Olor a pasta
Las noticias económicas no pueden ser más positivas para el Gobierno; junto a eso tenemos problemas de transporte y el gran apagón de hace unas semanas.
En mi opinión se debe a que nuestro país se ha convertido en el motor de Europa y algunas infraestructuras no están preparadas. Hace falta una gran inversión en obra pública y de adaptación a las nuevas necesidades de gran potencia, como realmente ya somos. (Este año esperamos cerca de los 100 millones de turistas, por ejemplo).
No es casual. Nada es casual.
Añadimos la administración de los fondos europeos.
Esa es la razón principal de este acoso irresistible de la derecha-ultra-derecha económico, político, mediática. Bancos, Ibex 35 y demás huelen la pasta, y cuando eso sucede van a degüello. No hay más razones. Creen que la pasta la deben administrar ellos y además editan manuales de auto-ayuda para defraudar al fisco y a todos los contribuyentes. La corrupción es su patrimonio, los demás son pardillos, amateurs de la bazofia. Ellos siempre han estado ahí, desde la época de la Restauración, cuando menos, y siguen dando a los demás las migajas en forma de democracia participativa...
La administración de los fondos europeos. Esa es la razón principal de este acoso irresistible de la derecha-ultra-derecha económico, político, mediática.
Ellos siempre lo han sabido hacer: en cada familia de la derecha, la pasta –no precisamente rociada con tomate– es lo que huelen sus neófitos antes que los buenos filetes o los relucientes rodaballos o las cañitas en las terrazas de los bulevares madrileños...
No pueden soportar que la plebe woke administre SU pasta; una pasta que, a lo sumo, dejan espolvorear con parmesano de ínfima calidad.
Conclusión: no hay más remedio que resistir, resistir y resistir. Los Vito Quiles y demás niños pera-pijos no pueden pasarse más de la raya... Hay que pararles, y como sea.
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Javier Herrera Navarro es socio de infoLibre.