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‘Andor’: la forja de un rebelde galáctico

Imagen de la serie 'Andor'.

Ha tardado en vislumbrarse claramente el vencedor entre el duelo más sonado en el mundo de las series del año que termina, el que enfrentaba teóricamente a La casa del dragón y Los anillos del poder. Y lo ha hecho el invitado sorpresa de última hora, Andor. 

Esta tercera propuesta en discordia es secuela como las dos duelistas de otra de las sagas de fantasía más potentes de las últimas décadas. Se ha colocado primera al estilo de su protagonista, sin llamar mucho la atención, pero dando todos los pasos en firme.

Vuelve Diego Luna como luchador contra el Imperio

Disney + acoge los doce breves episodios de la última entrega de la franquicia de La guerra de las galaxias. La acción tiene lugar cinco años antes de los hechos que contaba la película Rogue One, que también puede verse en la plataforma o en Movistar + y en la que Andor, el personaje que aquí se presenta, aparece como uno de los protagonistas. Diego Luna vuelve a darle vida extraordinariamente.

La historia de la trilogía original de películas de La guerra de las galaxias recoge el intento revolucionario de reinstaurar la República tras la dictadura impuesta por el antiguo senador Palpatine, ahora autoritario emperador.

La resistencia se extiende por toda la galaxia, aunque no ha conseguido aún unir a los diferentes grupos. La brutalidad y omnipresencia del Imperio les obliga a cuidar hasta el extremo su clandestinidad. 

‘Andor’ transcurre poco antes de las primeras películas que se crearon de la saga

Cronológicamente, Andor se inscribe en los comienzos de esta era, un poco antes de las películas originales. En la primera temporada se sigue un relato perfectamente estructurado de la evolución de un personaje desde las afueras de la resistencia al Imperio hasta su destino final, en el centro de la acción.

Acompañamos a Cassian Andor en cada una de las experiencias que convierten en rebelde a un superviviente individualista. No sólo eso, también se explican, a lo largo del camino, los motivos que han llevado a otros compañeros a la lucha. Una combatiente reniega de su infancia privilegiada de niña rica, otra se une por amor a la causa y alguno tiene motivos más oscuros.

La serie recoge diversos tipos de revolucionarios

La serie ofrece un catálogo de revolucionarios. Desde los soldados de a pie como Andor a la senadora Mon Mothma, de Chandrila, obligada a una doble vida o al banquero cómplice con la causa. De los enlaces a los líderes como el anticuario Luthen Rael, con el sustrato de las organizaciones ciudadanas como aquella de la que forma parte la madre de Andor. O los teóricos de la revolución como el joven Nemik, autor de un manifiesto del que se leen algunas brillantes ideas. 

Saw Gerrera, personaje interpretado aquí por Forrest Whitaker, fue creado en los orígenes de la saga por George Lucas, en parte para reflejar una mezcla entre Fidel Castro y el Che Guevara, una vertiente más radical y extrema de la lucha. Todos son importantes porque la revolución es una obra colectiva, de muchos.

Andor no es un líder, es una mano hábil y necesaria

Y el elegido para entender sus dinámicas es un peón del tablero. Andor no es un intelectual de la revuelta ni está destinado a liderarla si triunfa, es la mano hábil y necesaria para el sabotaje, para la acción directa, para detectar la oportunidad perfecta, para perpetrar el golpe de gracia.

Como señala el manifiesto de esta revolución galáctica: “La frontera de la rebelión está en todas partes. E incluso el más pequeño acto de insurrección nos lleva hacia delante”. Cada ladrillo es importante en esta construcción.

La serie homenajea a los héroes desconocidos

Las acciones de Andor no son pequeñas, desde luego, pero no ocuparían abundantes páginas en los libros de historia, y la serie homenajea al contarlas a los héroes menos conocidos de las revueltas. Especialmente a los que pierden la vida en ellas, como algunos de los personajes de la serie o de la película en la que se prolonga su historia. 

Este producto derivado de la saga no juega la carta pirotécnica de las películas, llenas de batallas estelares que iluminan el negro espacio con sus rayos. También renuncia a los variopintos habitantes de la galaxia y queda reducido a una escala casi exclusivamente humana. 

El lujo de la serie son sus localizaciones

No le hacen falta caballeros jedi con sables laser para su objetivo de centrarse en el aspecto político. Deslumbra en cambio con el recorrido geográfico en su seguimiento de los hechos. Comienza en la ciudad enladrillada y obrera de Ferrix, un laberinto de callejuelas con una preciosa gama de colores mostaza, oliva o teja. 

