Depresión Sonora, a punto de nuevo disco: "Estamos cada vez más solos, conectados a Internet, pero aislados"

“Me va la vida en esto, no tengo nada más / Oh, Dios, cuántos pecados con tan solo esta edad / Me va la vida en esto, y me va a matar / No se que me espera y si esto es real”. Marcos Crespo (Vallecas, 1997), más conocido como Depresión Sonora o Markusiano, recita estas palabras en su última canción Me Va la Vida en Esto. Siguiendo su estela anterior, el madrileño vuelve a poner palabras a su generación, aunque él evite ese título de “voz generacional”. 

Tras el verano, publicará su nuevo álbum Los Perros No Entienden Internet, un proyecto muy distinto a su debut El Arte de Morir muy Despacio, que vio la luz en 2022. Mientras tanto, Crespo no ha parado, con giras en Latinoamérica, Estados Unidos y España, una participación en Coachella, uno de los festivales más grandes del mundo, y un EP llamado MAKINAVAJA (2024). Solo en este último año ha conseguido poder terminar su próximo proyecto. De él habla con infoLibre

Desde 2020 estás detrás del proyecto Depresión Sonora. Si tuvieras que describirlo de alguna forma, ¿cómo lo harías?

Es un proyecto musical de carácter oscuro que mezcla instrumentos musicales con elementos sintetizados, como baterías electrónicas, sintetizadores, etc. En el cual se tratan temáticas introspectivas, personales y cotidianas. 

El nombre Depresión Sonora es muy contundente y marca una separación entre el proyecto y tú como persona. ¿Lo usas también como una manera de crear un personaje?

Realmente no. Al principio fue simplemente por no utilizar el nombre que tenía en ese momento como alias en internet mientras sacaba música, que era Markusiano. Ese nombre no me cuadraba con lo que estaba haciendo, y el de Depresión Sonora surgió por una broma con un amigo mío por el nivel de presión de un altavoz, (De)presión sonora. Me lo puse con cero expectativas de nada y al final se quedó. Creo que le pega, al ser un proyecto oscurillo.

La fórmula que sigue cada músico en el proceso de composición es distinta. Hay quien va poco a poco, otros que tienen una idea colectiva de cómo será su album... ¿En qué lado estás tú?

No me gusta tener demasiadas limitaciones, sobre todo con el disco que acabo de hacer, pero si me gusta tener una línea porque si no podría acabar haciendo cualquier cosa. Si quiero contar algo de una forma determinada eso ya me lleva por un sitio o por otro y acaba guiando todo el proyecto. Aun así, un mismo proyecto puede ir variando con el tiempo, aunque me gusta dar continuidad a las cosas. 

En alguna ocasión has expresado que describirte como negativo o nihilista es no entender el proyecto o ser injusto con él ¿Qué crees que no se entiende? 

A ver, tampoco es que sea mentira, hay mucho de nihilismo, pero creo que también hay mucha luz dentro del proyecto. Al final lo que acabo tratando son un montón de claroscuros. Sigue teniendo una perspectiva bastante nihilista y existencialista pero para el público que le gusta Depresión Sonora eso acaba significando como una comprensión, un apoyo, que hace que, dentro de los claroscuros que tiene la música, te acabe llevando a un lugar luminoso. 

Son canciones muy liberadoras al final... Pero la letra que recitas siempre es muy dura, ¿intentas que la base de la canción haga de balance a esta dureza?

Totalmente, me gusta hacer música bastante rápida para dar un empujón a la canción. Digo cosas que pueden ser duras y yo mismo me vendría abajo si no hiciera los instrumentales que hago. Hace que todo camine y avance con fuerza para que si estás en uno de mis concierto te den ganas de saltar, gritar y volverte loco. 

Empezaste a hacer música de forma más seria a raíz de la pandemia ¿Cómo surgió?

Fue básicamente porque tenía tiempo para hacer cosas, que es algo que la vida a veces te pone bastante difícil. Incluso antes de que empezara la pandemia deje el trabajo y estaba acabando la universidad a la vez. A raíz de eso, tuve el espacio mental, la tranquilidad y el tiempo para, no solo hacer música, sino también poder hablar con amigos, jugar a videojuegos, ver películas, dormir mucho... Y entre todo eso, apareció lo de hacer música, que siempre me ha gustado. Tener el espacio mental, el no estar ocupado con cosas que, en parte, no son mías, me permitió hacer cosas para mí. 

¿Y cómo ha evolucionado tu forma de trabajar la música ahora que no puedes tener esa pausa? 

Es complicado porque creo que todas las personas que quieran crear algo desde cero que sea personal, necesitan el espacio mental y es difícil encontrarlo. Por eso he tardado tanto tiempo en acabar este, el anterior lo grabé en 2021 y salió al año siguiente. Creo que al final ha sido que me he visto profesionalizando la música, girando por un montón de sitios, fuera de España y trabajando en más proyectos. Este año he dejado varias cosas y he podido volver a sentarme y dedicarle ese tiempo. 

