El 26 tendrá que ser mejor que el 25
EL 2025 termina mal y si no se endereza el ambiente, mal lo pasaremos en el próximo año. Los Reyes Magos ya no irían a Palestina, Herodes asesinó ya a todos los niños. El imperio de Occidente, Roma y sus herederas, las que se auto-aclaman democracias, se lavan hipócritamente las manos. Demasiados Pilatos, que como segundones quieren hacer méritos ante el imperio, aunque de tanto lavarse, el agua ya está sucia. Los sucesores del otro imperio, el ortodoxo de Constantino, Rusia y sus popes, reclaman sus dominios. Y ¿qué pasa con el sheriff de Occidente, EEUU? Corramos un tupido velo. Los disfrazados de indios –que por cierto exterminaron– asaltaron su ágora o sede de su democracia. El nuevo sheriff se doblega al poderoso del pueblo, el de la pasta. Anda a la caza del nativo que vivía en sus tierras mucho antes de que el blanco, con un revólver en la mano y la Biblia en la otra, los alcoholizara con whisky de garrafón o los encerrara en unas reservas donde ni los cactus crecen. O los infectara con viruela o la sífilis de sus prostitutas. Pisotean su Constitución, heredera del principio sagrado de Liberté, Egalité et Fraternité que sirvió de ejemplo de otras muchas. ¿Y China?... Puntos suspensivos. Conocemos la filosofía de Aristóteles pero poco sabemos de Confucio o de las reflexiones guiadas por el Tao: “estudia a tu enemigo, observa sus puntos débiles y después actúa cuando sepas que puedes vencerlo, no antes”.
Los Reyes Magos ya no irían a Palestina, Herodes asesinó ya a todos los niños
¿Y qué pasa en esta España irredenta? Los falsos patriotas quieren que volvamos a las iglesias, a confesarnos por hacer el amor, abortar pero en Inglaterra y tapemos nuestras desnudeces con la bandera que le tenemos que alquilar, porque dicen que es solo de ellos. En resumen, seguir mintiendo porque mentir no es ilegal, y además te confiesas y puedes seguir mintiendo. Y para los dudosos súbditos –que no ciudadanos– que no saben a quién votar, ya está el cura de la parroquia y si no, el delegado episcopal, que con sabios consejos indicará el camino. Siguiendo sus directrices, hasta no me extrañaría que los “elegidos” volverán entrar bajo palio en las iglesias, u ocuparán con su ayuda buenos puestos de consejeros de las buenas y piadosas empresas que prefieren dar limosnas que pagar impuestos que sirven a ideas satánicas que alejan al pueblo de su dios. Las iglesias habrá que llenarlas otra vez con fieles sumisos para que los malos cristianos no critiquen que no es de cristianos tener tantos edificios vacíos con tanta demanda de vivienda.
España se rompe, pero los grandes mercados y los restaurantes, llenos a rebosar, nunca hicieron tanta caja. Los hoteles llenos, la deuda se aminora, el paro ha bajado a cifras nunca sospechadas, los independentistas, por fin, ayudan a gobernar, excepto los de la misma ideología que los falsos defensores de la unidad patria que defienden también “su patria”. Ya se sabe, “la pela es la pela”. Somos admirados por los grandes, pero España dicen que se rompe, o mejor dicho la quieren romper, aunque sea utilizando la Sala Segunda del Supremo por detrás. En el fondo creo que la envidia de los perdedores sigue siendo un pecado incrustado en mucha genética hispana. No toleran el triunfo del contrario. Quieren destruirlo. Habrá que estar atentos en 2026.
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Eduardo Vázquez Martul es socio de infoLibre.