Ana María Matute en El Escorial

Ana María Matute deja su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes en marzo de 2009

Con motivo del centenario del nacimiento de Ana María Matute (1925-2014) se ha celebrado en El Escorial, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense, un encuentro en homenaje a la autora, patrocinado por la Cátedra Planeta de Literatura y Sociedad, vinculada a la Universidad Internacional de Valencia.

No faltará quien se pregunte qué función desempeñan estas conferencias y debates, abiertos a aquellos que quieran matricularse. En esencia, creo que deberían de poder cumplir con los siguientes objetivos: rememorar la vida y la obra de la autora objeto del Homenaje, su trayectoria y el lugar que ocupa tanto en su generación (la de los niños de la guerra) como en el conjunto de la historia literaria; y fomentar el diálogo entre los conferenciantes, tanto en público como en privado, en paseos, comidas y cenas, pero también con los estudiantes (de diversas edades y procedencias, sean profesores, bibliotecarios o alumnos de doctorado), muy activos en este curso. Creo, además, que es esto lo que los alumnos esperan de un encuentro así; quienes en esta ocasión han tenido la oportunidad de conversar con los conferenciantes también en privado, solventar dudas e intercambiar opiniones.

No menos importante es que las ponencias sean variadas y que sus autores conozcan bien la materia. En este caso, tanto Ana Gavín, la secretaria del curso, como el que firma, hemos procurado que, aparte de los correspondientes profesores (José María Pozuelo, Maria Rosell y yo mismo), hubiera también escritores de ficción, narradores (José María Merino, Paloma Díaz Mas, Elvira Navarro y Ana Merino), a los que se sumaron Joan Oleaque, quien habló de la presencia de la autora en los medios, y Mari Paz Ortuño, comisaria de la exposición dedicada a la escritora en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid, y ahora en la Biblioteca Jaume Fuster, de Barcelona.

A todos ellos, habría que añadir dos visitantes: Carina Pons, de la agencia Balcells, que gestiona los derechos de Ana María Matute, y Emili Rosales, director de Destino, su editorial de siempre, que ha reeditado recientemente Primera memoria y Los niños tontos, y nos ha regalado una bolsa de tela con el rostro de la autora, que puede adquirirse en las librerías. Y no quiero dejar de recordar que, en 2022, la revista Ínsula le dedicó un monográfico con el título general de Ana María Matute en el bosque de las palabras

Siempre he pensado que el entorno, el lugar donde se celebran los cursos, es importante

"Créanse las historias de mis libros, porque me las he inventado": el regreso muy real de Ana María Matute

"Créanse las historias de mis libros, porque me las he inventado": el regreso muy real de Ana María Matute

Siempre he pensado que el entorno, el lugar donde se celebran los cursos, es importante, y El Escorial, por las características del pueblo, resulta un sitio idóneo, que nos ha permitido pasear y charlar en las comidas, y en las cenas en alguna plaza al aire libre, rodeados de árboles y del silencio del atardecer. En suma, creo que se han cumplido con creces las espectativas, sobre todo, si nos atenemos a las opiniones de los matriculados, pues todos dijeron marcharse satisfechos.

Lo más importante, ni que decir tiene, ha sido abordar la obra de Ana María Matute. Durante tres días, nos hemos ocupado de algunas de sus principales novelas (En esta tierra/Lucérnagas, Los hijos muertos, Primera memoria, La torre vigía y Olvidado rey Gudú), del conjunto de sus microrrelatos y cuentos, pero en especial de Los niños tontos y de las Historias de la Artámila.

Pero, además, se ha tratado de la persona y del personaje, de sus lecturas, de su creatividad, de cómo a veces confluyen en su obra diversas tradiciones estéticas (las sagas nórdicas, el expresionismo, la influencia de Faulkner, el tremendismo, el existencialismo, el realismo crítico, aunque ella lo denostaba, y lo fantástico y maravilloso), así como del lenguaje poético narrativo que utiliza, del punto de vista y de sus singulares personajes, que pueden ser también brujas o gnomos, o de los temas de la infancia y la memoria, del protagonismo de la Guerra Civil en su obra, del cainismo, la bondad y la maldad. En suma, del complejo y variado imaginario que maneja en sus narraciones, ya sean novelas, ya cuentos, microrrelatos o novelas cortas.  

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