Aranceles, ciberseguridad o gasto militar: los desafíos para la economía, según el Banco de España
El Banco de España (BdE) ha publicado este martes el Informe de Estabilidad Financiera, donde evalúa la situación de los sectores más relevantes para la economía e identifica los principales elementos desestabilizadores. Entre los principales riesgos está la incertidumbre geopolítica y el riesgo de que una escalada en los conflictos militares abiertos en Ucrania y Oriente Medio desemboquen en trabas comerciales que vuelvan a tensionar las cadenas de suministros.
La guerra arancelaria desatada por Donald Trump también se ha convertido en un componente de incertidumbre para los mercados y el BdE señala que las políticas "de la nueva Administración de Estados Unidos, sobre las que persiste una elevada incertidumbre, han comenzado a mostrar un impacto adverso sobre la actividad y las condiciones financieras a nivel global". En este sentido el organismo también advierte de que si la inflación permaneciese alta en Estados Unidos, perjudicaría a las condiciones financieras globales y a los tipos de cambio. Finalmente, el banco se centra en la ciberseguridad como otro de los puntos a tener en cuenta y se refiere a este aspecto como un elemento "de importancia creciente para el correcto desarrollo del negocio financiero", concluyen.
En lo que se refiere a la economía nacional, las conclusiones señalan que los hogares y las familias "mejoran su situación financiera", con niveles de endeudamiento más bajos. En el caso de las familias se sitúa en el 67,9%, el nivel más bajo desde 2000 y en las empresas su proporción en relación a los beneficios se mantuvo en el 323%, por debajo de la media europea (428%). La renta de los hogares aumentó un 3,2% interanual, impulsada por "el avance del empleo y de la remuneración".
En cuanto al sector bancario, el análisis señala "una evolución favorable", con aumento en la rentabilidad y en los márgenes de intereses. Sus resultados netos consolidados en 2024 crecieron un 21% y su rentabilidad creció un 9%, pese a que los tipos de interés llevan meses a la baja. El análisis también limita el efecto negativo del impuesto a la banca: "Sin el impacto del gravamen extraordinario a la banca, aplicable tanto a los beneficios de 2023 como a los de 2024, el crecimiento interanual del resultado neto habría sido muy similar (21,7%)", es decir 0,7 puntos porcentuales superior.
Deuda pública elevada
La deuda pública sigue siendo uno de los escollos de la economía nacional. La situación de la ratio de endeudamiento, según el BdE, sigue "en niveles elevados", con un 101,8% del PIB, aunque es 3,3 puntos menor que en 2020. Por otro lado, en 2024, el déficit público se redujo en tres décimas, hasta el 3,2% del PIB, que según el banco sigue siendo "un valor todavía elevado". Esta cifra de déficit incluye una contribución de los gastos asociados a la dana de otoño de 2024 de 0,4 puntos porcentuales.
"El previsible incremento del gasto militar" aparece en este apartado como uno de los factores a tener en cuenta, ya que "eleva el riesgo de que el endeudamiento público español se desvíe por encima de las previsiones". Además, el envejecimiento de la población —que requiere de más recursos públicos por ejemplo en pensiones o sanidad— y la "financiación pública de parte de las transiciones digital y climática", son dos elementos que pueden contribuir a impulsar la deuda.
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El organismo también advierte que esta situación complica el cumplimiento de la política fiscal y los compromisos de deuda con la Unión Europea: "El Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo 2025-2028 (PFEMP) presentado por el Gobierno de España y aprobado por el Consejo de la UE en enero carece de medidas concretas para su cumplimiento", concluye el documento. Sin embargo, el BdE señala que hay margen para que la ratio de déficit continúe "reduciéndose moderadamente en los próximos años".
El contexto internacional puede ser determinante para la evolución de la economía nacional. "El elevado nivel de endeudamiento público español contribuye a un crecimiento más frágil e implica mayor sensibilidad a los cambios en las condiciones de financiación por el viraje de las políticas económicas globales", advierte el informe.
De hecho, a nivel macroeconómico la política comercial norteamericana está en el centro del análisis. El análisis del Banco identifica "el viraje hacia una política comercial más proteccionista" de Estados Unidos como un elemento que podrá impactar negativamente en Europa. Lo haría, por un lado, presionando los precios al alza por las alteraciones en las compraventas internacionales; y por otro, erosionando la seguridad y provocando una caída en el gasto "como consecuencia de la menor confianza de hogares y empresas", concluyen.
