Darío Adanti: "No hay democracia que se precie sin sátira política"

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El humorista gráfico y editor Darío Adanti declara la semana que viene ante un juez por una ilustración que hace sátira del navideño portal de Belén. La imagen, objeto de denuncia de Abogados Cristianos era la portada de Mongolia, la revista de la que es cofundador. Este jueves recoge en el Ateneo de Madrid, junto a sus compañeros Pere Rusiñol y Fernando Rapa, el Premio infoLibre Almudena Grandes a la Libertad de Expresión en nombre de Mongolia, tras una década de lucha por el humor libre. "Está claro que seguiremos ejerciendo nuestra libertad de cuestionar las creencias, las supersticiones y las instituciones que las defienden" asegura Adanti a infoLibre.

¿Cómo os habéis tomado que infoLibre os reconozca con el premio Almudena Grandes a la Libertad de Expresión?

Con mucha alegría y por partida triple: porque el premio sea a la libertad de expresión, que es el pilar fundamental por y para el que fundamos y hacemos Mongolia, porque es de infoLibre, medio independiente y hermano, y porque el premio lleve además el nombre de Almudena Grandes, una de los grandes referentes de las letras y de la democracia de nuestro tiempo. También te digo que esto puede acarrearnos un gran problema, porque como no tenemos oficina veremos ahora una lucha fratricida por ver quién se queda el premio en su casa.

 Sois un ejemplo claro de defensa al límite de la libertad de expresión. ¿Qué batallas tiene abiertas en los juzgados ahora mismo Mongolia?

Ahora tenemos abierta la demanda que nos puso Manos Limpias por “ofensa a los sentimientos religiosos” por nuestra portada de diciembre pasado, pero tenemos aún pendientes tres más, una de Abogados Cristianos, una de Hazte Oír y otra de una agrupación carlista, que quiero entender que son esos que en las manifestaciones contra la amnistía van con la bandera con el aguilucho y que se arrodillan en la calle para rezar por una España sin pecados. Imagínate qué rollo, una España sin pecados… Olvídate de la literatura, el cine, el teatro, el cómic y la música, que son todas actividades que derivan del pecado, desaparecerían. España sería la cosa más aburrida del planeta y todo para ganar un cielo en una vida en el más allá que ni siquiera existe…

¿Cómo estáis afrontando estos costosos procedimientos judiciales?

Todas las batallas judiciales las afrontamos gracias a las campañas de micromecenazgo que hacemos cada año. Y siempre las hacemos, además, para editar algún libro que ayude a marcar territorio en la defensa de la libertad de expresión. Ahora estamos con una campaña en Verkami para editar el libro con las columnas anticlericales del gran periodista Manolo Saco que ha ido publicando en diferentes cabeceras periodísticas desde hace más de 30 años y que se llamará “Dios no existe (probablemente)”. Con esta campaña editaremos el libro y reforzaremos la caja de fondos para la defensa de las demandas que nos caen y que nos seguirán cayendo mientras nuestros representantes no reformen el Código Penal y quiten esos artículos desfasados que atentan contra la libertad de expresión. Porque está claro que seguiremos ejerciendo nuestra libertad de cuestionar las creencias, las supersticiones y las instituciones que las defienden.

¿Os sentís apoyados por la profesión periodística y, sobre todo, por la gente?

La verdad es que sí. Cada vez que nos pasa algo así, tanto amenazas como demandas, una gran parte de la profesión se vuelca en apoyarnos, entrevistarnos, darnos visibilidad. Siempre la prensa progresista, claro; la otra, la conservadora y reaccionaria sólo publica algo sobre nosotros cuando alguna portada provoca escándalo, pero no nos apoyan cuando nos caen las demandas. Y nuestros suscriptores y suscriptoras son lo más, no sólo nos apoyan como lectoras y suscriptoras, sino que nos dan visibilidad en redes, participan en los verkamis, vienen a vernos al show y a las locuras que hacemos… Sabemos que no estamos solos y eso siempre es una tranquilidad, porque si uno hace una revista independiente es porque cree que en este mundo individualista hace falta crear comunidad y porque le gusta el trabajo gregario. Hay una España laica, republicana, ilustrada y tolerante que siempre ha estado ahí y que sigue estando ahí. Y no es pequeña ni mucho menos. La España moderna, entendido ‘moderno’ como los valores de la ilustración, ha padecido persecuciones, represión, dictadura, pero su herencia se traspasa de generación a generación y se expande, no sin dificultad, pero crece.

 ¿Qué reflexión hacéis sobre que en un país como España los creadores tengan que declarar ante un juez por chistes sobre Dios o la Virgen María?

