Los socios del Gobierno en el Congreso

ERC y la habilidad para apretar sin ahogar: las veces que votó contra el Gobierno cuando ya salían las cuentas

El diputado de EH Bildu Iñarritu García y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, conversan en los pasillos del Congreso.

Convalidación de la reforma laboral. La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, enuncia el recuento y concluye: “Queda derogado el real decreto ley”. La bancada de la derecha, con los diputados del PP y Vox, estalla de júbilo. El mazazo que supone para el Gobierno perder la votación de una de las reformas clave de la legislatura puede tener consecuencias imprevisibles.

La realización audiovisual del hemiciclo planea lentamente desde los escaños de la derecha hacia los situados más a la izquierda. En el centro de la imagen aparece el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, petrificado. Algunos compañeros de su grupo se atusan el pelo, nerviosos, o se llevan las manos al rostro, impávidos. Tras varias semanas de desencuentros públicos con el Ministerio de Trabajo, los republicanos han optado por votar en contra de una nueva legislación que elimina gran parte de los recortes en derechos laborales introducidos en su día por el PP aunque no suponga la derogación íntegra. Sin embargo, los independentistas catalanes no parecen nada satisfechos con el resultado de la votación. 

“Cuando la presidenta corrigió sus cuentas y dio por convalidada la reforma laboral los primeros que respiraron aliviados fueron los de ERC”, asegura un ministro socialista que opina exactamente lo mismo del PNV: “Pensaron que su voto no era imprescindible y por eso votaron en contra”, añade. Lo cierto es que ya son muchas las veces que ERC ha votado en contra de medidas fundamentales para el Gobierno que luego han encontrado apoyos alternativos en el Congreso. Y hay quien cree que incluso en eso hay una gran dosis de estrategia por parte de Esquerra. 

“Ellos van buscando asuntos concretos en los que escenificar un distanciamiento del Gobierno para contentar a su público más independentista, aunque en realidad no quieran tumbarlos de cara a su electorado más izquierdista. Son las eternas contradicciones de ERC”, opina un diputado del PSOE que pone como ejemplo el decreto de medidas económicas para hacer frente a la crisis de Ucrania votado este jueves. 

La conexión Bildu-ERC

En pleno enfrentamiento con el Gobierno central a cuenta del presunto espionaje a líderes independentistas con el programa Pegasus, ERC llegó al pleno de votación este jueves sin revelar su postura final aunque mostrándose muy crítica con el Ejecutivo de Sánchez y exigiendo incluso la dimisión de Margarita Robles. Con el anuncio del voto a favor de Bildu, socio estratégico de los independentistas catalanes, las cuentas ya cuadraban para sacar adelante el decreto. Y justo en ese momento ERC anunció su no.

“Ellos toman la decisión sabiendo ya que su voto no tumba el decreto, porque también tendrían difícil explicarle a su gente que ya no hay ayudas a la gasolina o que sube la factura de la luz por su culpa”, expone otro diputado de Unidas Podemos, que añade: “Esquerra siempre intenta la cuadratura del círculo con sus dos almas y a veces es complicado. Pero a menudo opera el reparto de papeles con Bildu para asegurarse que su voto no tiene demasiadas consecuencias”. 

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De hecho, Bildu ya ha salvado en esta legislatura en otras ocasiones al Gobierno cuando ERC ha votado en contra y se ha desmarcado del conjunto de socios de investidura. Ocurrió, por ejemplo, en la quinta prórroga del estado de alarma. Los republicanos votaron en contra y apretaron mucho un resultado que acabó salvando la abstención los abertzales. Algo parecido a lo que pasó en la votación crucial del sistema de reparto de los fondos europeos. En pleno clima preelectoral en Cataluña, Esquerra volvió a ensayar un distanciamiento del Gobierno votando en contra. Pero su ‘no’ tampoco implicó tumbar el decreto porque, entre otras cosas, Bildu también votó a favor. 

“Ellos tienen un gran dilema por la presión que ejercen sus socios de Junts en el espacio independentista, y por eso están permanentemente obsesionados con demostrar que no se pliegan al Gobierno”, razona otro miembro del Ejecutivo. “Eso sí, si llegan a ser partícipes de tumbar la reforma laboral o el plan de choque y la gente tiene que pagar más en gasolina o pierde sus contratos indefinidos, la responsabilidad sería tan suya como del PP o de VOX, y eso sí que lo pagarían. Por eso calculan tanto sus pasos”, añade. 

Desde ERC intentan desmarcarse de esa tesis y aseguran que “la única responsabilidad en caso de derrota es del Gobierno. Hemos demostrado mil veces que estamos ahí para negociar y para hablar contra viento y marea, nadie nos puede reprochar lo contrario”, argumentan. Y critican que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, en su opinión, “no cuida a la mayoría progresista” del Congreso. “Sánchez no se está tomando lo del espionaje tan en serio como merece un escándalo de este tipo. Y las consecuencias para la gobernabilidad pueden estar ahí. Luego vendrán los lamentos”, avisan. 

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