mismo subdirector general firmaban meses antes. En el informe sectorial, de once páginas, valoraba "los efectos sobre la agricultura y ganadería de Galicia" de lo que definía como "una industria de fabricación de celulosa en la que una parte de la producción se transforma en fibra textil" y con un tamaño que quedaba "reflejado en los volúmenes de agua, madera y producción previstos", que recordaba: 400.000 toneladas de celulosa al año, 200.000 de fibras textiles, 46.000 metros cúbicos de agua al día y 30.000 de efluentes y entre 1,2 y 2,4 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto.
El informe de Medio Rural advertía de que el proyecto Gama "afecta a una zona con una importante actividad agroganadera", por lo que "se echa en falta en la documentación en exposición pública un estudio a fondo de sus repercusiones en el sector primario desde un punto de vista social y económico, con sus correspondientes medidas correctoras". Por esto, aclaraban, "no está suficientemente justificada la prevalencia de la utilidad pública del proyecto sobre la actividad primaria predominante en la zona de ubicación de la planta".
El informe extiende esa zona de afectación a los municipios de Monterroso, Antas de Ulla, Agolada, Santiso, Melide y Toques, además de Palas de Rei, y recuerda que en todos ellos se concentran casi 1.600 explotaciones de vacuno y porcino y cerca de 26.500 hectáreas de superficie agraria útil. Señala, igualmente, que estas explotaciones perciben "casi 10 millones de euros anuales en ayudas de solicitud única de la PAC", además de otras que suman 1,85 millones.
En cuanto al posible impacto de la factoría de Altri, advierte primero del "cambio de uso de 361,7 hectáreas en las que ahora predominan las actividades del sector primario" y recuerda que "demandará una gran cantidad de madera de eucalipto" y que su consumo "equivale casi a un 30% de las talas anuales en Galicia, por encima de ENCE en Pontevedra". "Esta demanda favorecerá económicamente al sector forestal pero puede inducir a la forestación de superficies agrarias en detrimento de las explotaciones agrícolas y ganaderas", avisa.
Además, advierte que los derivados de los óxidos de nitrógeno y azufre que liberará la planta "producen lluvia ácida" y "resultan perjudiciales para la producción vegetal", siendo el volumen anual de estos compuestos "superior al de la planta de ENCE en Pontevedra". También repara en los derivados del azufre reducido total, "responsables de los olores característicos de las plantas de fabricación de celulosa", lo que tendrá "un efecto negativo sobre la imagen de los alimentos producidos en el entorno", aunque se desconoce "el área de afectación prevista" de ese olor.
Respecto a los posibles problemas derivados de los óxidos de nitrógeno y azufre, su volumen y la lluvia ácida que podrían provocar, Altri expone varias medidas del proyecto para "minimizar los impactos sobre la atmósfera" y datos respecto a la dispersión que, según dice, "concluyen que en ningún caso se superarán los valores límite/objetivo establecidos" en la normativa respecto a la mejora de la calidad del aire.
Así, asegura que el impacto de la planta "no es significativo sobre la calidad del aire" y que sus emisiones "no implicarán la generación de lluvia ácida". También aclara que las comparaciones hechas con otras factorías, por ejemplo con la de Ence, "no resultan pertinentes" por ser los valores de las plantas ya en funcionamiento "reales de operación" y, "por definición, menores que los de diseño".
Residuos y olores
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En cuanto a los posibles olores de los que advertía Medio Rural, Altri defiende el uso de las "tecnologías más avanzadas" que permitirán que los "gases olorosos sean captados para ser reutilizados en el proceso de producción de energía". "Puede decirse que será una planta sin malos olores", explican, tras advertir que solo el nivel más bajo de concentración de olores "alcanza parcialmente los núcleos de Labagueira, A Areosa, Remonde, Vilariño, Sante y Érmora".
En el caso de la posibilidad de que los efluentes incrementen el contenido de nitratos en los puntos de control del Ulla, Altri asegura que se consideran los parámetros químicos para que "no se sobrepase el límite relativo al cambio de estado de bueno/moderado" que presenta el río.
Por último, en cuanto a los residuos generados por la fábrica, la empresa aclara que "serán entregados a un gestor autorizado para su correcto tratamiento" y que, en el caso de que se opte por valorizar los lodos, "garantizará que esto se realice conforme a los requisitos legales aplicables en ese momento".