La reflexión que hacemos es que ahí, en el artículo 525 que penaliza la ofensa a los sentimientos religiosos, se puede ver el esfuerzo institucional de la España reaccionaria que se cuela cada vez que la España moderna logra hacer avanzar a nuestra sociedad. Esta lucha viene ya desde el siglo XIX. Los liberales de las Cortes de Cádiz, la primera República y la segunda República, y por otro lado los Borbones, Primo de Rivera, Franco y la Iglesia Católica. Eso sigue allí, sólo que el contexto internacional y regional europeo nos da ventaja para que podamos avanzar a pesar de estas piedras en el camino que nos cuelan día sí y día también, esa otra España ultramontana y flipada que sueña con volver a un pasado mítico que nunca existió, son esa España que se ha manifestado últimamente rompiéndolo todo y acosando a políticos. Pero a pesar de esto, avanzamos, y si no creyera que podemos lograr derogar ese artículo y otros que atentan contra la libertad de expresión, como el de Injurias a la corona y enaltecimiento del terrorismo, no haríamos Mongolia.

Somos nigromantes que necesitan ser castigados para que Dios siga teniendo a España como su pueblo elegido

¿Qué coste personal está teniendo para vosotros todo este acoso judicial de grupos ultras?

Es cansino y costoso. Hay que buscar el dinero para afrontar la defensa, te lleva tiempo, pierdes días yendo a los juzgados… Pero para esto hicimos Mongolia, para ensanchar los límites de la libertad de expresión y teníamos claro desde que la fundamos que no iba a ser una revista de chistes sin más, tiene un objetivo, dar la batalla a través de la creación satírica y el periodismo, y esa batalla se puede ganar sólo de dos formas: creando conciencia de qué es la libertad de expresión y luchando en los tribunales y políticamente para derogar esos artículos del Código Penal. Así que si bien es cansino, sarna con gusto no pica…

 Para muchos de vuestros seguidores sois el Charlie Hebdo patrio. ¿Habéis tenido alguna vez miedo?

 Sí, la verdad es que yo particularmente he tenido miedo varias veces. No un miedo paralizante, pero el miedo está ahí. Cuando me llegan a mi cuenta personal de las redes amenazas de muerte, “si te veo te mato”, “te arranco la nuez”, “ten cuidado al cruzar la calle”... pues sí, te acojona y ese día si salgo miro para todos lados. También tuvimos tensión cuando vinieron como 20 macarenos a nuestro show en Sevilla y se levantaron de sus butacas y vinieron al escenario a pegarnos; no pudieron gracias a nuestro público y a la seguridad del teatro. Lo mismo en el show en Cartagena cuando nos montaron una manifestación en la puerta del teatro y nos tuvo que proteger la policía porque hubo disturbios y eran muchos. Y mucho más cuando España 2000 nos amenazó de muerte si hacíamos nuestro show en la Rambleta de Valencia. La policía nos dijo que las amenazas había que tomárselas en serio. Menos mal que había ganado la moción de censura y había un gobierno progresista que nos llamó y nos mandó protección policial. Hicimos dos shows en Valencia con policía en la entrada, entre el público, y policía armada detrás del escenario. Nos alojaron en una casa rural y nos recomendaron no salir por la ciudad… Esas cosas te hacen pensar que aunque los fanáticos locos sean minoría, uno solo te la puede liar parda.

 ¿Por qué los grupos ultrarreligiosos están obsesionados con el humor?

Marisa Paredes, el sindicato de mujeres futbolistas, Los Javis, Consuelo Ordóñez y 'Mongolia', Premios infoLibre

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 Porque el humor, sobre todo el satírico, es una herramienta cultural que nos viene desde el pasado más remoto. En la antigüedad, los cazadores recolectores usaban la sátira como magia para echar maldiciones a distancia a sus enemigos. Los griegos la usaban como parte del ritual de Dioniso, el dios del vino y la catarsis. Luego con la Ilustración se convierte en un arma simbólica de la razón, pero como los fanáticos son supersticiosos, sobrevive en ellos el concepto primitivo de la brujería; los satíricos, para ellos, somos nigromantes que necesitan ser castigados para que Dios siga teniendo a España como su pueblo elegido en su cruzada contra los infieles. Aunque no se pongan pasamontañas y mochilas bomba, su pensamiento es el mismo que el del terrorismo islamista.

 ¿Hay Mongolia para rato?

Sin duda. No hay democracia que se precie sin sátira política. Y creo que la sátira tiene que ser independiente para poder ser libre. Tenemos una comunidad increíble y hay gente en España, en esa España moderna, que sabe el valor de la suscripción para poder mantener medios independientes que, de otra forma, desaparecerían. Y si ves las manifestaciones ultras de estos últimos días, te das cuenta de que hay que seguir luchando por la democracia con las armas que tenemos: la sátira y el periodismo en el contexto de la opinión pública. 

El humorista gráfico y editor Darío Adanti declara la semana que viene ante un juez por una ilustración que hace sátira del navideño portal de Belén. La imagen, objeto de denuncia de Abogados Cristianos era la portada de Mongolia, la revista de la que es cofundador. Este jueves recoge en el Ateneo de Madrid, junto a sus compañeros Pere Rusiñol y Fernando Rapa, el Premio infoLibre Almudena Grandes a la Libertad de Expresión en nombre de Mongolia, tras una década de lucha por el humor libre. "Está claro que seguiremos ejerciendo nuestra libertad de cuestionar las creencias, las supersticiones y las instituciones que las defienden" asegura Adanti a infoLibre.

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