El trumpismo gana en el peor momento
Vivimos el momento de cambio más profundo y necesario en la historia del mundo. Es posible que no haya habido en la historia un momento más difícil para adaptarse al nuevo mundo, que en el siglo XXI impone una tecnología apabullante digital, con la IA sin normalizar, con un 5G en expansión, con visión virtual que dará otro tipo de vida posicional, con el metaverso ahí, con corrientes migratorias inevitables, con una climatología cambiante, y con un mundo en revolución continua. Por ello, la educación ha de sufrir una modificación total, para recuperar filosofía y poder pensar por sí mismo, pero cambiar cualquier carrera técnica en función del dato de IA, y volver a inculcar cultura, que no es saberse los reyes godos, y recuperar valores del ser humano perdidos. Todo ello para competir en un mundo material absurdo que conduce a un caos desconocido. Esto reporta, a su vez, un cambio en el empleo clásico de las profesiones, de forma que habrá que potenciar profesiones mal pagadas e imprescindibles, como la ciencia, donde el español es solicitado por su creatividad, y tener el valor de pagar con un salario superior para conducir ese cambio necesario. Algo que hoy no ocurre, al menos en España. Y mil cambios más que harían muy larga esta exposición.
Es más, hasta la religión deberá quizá aceptar cambios en una institución tan cerrada, porque a la larga el desarrollo de esas situaciones nos abrirá nuevas espitas. Pues bien, en ese momento de nuestra historia aparece el trumpismo, variante del antes llamado fascismo que hoy se viste de votos y con dinero que compra absolutamente todo y que por lo tanto ya no necesita armas porque el dinero es la mayor arma de destrucción masiva y ellos lo tienen. Y en España con una derecha que está feliz con esa corriente que puede acabar con el país que muchos anhelamos. Un país plural al máximo, con un bien vivir, que podría estar a la cabeza del mundo aprovechando esta corriente creativa que dominara todo en un mundo distinto pero pleno de peligros potenciales si no se prepara bien. Y todo ello en el peor momento de la historia porque el conservadurismo estorba mucho ahora en donde todo es necesario cambiarlo.
Simplemente digo que la historia nos explica que jamás han querido votar a favor de cualquier cambio complicado porque ellos todo lo hacen para contentar a ese mundo trumpista que hoy persigue otros designios
Pero con para mí un extraño proceder que, respeto como cualquier voto, que es con el de personas de trabajos medios y bajos, de jubilados y hasta de gente que conoce la técnica. Y que deberían saber que el gobierno que puede liderar Feijóo/Ayuso no está capacitado para hacer esos cambios. Y no estoy diciendo que estas personas sean ignorantes. Simplemente digo que la historia nos explica que jamás han querido votar a favor de cualquier cambio complicado porque ellos todo lo hacen para contentar a ese mundo trumpista que hoy persigue otros designios, entre ellos eliminar a Europa de la competitividad. Algo que hoy está en manos de países muy potentes, o sea, EEUU, Rusia, China y algunos otros que se hacen fuertes en Asia, como India y los silenciosos japonese por su enorme tecnología. Y no nos olvidemos de países africanos que emergen como Nigeria que importan para vestirlos y comprarlos.
Pero Europa está en su ocaso, aunque culturalmente quizá esté a la cabeza, pero hoy eso ya se ha eliminado. Todo es economía. Y sin embargo España por la creatividad de sus gentes podría estar en la cabeza de esa situación. Por ello creo que entramos en una fase muy difícil de digerir si gobierna Feijóo/Ayuso que ya en comunidades donde lo hacen están dando muestras de su “valor”. Pero ahí estamos gracias a los votos de mucha gente. Incluso contra aquellos que yo admire en su día como Guerra o Leguina, de mi edad, pero es que no entienden que el mundo actual no es aquel. Y que ellos, como yo, quizá no veremos el cambio tan profundo que nos espera, pero es el mayor de la historia de la humanidad. Y lo digo porque me gusta la tecnología con la que siempre trabajé y ellos no saben hasta dónde podemos llegar, tanto de forma positiva como negativa.
Hacer ahora un Rajoy sería morir, porque tener en mente parámetros meramente políticos de aquella política de los tiempos que todos hemos vivido es algo que nos lleva a un parón del país ante el enorme desarrollo que se va a ver en menos años de los que nos creemos. Estamos usando ya la IA con profusión cuando no hay leyes ni normas sobre sus peligros, es un ejemplo. Y los que ahora viven ese nuevo mundo serán los poderosos del futuro, que no significa que vayan contra el poder económico actual capitalista, pero que deberán adaptarse al nuevo capitalismo de aquellos que queden como dueños del mundo y de la moneda modelo, y puede ser, casi seguro, que ya no serán esos EE. UU. que siempre nos han “protegido”. Y las comillas no es un error. Y está claro que nadie podemos presumir de saber el futuro, pero lo que sí sabemos muchos es que, si nos quedamos con lo de siempre, si son galgos o podencos, nos rebasarán hasta los gatos. Porque las liebres ya nos pasaron hace tiempo.
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Cesar Moya Villasante es socio de infoLibre.