Un lenguaje diferente

Laura Nicastro

Un lenguaje diferente

Se dice que en la aurora de los tiempos mar y cielo fueron separados. Desde entonces –como amantes– ambos tratan de recuperar la unión primigenia. En vano: uno es densa agua salada; el otro, apenas aire leve.

A menudo el mar (por acariciar el firmamento) lanzó potentes olas. Con furia, empujó masas líquidas a lo alto. Siempre fracasó.

Animado por idéntica pulsión, el cielo quiso descender: se retorció en oscuras nubes orladas de blanco que mimaban las crestas turbulentas. Los truenos repitieron el fragor de las aguas. Los rayos dieron luz a la monstruosa superficie. Al verse en el alto espejo tormentoso y estéril, el mar detuvo su ímpetu. Transformó las olas en corderos de espuma que lamían la arena con ternura. El cielo comprendió: sus nubarrones viraron a delicados cumulus teñidos por el sol poniente. Así ambos amantes dialogan en un lenguaje especular que ya lleva milenios.

Cuando el cielo y el mar se remedan ¿serán cartas de amor de una relación arcaica?

 

La gota que rebasa el vaso

Por ser la última, siempre la han condenado. Dada su involuntaria función negativa hasta ocupa un lugar destacado en el habla cotidiana y todos la mencionan cada vez que se presenta la oportunidad.

Literhartura

Acaso añore que algún día se alce una voz para hacerle justicia e involucre a la mano irresponsable que la precipitó al abismo.

 

* Laura Nicastro nació en Buenos Aires en 1946. Estudió Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Habla con fluidez alemán, inglés y francés. Comenzó a publicar en los años 80 y su narrativa abarca cuentos, novelas y microrrelatos. También ha escrito obras de teatro breve que fueron representadas en Buenos Aires. Sus textos forman parte de diversas antologías y se han traducido al francés, húngaro, griego y alemán.

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