El balcón - Ana García Negrete
Ediciones Sonámbulos (2021)
Ana García Negrete es ella, única, irrepetible, lo mismo que su poesía: una forma de mirar el mundo, de proponer versos, de compartir y saber que lo que se sabe debe tener un reflejo en la sociedad y en la familia. Su forma de mirar es honesta y firme, decidida y verdadera, precisa, preciosa y elocuente.
El balcón es uno de esos libros sorprendentes. Como bien reza en los titulares de la prensa local, de hace cuatro años, cuando se presentó en la librería Gil de Santander, es una invitación a "volver a mirar siempre". Guillermo Balbona comienza el artículo con las siguientes palabras: "Más allá de nosotros continúa la raíz que se prenda de las cosas invisibles, atraídas a su imán, o imán que seductor cautiva las palabras. Así la poesía con nosotros. Estas palabras están tomadas del final de un prólogo que no lleva firma pero que imagino, sé, que está escrito por Ana. Es un prólogo poético, imaginativo. En él entre otros asuntos habla de la humanidad. No podía ser de otra manera. Afirma: Si llegáis sin que sea necesario pedir permiso a nadie y os andáis curioseando entre las páginas que otros dejaron, veréis los asuntos donde la humanidad se enreda empecinada, y también la pérdida de lo que más se quiere aunque nadie lo sepa. (…)".
He descubierto tarde este magnífico libro y lo he leído con avidez: primero despacio, luego con rapidez, algunos versos los he leído en voz alta. El poema Demasiada presencia me ha parecido impresionante: "Cuando salió de casa con sus cosas me dijeron / que un cambio de cuarto podría venirme bien. / Demasiada presencia. (…)".
A caballo entre la poesía y la prosa poética, el poemario nos invita a volver a mirar, a reconocer las historias que nos pueblan, que nos han hecho ser como somos, que reclaman su lugar en el álbum de fotos de nuestra vida, de los diferentes tiempos pasados y presentes. Y ahí está la poesía, la suya, la que madura despacio. Porque García Negrete no es una autora que se prodigue mucho, sus publicaciones se espacian en el tiempo y son fruto de trabajo, esencia, miradas sobre el ser y estar, sobre el mundo y una reflexión íntima y profunda. Opina que la poesía "nos hace detener durante el tiempo que estamos conversando con ella el ritmo trepidante del día. Y nos lleva a otro territorio aún por definir, pero atrayente, que sosiega el pensamiento acelerado y las conclusiones precipitadas".
"Algunas noches me persigue / un sueño recurrente. / No volveremos a vernos ni a salir del refugio. / Queda un pañuelo que flota en la ventana / para decir adiós a los amigos. // Mi hija vive sola a cientos de kilómetros. / No puedo contarle bien las cosas / a pesar el teléfono y las fotos. / Tampoco cogerle de la mano /como a ella le gusta". La mano de mi hija es el título de un poema que me ha emocionado profundamente.
Ver másCoser y cantar
Sé que está terminando un nuevo libro. Estoy impaciente por leerlo, olfatearlo, extraer su jugo que seguro será hermoso y necesario, salutífero y mordaz, sin pelos en la lengua de las palabras que utilice, ni doblez en las sentencias que proponga, porque ella, Ana García Negrete tiene una presencia nominal que, como afirma Sonámbulos, su editorial, es una de las voces imprescindibles del panorama poético nacional. Yo estoy totalmente de acuerdo. Si no conocéis su poesía, buscadla, leedla y veréis que es honesta, hermosa y verdadera.
* Nieves Álvarez es profesora, escritora, poeta, investigadora y artista plástica. Pero, sobre todo, ávida lectora.