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Una jugada ganadora

Luis González Iglesias

Los dos partidos mayoritarios van a jugar durante estas próximas semanas una partida de ajedrez en la que el PSOE parte con desventaja. Las circunstancias son de sobra conocidas y no merece la pena analizar por qué la posición de las piezas es la que es. La realidad es que los socialistas no disponen de un buen ataque, han perdido piezas importantes y los peones obstruyen el desarrollo de una estrategia ganadora. Por el contrario el PP, limitándose a desplegar una sólida defensa, esperando sólo errores del contrario y contando con la robustez de su retaguardia, lo tiene fácil para lograr un jaque mate. El tiempo además juega a su favor, pues el PSOE ha perdido mucho tiempo en realizar las últimas jugadas y ahora tendrá que hacerlo contra reloj.

Analizando detenidamente la posición del tablero, se advierte una posición que el PP no va a dejar escapar, que es terceras elecciones. Al PP le interesa porque piensa que mejorarán sus resultados y todos los acontecimientos de los últimos días, así como la experiencia de los últimos comicios, indican que esto va a ser así. Embarcarse en un Gobierno en minoría, cuando con esperar poco más de dos meses puede conseguir una mayoría suficiente, no lo hace ni un ajedrecista aficionado. Por tanto, el otro jugador debe tener claro que esa jugada es definitiva y cierta.

¿Qué estrategia entonces le queda al jugador en peor posición? Pues tener muy claro que no tiene otra salida que mantener el no al Partido Popular. Si ofrecen abstención pedirán gobernabilidad. Si ofrecen gobernabilidad pedirán estar calladitos en temas de corrupción. Si ofrecen estar calladitos pedirán cuatro misas semanales en la Almudena. Lo que sea con tal de que vaya pasando el tiempo y el contrincante siga enredándose en sus dudas, contradicciones e impotencias. Y de paso tener a las televisiones y a los periodistas entretenidos en otra cosa que no sea el juicio contra la corrupción de Gürtel que acaba de empezar. ¡Hasta diciembre!

Al PSOE no le queda tiempo. Llegar a la conclusión lo antes posible de que el no es lo más inteligente y la única estrategia posible, en las circunstancias actuales, es imprescindible para que el jaque mate no sea completo y humillante.

La estrategia citada pasa por que los dirigentes del PSOE la entiendan y la pongan en marcha sin plantearse si al aceptarla se da la razón a unos o se le quita a otros. Debe ser consecuencia de una reflexión en los órganos del partido y defendida por todos. Ante los militantes, los electores y la sociedad en general.

¿Con esa estrategia el jugador más débil da por perdida la partida pero al menos salva el honor de no tratarse de un descalabro desastroso? Pues no. Partiendo de la posición actual ya sería un éxito lograr tablas, es decir los 85 diputados actuales. Pero puede aspirar incluso a más.

Necesitan para ello que busquen rápidamente un buen candidato de consenso. No puede ser ni Pedro Sánchez ni Susana Díaz, ni nadie que se haya implicado en exceso en la desagradable refriega que nos han ofrecido en los últimos días. Alguien de prestigio y de consenso. Alguien que sea aceptado por todos, pero que sea brillante y con experiencia en estas lides, que sea conocido. ¿No existe eso? Sí existe. Y la elección tiene que ser rápida, éste jugador va muy mal de tiempo. ¿Que ya no lo hay para que la elección se haga por los militantes en unas primarias? Pues seguro que no, tendrá que improvisarse otra forma, es la consecuencia indeseable del desaguisado que se montó.

Pero no hay otra solución, las elecciones están a la vuelta de la esquina. Una vez salvados los muebles ya habrá tiempo para que las aguas vuelvan a su cauce y la normalidad a la vida de ese partido. Los nuevos dirigentes del PSOE tienen que reflexionar serenamente sobre la situación del tablero. La próxima jugada cuenta con un ELO de 2.200, jugada de maestros. Si se falla, el desastre va a ser completo. Si se acierta puede devolver los ánimos y la esperanza a una parte muy importante de la sociedad.

Quizás sea la única forma de sorprender en diciembre al jugador que ahora cuenta con una posición bastante cómoda. No debería minusvalorar a los electores de un partido centenario que llevan soportando mucho en los últimos tiempos.

Luis González Iglesias es socio de infoLibre

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