La serie muestra el planeta Aldhani, localizado en una embarrada Escocia, con indígenas ninguneados por el poder. Algunos episodios se ubican en una cárcel, Narkina 5, con la asepsia blanca alienante asociada al Imperio, entre otras localizaciones minuciosas, auténticos juguetes visuales. 

Uno de los primeros aspectos negociados por parte del responsable de la ficción, Tony Gilroy, con su contraparte de Disney fue la incorporación en el diseño de producción de Luke Hull, que venía de realizar la miniserie Chernobyl.

Hull se acercó a su cometido como lo había hecho en aquel proyecto, como si se tratara de un drama histórico, solo que en esta ocasión el periodo reflejado era ficticio. Se podía, sin embargo, investigar sobre él a través de todas las obras producidas hasta ahora y discernir qué era canon y qué se podía variar. En el resultado de su trabajo reside uno de los grandes atractivos de la serie.

Serie de aventuras trepidantes

Otro se encuentra en que la serie no olvide nunca su carácter de historia de aventuras en la que la acción avanza siempre con muy buen ritmo. Comienza con Andor metido en un buen lío y siendo reclutado para un golpe que supera en ambición al de La Casa de Papel

Se avanza luego hacia un drama carcelario de ficción más psicológica que se va convirtiendo en una aventura de fuga clásica y de ahí a peripecias bélicas, de espionaje, investigación y estrategia. Varias películas conviven en una serie y la hacen desarrollarse velozmente.

Debut televisivo de un cineasta asentado

Andor ha corrido a cargo de Tony Gilroy en lo que ha supuesto su primer trabajo televisivo. El guionista y director es autor de la saga cinematográfica Bourne entre otras películas, y guionista de Rogue One. Uno de sus dos hermanos, John, es el editor de la serie con Tim Porter, y el tercer hermano Gilroy, Daniel, gemelo de John, ha trabajado también en la elaboración del guion.

En una entrevista en HeyUGuys, Tony Gilroy afirma que: “Es liberador hacer una historia política desde La guerra de las galaxias, porque, aunque resuene ahora con inmigrantes o la guerra de Ucrania, es algo que ha ocurrido y ocurre mil veces a lo largo de la historia”. 

Ninguna referencia histórica concreta, todas a la vez

Para quienes buscan referencias muy directas a algún hecho concreto, confiesa: “Si cuentas algo en clave de fantasía o de ciencia ficción no tienes que limitarte a los hechos actuales como referencia. Tienes a tu disposición todo el catálogo, toda la enciclopedia de lo ocurrido”. 

Y pone algunos ejemplos: “He estado seleccionando lo mejor y lo peor de cada movimiento revolucionario del que he podido saber algo. Lo mejor de los vientos de la guerra y lo que le ocurre a la gente, ya pueda ser durante la Resistencia Francesa o con Boudica o durante la Revolución haitiana. ¡Puedes hacer cualquier cosa!”.

Además, para The Hollywood Reporter ha declarado que la construcción de los personajes, especialmente de los imperiales, se ha basado más en su comportamiento dadas sus circunstancias y su carácter que en sus ideologías. 

Sobre uno de los revolucionarios que lideran el movimiento, el anticuario Luthen Rael, Gilroy afirma que es “un aceleracionista. Cree en la necesidad de dar un golpe que duela de verdad para hacer que la gente cambie”.

“El aceleracionismo dialéctico” explica, “puede darse en cualquier lugar del espectro ideológico, en la derecha o la izquierda. Es un movimiento clásico de liderazgo revolucionario. Puedes remontarte dos mil años y encontrar personas que ya lo hacían”.

La segunda y última temporada ha comenzado a rodarse

La primera temporada termina en una encrucijada importante. La serie solo ofrecerá otra entrega, en principio también de doce episodios. Ya está escrita al completo y contará los cuatro años que quedan entre los hechos que acabamos de ver y lo que ocurre en la película Rogue One. Lo hará mediante saltos adelante y atrás en el tiempo para centrarse al final en los últimos cinco días previos a los de la película.

Antes de entonces, al ver esta temporada conviene poner atención al episodio 12 porque contiene una escena tras los créditos que puede pasar inadvertida y en la que se aclara un detalle que casi toda la audiencia se habrá estado preguntando.

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