Stanley Kubrick, elevado a la enésima potencia en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

'El resplandor' en la exposición de Stanley Kubrick en Madrid

Adentrarse en la mente de Stanley Kubrick para descubrir a fondo su obra mientras paseas por el inquietante pasillo del Hotel Overlook (El resplandor, 1980) o te sientes en el interior de la nave Discovery 1 (2001: una odisea del espacio, 1968). Esa es la propuesta de la nueva exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid, que cuenta con más de 600 piezas de toda la carrera cinematográfica de uno de los referentes culturales esenciales del siglo XX.

Stanley Kubrick: The Exhibition, que abre sus puertas este martes y podrá visitarse hasta el próximo 8 de mayo de 2022, traza un itinerario singular que permite rodearse de las atmósferas de las películas del cineasta. Un recorrido repleto de claves para entender su trascendencia como director de cine único y que es, en definitiva, una invitación a sumergirse en el universo propio que fue construyendo en cada una de sus películas. 

Entre la multitud de variopintos objetos de la muestra hay fotografías, atrezzo, planes de rodaje, cámaras, maquetas, objetivos, claquetas, guiones, cuadernos de notas, ilustraciones, storyboards, correspondencia y vestuario (el traje blanco de Alex DeLarge en La naranja mecánica, de 1971, o el casco de 'born to kill' de La chaqueta metálica, de 1987), así como una cuidada selección de material audiovisual. 

La trayectoria artística de Stanley Kubrick está representada al completo: sus inicios como fotógrafo en Look Magazine, su pasión por el ajedrez, sus primeros pasos tras la cámara con sus documentales, las películas de aprendizaje como El beso del asesino, los largometrajes que fueron construyendo su prestigio -Lolita o ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú- y sus grandes obras maestras, sin descuidar aquellos otros proyectos que nunca llevó a cabo, como Napoleón, y que perfilan su perfil de creador total.

Para la comisaria de la exposición, Isabel Sánchez, Kubrick es un "innovador" que documenta a la perfección el paso del cine clásico al moderno. "Un humanista, conocedor del ser humano en su parte negativa y en la positiva", ha remarcado este martes en la inauguración de la muestra, donde ha defendido, asimismo, que sigue "tan actual y moderno porque trata temas universales que nos llegan absolutamente a todos".

Así, los temas que vertebran la exposición son su mirada única, su gran capacidad para recrear espacios y atmósferas singulares, su particular forma de articular las historias, su sensibilidad para adaptar relatos y novelas a la gran pantalla, su ironía y especial sentido del humor, una difícil relación con el deseo, la guerra y su minuciosidad para estudiar los mecanismos de la historia y del poder.

Antes de su llegada a Madrid, esta retrospectiva ha viajado por todo el mundo en diferentes formatos. En total, la muestra ya ha recibido más de un millón y medio de visitantes en su recorrido internacional por ciudades como Los Ángeles, Seúl, São Paulo, Melbourne, Toronto, Berlín, París o Londres. También pasó hace tres años por Barcelona, aunque la propuesta del Círculo de Bellas Artes (CBA) quiere marcar diferencias.

"El discurso de esta exposición es diferente", remarca el director del CBA, Valerio Rocco, quien explica que mientras en Barcelona seguía un orden estrictamente cronológico, aquí parte de un planteamiento temático que por un lado analiza sus inicios y proyectos inacabados mientras, por otro, manifiesta cómo toda esa primera etapa reverbera en sus trece grandes largometrajes.

No es una exposición para fans. Cuando una mira todo lo que ha hecho ve que casi todo son grandes éxitos así que, dentro de eso, hemos hecho una selección muy destilada

Por su parte, el director de la productora Sold Out, Rafael Giménez, remarca que "Kubrick es uno de los grandes iconos de la cultura popular del siglo XX", y explica que su obra "permite hacer un discurso algo más erudito y técnico para los más cinéfilos, pero también otro más abierto al público en general por su contribución a la psicología humana y a los grandes temas".

"No es una exposición para fans de Kubrick. Siempre intentamos hacer exposiciones fundamentalmente masivas para que la gente pueda aproximarse al artista. Cuando una mira todo lo que ha hecho ve que casi todo son grandes éxitos así que, dentro de eso, hemos hecho una selección muy destilada para meterse un poco más profundamente en su universo", plantea Giménez.

Como curiosidad, esta muestra también documenta al detalle el paso de Stanley Kubrick por Madrid, cuando a finales de verano de 1959 desembarca el staff estadounidense en la capital para rodar las escenas adicionales de Espartaco. Así, el visitante descubrirá los planes de rodaje y fotografías del director filmando la gran batalla final de la película en Colmenar Viejo y podrá ver un vídeo con reveladoras declaraciones de dos de los profesionales españoles que trabajaron en su equipo.

Un viaje, en definitiva, desde el presente al pasado para entender el futuro anticipado hace ya varias décadas por un cineasta visionario como pocos. Y para que la experiencia sea completa, el CBA propone también actividades complementarias como conferencias, encuentros y proyección de largometrajes en su Cine Estudio. "Es un plan magnífico venir a la exposición y después ver alguna película. Esta exposición quiere, de algún modo, acompañar el visionado de sus películas", remata Valerio Rocco, satisfecho de elevar a Stanley Kubrick así a su enésima potencia.

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