Librepensadores
El analfabetismo político es un problema para la democracia
Por desgracia, en España muchos partidos políticos y muchos de sus dirigentes nos demuestran con sus actuaciones absurdas, acciones irracionales, decisiones y argumentaciones falaces que su ideario es el analfabetismo político. Demuestran continuamente ignorancia y falta de cultura y sobre todo son profanos a la disciplina política. Así, muestran una falta de respeto a la democracia y a los valores que conlleva esta.
Emplean argumentos ignorantes cuando afirman y aseveran con contundencia falaz que la elección de los ministros son a dedo, (Pablo Casado), cuando cuestionan las funciones y competencias del rey marcadas por la Constitución (Isabel Díaz Ayuso) y cuando ponen en cuestión informaciones y estudios de científicos de la OMS sobre alimentación, pandemias, etc (Santiago Abascal). Tienen analfabetismo político cuando intentan reescribir la historia o venderla como les interesa (Vox, PP y Cs) o incluso cuando afirman con insensatez e irracionalidad que un país es una dictadura mientras defienden de manera obscena y ruin a países con un régimen dictatorial fortísimo y que atenta contra los derechos humanos: caso de Irán, Hungría, Emiratos Árabes, etc. (PP y Vox).
Pero lo peor es que adolecen de un analfabetismo político en el aspecto cultural cuando defienden con contundencia, de una manera absurda e irracional y a veces de manera cirquense, costumbres del medievo como las únicas que deben subsistir como referentes culturales a seguir y ejemplares en pleno siglo XXI. Y si eso fuera poco, es más analfabetismo político cuando continuamente son profanos y demuestran con sus actuaciones irracionales e insensatas lo que un político debe encarnar en una democracia, como es la representación de un pueblo, respetando los valores democráticos y fortaleciendo la convivencia, y se afanan en volver a la España en blanco y negro, utilizando las instituciones judiciales e informativas para salvaguardar sus intereses políticos aunque con esa actitud generen crispación, odio e incluso prevariquen y ataquen y no respeten la Constitución.
Pero el problema es que, por desgracia, también hay una parte de la ciudadanía que también adolece cada día más de ese analfabetismo político, pues a ese político le interesa que el ciudadano sea ignorante, tenga poca cultura y sobre todo sea profano en cuestiones políticas para así manejarlo para sus intereses. Por ello son capaces de desviar temas para no profundizar en los verdaderos problemas, y ante todo para que se disipen sus prevaricaciones, sus errores políticos y sus corrupciones y manejos con cierta actitud “mafiosa” para conseguir sus objetivos que, siguiendo su analfabetismo político, no son otros que acabar con la legitimidad de un gobierno y el respeto a la voluntad de un pueblo, como marca la Constitución y la democracia.
Por todo ello, frente al analfabetismo político nuestra democracia necesita de una cultura, una educación libre y pública alejada de manipulaciones informativas, falacias políticas, odios y crispaciones. Y sobre todo sobra el analfabetismo político de algunos partidos políticos, pues esta situación es un problema y un peligro para la democracia. Sobran los gritos, las falacias, las actitudes mafiosas. Y ante todo falta el diálogo y la convivencia. Y para ello, lo que la democracia necesita es que la ciudadanía demuestre con su voto y acciones que no es ni manipulable ni quiere que en nuestra democracia el analfabetismo político se haga con el poder .
Creemos en la libertad y a pesar de ellos una gran parte de la ciudadanía no somos analfabetos políticos y pese a ellos y su analfabetismo no somos ignorantes. Tenemos una cultura y cada vez sabemos mejor qué es lo que queremos de los políticos: honradez, diálogo y que utilicen en sus acciones y argumentaciones para generar convivencia e igualdad. Esto no es una utopía, es la realidad que necesita nuestra democracia. El analfabetismo es el problema, por eso hay que erradicarlo. Todos seremos responsables si no lo hacemos.
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Ximo Estal Lizondo es socio de infoLibre