Cómic

Ibáñez: “La gente se ríe más con lo que dicen los políticos que con lo que hacemos nosotros”

Francisco Ibáñez, imitando el gesto favorito de su particular 'tesorero'.

INFOLIBRE

El dibujante Francisco Ibáñez ha celebrado los 200 números de los álbumes de Mortadelo y Filemón con una nueva historia titulada El tesorero (Ediciones B), que saldrá a la venta mañana miércoles, protagonizada por un personaje que recuerda al extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas si bien el autor ha negado interés en "hacer crítica social".

"El tesorero es un personaje que surge de pura casualidad, quizás de manera inconsciente al ver todo lo que salía en televisión y radio. Pero no me aprovecho de él para criticar su forma de hacer, de pensar o de maniobrar, sino para que haya mil gags", ha explicado Ibáñez en la presentación, recogida por Europa Press.

La trama de El tesorero presenta numerosas similitudes con la actualidad, partiendo de un ministro del peculio (también con cierto parecido a Cristóbal Montoro) que hace un encargo a la T.I.A., tras comprobar que la tesorería del Partido Papilar ha sido saqueada. 

La misión de los dos agentes será la de vigilar al tesorero de esta formación, con tendencia a levantar el dedo corazón en determinadas situaciones. "Pensé en cómo diferenciar a este personaje de los de siempre, y me acordé de una serie en televisión de marcianitos que bajaban a la Tierra y tenían esos dedos gordos", ha justificado el dibujante.

En cualquier caso, ha reiterado que su interés no estaba enfocado en la crítica a políticos. "No quería que la gente leyera el cómic y dijera sobre los personajes: mira ese tío, qué mal lo hace. Para eso ya está el crítico social y político, yo solo quiero que la gente que lo está pasando mal coja mi libro y disfrute", ha indicado.

En este sentido, Ibáñez entiende que El tesorero recuerda a "aquellas peliculitas antiguas llamadas de celuloide rancio" en la que no existe un interés por la película en global sino por la sucesión de gags que recorren la obra.

Los peligros de llevar al cómic personajes con cierto parecido a personas con cierta relevancia no le han generado problemas a este dibujante, quien ha reconocido que el auténtico riesgo existía durante el franquismo con la censura, época en la que "tenía que andar con pies de plomo".

"No hago críticas sangrientas"

"Pasada esa etapa se han podido hacer todas las cosas, partiendo de la base de que yo no hago críticas sangrientas. El que se vea retratado en un personaje no es para ponerme un pleito", ha destacado, tras recordar alguno de sus incidentes con la oficina de censura.

En concreto, Ibáñez ha señalado un episodio con El 13 rue del percebe, aquel edificio peculiar ocupado por inquilinos de diversa índole. "Había un personaje que era el Dr. Frankenstein, que cada tira inventaba un nuevo monstruito, hasta que un día fue tachado de censura argumentando que 'qué era eso de crear personas vivas cuando solo lo podía hacer el Sumo Creador'", ha comentado entre risas.

Quizás esa falta de 'sangre' en el retrato sea el motivo por el cual Ibáñez "nunca" ha tenido quejas en contra de sus creaciones. "Como mucho, silencio absoluto", ha matizado, tras apuntar por ejemplo que el expresidente del Gobierno Felipe González --representado por el dibujante en más de una ocasión-- era un gran fan de sus historietas.

En esta misma línea, entiende que quizás sean los propios lectores los que aporten un "trasfondo político" a sus personajes, viendo más allá de sus intenciones humorísticas iniciales. "Alguno me ha venido diciendo lo acertado que estaba con la miopía de Rompetechos, o el retrato que hacía de los políticos con Pepe Gotera y Otilio, que todo lo estropeaban", ha aseverado.

Sin jubilación

De cualquier manera, ha dado su opinión al respecto de la actuación de los políticos españoles. "A veces digo que nos hacen la competencia desleal a los dibujantes, porque la gente se ríe más con lo que dicen ellos que con lo que hacemos nosotros. Pero qué le vamos hacer, es la competencia", ha explicado con humor.

El tesorero saldrá a la venta mañana miércoles 8 de abril ya en su segunda edición -debido a la demanda de las librerías- con una tirada acumulada de 50.000 ejemplares. Desde la primera tira publicada en el año 1958 en la revista Pulgarcito, Mortadelo y Filemón cuentan con 1.200 páginas editadas y más de 29 millones de ejemplares vendidos.

A sus casi 80 años de edad, Ibáñez ha confesado con una sonrisa que se querría jubilar ya pero "los gerifaltes" de la editorial se lo "impiden". "No me hacen ni caso, me cogen y me dicen: 'mira, este es el planning' para el próximo año", ha bromeado.

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Sueldecitos bajitos

A día de hoy, el autor ya trabaja en su nuevo trabajo con los dos agentes de la T.I.A., Sueldecitos más bien bajitos, en la que volverá a la actualidad para hablar de las rebajas de sueldos que afectarán a Mortadelo y Filemón, obligados a buscarse un segundo empleo para sobrevivir. "Lo bueno de trabajar con la actualidad es que cada nuevo tema me lo de la prensa y encima no pago derechos de autor. Es maravilloso", ha destacado.

A estos éxitos en papel se le suma las adaptaciones recientes en la gran pantalla de la mano de Javier Fesser, con las que Ibáñez se ha mostrado "totalmente de acuerdo". "Tienen dinamismo, vivacidad...al contrario que los dibujos animados que se habían hecho antes con mis personajes: más bien parecían desanimados", ha concluido.

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