Dolores Delgado se pierde en La Mancha en verano: "Me encanta viajar con mi pareja, solos, sin parar de hablar"

Dolores Delgado, fiscal de Sala en la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo, fiscal general del Estado entre 2020 y 2022 y ex ministra de Justicia

Los lugares en los que pasamos felizmente los veranos de la infancia nos traerán gratos recuerdos toda la vida. Lugares idílicos a los que recurrentemente queremos volver, aunque no siempre es posible. Dolores Delgado, fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática del Tribunal Supremo, fiscal general del Estado entre 2020 y 2022 y ex ministra de Justicia, no tiene dudas sobre dónde pasar su verano y desconectar: en el pueblo conquense donde pasó su infancia.

En una charla con infoLibre, Delgado confiesa que Sahona, en Cuenca, es donde se siente verdaderamente “feliz”. Allí, de pequeña, pasó largos veranos en una finca familiar. Estar allí durante los meses estivales era, para ella y sus hermanos, “la felicidad total, la libertad absoluta y vivir increíbles aventuras diarias”, explica.

Delgado no tiene ni un ápice de dudas sobre dónde refugiarse, descansar y, en última instancia, desaparecer: “Siempre en el campo manchego”. Por otro lado, y al mismo tiempo, adora viajar. “Me encanta viajar con mi pareja, los dos solos, sin parar de hablar y de pensar en voz alta”, reconoce divertida.

El hecho de estar en Sahona es sinónimo de felicidad, descanso y libertad para Delgado. Y disfrutar de la cultura amplifica estos sentimientos, además de permitir escapar mentalmente de las preocupaciones del resto del año. “Leo todo, lo que me apetece en cada momento”, asegura.

En el ámbito musical, Delgado confiesa que su refugio es Johann Sebastian Bach y también el jazz: “Me hace sentir muy bien”. A nivel general, invertir tiempo en uno mismo, disfrutar de lugares idílicos y abstraerse con la cultura son elementos esenciales en nuestra vida que nos hacen "vivir mejor”, sostiene.

Soy yo quien decide cuándo y cómo mirar el teléfono móvil

A diferencia de la niñez, que Delgado pasó en su finca familiar en Cuenca, hoy en día tenemos un elemento que nos dificulta hacer un apagón mental: las nuevas tecnologías. En el caso de Delgado, aunque no abandona el teléfono móvil, consigue dominar el uso que hace él. “Soy yo quien decide cuándo y cómo lo miro”, asegura. Cuando llega la noche, la fiscal apaga su dispositivo, asegurando que desprenderse de sus ataduras “es un lujo”.

Así desconecta Reyes Maroto: largos paseos y 'duras' negociaciones con sus hijos sobre qué exposición visitar

Así desconecta Reyes Maroto: largos paseos y 'duras' negociaciones con sus hijos sobre qué exposición visitar

En cuanto a las redes sociales, Delgado explica que hizo un cambio radical en el uso que hacía de ellas. En el momento que dejó su responsabilidad como ministra de Justicia las abandonó por completo: “Hice una absoluta y total desconexión”. A nivel personal, la fiscal cuenta que mantiene abierta la comunicación por internet con su familia y sus amigos, es decir, hace un uso totalmente privado de la tecnología.

Sin embargo, para Delgado es complicado hacer un apagón mental y aislarse del mundo. La fiscal explica que, debido a su trayectoria profesional, su entorno social se ha “expandido”, lo que reduce su capacidad para descansar durante las vacaciones.

Para contrarrestar este efecto, Delgado confiesa que ha creado un espacio íntimo donde nadie puede entrar "sin permiso", reduciendo así su círculo social, lo que le permite evadirse y disfrutar aún más de sus momentos de descanso.

Más sobre este tema
stats