"Me destrozó su colección de sonetos dedicada": el Camarón de Mónica Carrillo que come libros de Sabina

Mónica Carrillo y su perro Camarón en una foto de redes sociales

Laura Prieto

Camarón es, probablemente, el perro salchicha más famoso de España. Tiene cinco años y arrasa en redes sociales junto a su madre humana, la escritora, periodista y presentadora del informativo Noticias fin de semana de Antena 3, Mónica Carrillo.

Este pequeño teckel, al que cariñosamente llama “camaronchi”, debe su nombre, como no podía ser de otra manera, a Camarón de la Isla. El aniversario del fallecimiento del cantaor coincide con el día en el que el perro llegó a su vida, aunque asegura la escritora en conversación con infoLibre que “ya lo tenía en mente”. “Por su raza, quería ponerle un nombre poderoso, porque le veía con personalidad. Era pequeñito, pero muy cómico y tozudo, como son los teckels, que tienen un carácter muy especial, y me pareció que Camarón representaba muy bien esa cualidad”, explica. 

Carrillo nos cuenta que Camarón la acompaña “literalmente a su lado” cuando está en casa, y que incluso se lo ha llegado a llevar con ella a los estudios de Atresmedia. Fue su acompañante de plató siendo aún un cachorro y estuvo de visita por los camerinos, maquillaje y todas las instalaciones. 

Camarón es, además, un perro muy viajero. Acompaña a su dueña cuando vuelve a Elche, su ciudad natal, y no le importa ir en coche o en AVE porque está "acostumbrado desde chiquitín y viaja estupendamente”. Este año se ha atrevido incluso con el Ferri para irse de vacaciones a Menorca. “Me ha gustado mucho disfrutar de él en un entorno en el que antes había estado yo. Me parece que incluirlo en planes de ese tipo es muy bonito”, explica Carrillo. Eso sí, la escritora recomienda informarse antes y buscar sitios en los que las mascotas sean bien recibidas. “Con organizarlo y mirarlo con tiempo se puede viajar bien. Cada vez somos una sociedad más abierta”, asegura. 

Con Camarón no tuve que tomar ninguna decisión, simplemente me lo pusieron encima y sólo tuve que quererle

Aún así, a “Camaronchi” a veces le toca separarse de su dueña, pero los dos lo llevan bien: “Se queda con mis padres y está en la gloria porque puede ir a la playa, se da paseos con ellos y es un perro muy amigable, que disfruta esté con quien esté”. Además, tiene la suerte de no sufrir ansiedad por separación, algo que da mucha calma a su madre humana, porque sabe que no sufre en estos periodos. “Hay otras situaciones en las que lo pasan mal, se quedan muy nerviosos, y en esos casos hay que tratarlo”, lamenta la presentadora. 

Mónica Carrillo ya había tenido antes otra perra, Luna, a la que tuvo que decir adiós después de 15 años juntas. “Es un proceso muy duro y muy sentido porque el vínculo que se genera con un animal con el que convives es muy fuerte. Hay una ruptura, una ausencia y un duelo que cuesta y así, como lo he sentido, he querido reflejarlo siempre”, confiesa.

Los últimos años al lado de Luna fueron una lección de vida para la escritora, que tuvo que ver con dureza cómo, poco a poco, se iban deteriorando sus facultades. “Ella al final ya apenas veía y el tomar una decisión para que dejara de sufrir fue muy difícil. Lo peor fue tener que dormirla, porque nunca ves el momento adecuado, por eso es importante tener la recomendación de un buen especialista”, apunta, añadiendo: “Para mí fue todo un aprendizaje ese último acto de generosidad de saber dejarla ir”. 

La de Elche defiende que la pérdida de un animal es una de esas etapas dolorosas a las que se enfrentan las personas a lo largo de su vida y que es importante respetar. Recuerda que, a algunas de ellas, les cuesta remontar hasta tal punto que, después, ya no quieren volver a tener mascota. “En mi caso, por eso me regalaron a Camarón y así no tuve que tomar ninguna decisión. Me lo pusieron encima y sólo tuve que quererle”, relata. 

En uno de los libros de Carrillo, Mía, una perrita, se convierte en uno de los personajes esenciales de la historia y nos ayuda a encontrar un punto de vista diferente al de la protagonista. Ella misma ha confesado en más de una ocasión que le parecía un ejercicio divertido ponerse en la piel de su mascota. Asegura que los animales han mejorado su vida y que, ante todo, le han hecho ser mejor persona.

“Te enseñan constantemente con su actitud, con su manera de comportarse, de relacionarse contigo, de demandar. Se genera un vínculo muy profundo y, en mi caso, me han hecho ser más positiva, más generosa, más responsable… He aprendido a ser cuidadora y también a dejarme cuidar porque, a veces, ellos, con su intuición, saben que tienes un mal día. Es muy conmovedor que tu perro te lama las lágrimas".

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Perro y dueña juegan mucho juntos y crearon un vínculo "indestructible" gracias a la pandemia. En los días de confinamiento, Mónica se levantaba y le decía “bueno, a ver qué hacemos hoy” y, aunque recuerda que eran pocas las posibilidades que tenían, igual que todos por entonces, en más de una ocasión le sacó una sonrisa y le hizo mucha compañía.

No todo va a ser un camino de rosas. Por eso, cuando le preguntamos a Carrillo si tiene en la cabeza “alguna travesura” de Camarón, no tarda en responder que “muchísimas”. Al parecer, su nombre le ha dejado huella y tiene especial debilidad por los cantautores, concretamente por Sabina. “Es un 'devora libros' y me destrozó su colección de sonetos dedicada, además de algún que otro CD”, reconoce, añadiendo a la lista de destrozos también muñecos, gafas de sol y algún estropicio importante: “Durante el confinamiento, por ejemplo, me rompió el sofá”. Pero, eso sí, la escritora señala que es un perro y que, “por mucho que se le eduque”, no se le puede pedir que renuncie a su naturaleza, así que “lo que hay que hacer es adaptarnos el uno al otro”.

Dicen que los perros acaban pareciéndose a sus dueños, pero Carrillo no lo tiene tan claro. A Camarón, o Camaronchi, lo describe como un personaje muy cómico, con un punto irónico y algunos comportamientos que “en ocasiones la hacen reír”. Pero dice: "¿Que si se parece a mí? Ojalá me pareciera yo a Camarón en algún momento".

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