En tu canción Dónde están mis amigos dices que tu familia la has elegido ¿Cómo de importante es tener una red sólida o una comunidad en la que apoyarte?

Es muy importante tener una red, ya sean tus amigos, tus familiares, tu pareja... Pero es muy difícil trabajar en ello y cuidarlo. Yo soy un poco desastre con eso, pero vivo con mi pareja Alejandra, ella cuida mucho a sus amigos y a los míos y me anima a hacerlo a mí. Acabo teniendo esa red y esa es en la que te apoyas. Es lo mismo con toda la gente con la que toco en directo, estamos muchísimas horas juntos, somos muy amigos todos y eso también es muy importante. Pero si que creo que hay un trabajo ahí detrás, que no hay que descuidar, que muchas veces la vida adulta nos anima a dejar de hacerlo, a desconectar de todo lo que nos hace felices y de las amistades y la familia. El otro día leí una cosa muy divertida, decía que la vida es muy aburrida sin misiones secundarias. No hay que olvidarse de hacerlas de vez en cuando. 

Ahora que la música española de tu generación está dando un salto con artistas o grupos como Carolina Durante, Alcalá Norte, Rusia IDK, Judeline, Amaia… ¿habéis creado comunidad entre vosotros?

Sí, todos nos llevamos muy bien, incluso comparto músicos con Alcalá Norte. Se han hecho gigantes, a Alcalá Norte les está yendo genial, parecía que las bandas habían desaparecido, aunque nunca ha sido así, pero ahora tienen más visibilidad. Y creo que es guay, porque la gente joven, cuando ve algo más grande le da importancia, entonces estoy encantado de que se le dé mucho más valor a la música que hacemos. 

¿Y a la hora de componer prefieres estar solo o te gusta componer en conjunto? También eres productor para otras personas.

Pues, justo lo que te comentaba antes sobre que he tenido que dejar varias cosas era sobre esto, ya no compongo para otra gente, me cansé. 

¿Y eso por qué?

Porque es un poco desagradecido por muchas cosas de detrás de la industria, ya no me siento yo mismo y, sobre todo, no tengo la necesidad. Ahora mismo, estoy solo con Depresión Sonora, porque puedo vivir de ello y estoy encantado. Para este proyecto necesito estar completamente en soledad, creo que por mi personalidad, porque me cuesta mucho que salgan cosas habiendo gente cerca, me siento presionado o cohibido. Solo he compuesto una canción con gente cerca para este disco, porque me contaron una historia que me pareció bonita y me sirvió de inspiración. 

En Parte II: La Abrazo con Fuerza (Carta a la Soledad) dices que "la soledad es enfermedad de hombres" ¿Estamos ahora más solos?

Pero muchísimo más, si. Vengo de una familia muy de pueblo y siento que se ha perdido mucho la sensación de comunidad y apoyo. Yo vivo cerca del centro de Madrid y no conozco a ningún vecino, creo que eso antes era imposible. Estamos cada vez más solos, muy conectados a internet, pero aislados. 

Muchas veces has dicho que Internet ha sido tu refugio ¿Cómo ha cambiado esta relación con los años?

Ha cambiado mucho con los años, pero sigo picando como la mayoría de gente. Pero creo que antes, en algún punto, era más colaborativo, cooperativo o formativo, ibas a aprender no a distraerte. Ahora, el 90% del tiempo en el que entras es para disociar y quedarte en blanco. No se usa como algo lúdico o para buscar intereses sino que la mayoría del tiempo lo que se busca es desconectar la cabeza y desaparecer un rato. No sientes nada. Se pasa de una cosa a otra demasiado rápido y yo creo que sí, que ha cambiado mucho. 

Pero sigue siendo necesario el uso de Internet...

Claro, porque al final el problema no es Internet. Se ha convertido en cuatro empresas gigantes que se pelean por la atención de los usuarios. Entonces es difícil. Creo que tendría que haber una concienciación, una regulación y muchas cosas más para que se pudiera usar Internet de una manera mucho menos tóxica. No tiene pinta de que vaya a cambiar. 

Los conciertos son lugares donde la gente puede escapar de la soledad y de Internet, ¿cómo lo sientes tú?

Me parecen sitios geniales para hacer comunidad. En una ciudad puedes estar muy desconectado y muy aislado, los conciertos son un punto de reunión donde poder conocer a gente parecida a ti. Puedes observar también cómo se comportan, como se visten… Hacer una especie de comunidad, sentirte menos solo, hacer cosas fuera de casa. Aunque bueno, al final implica una forma de consumo ir a un concierto, también soy muy partidario de sentarse en un banco o dar un paseo.

Justo hablando de consumo. Ahora se está viendo como muchos conciertos superan los 100 euros por la entrada más barata o crean colas virtuales interminables ¿Qué opinión tienes de este cambio en la industria que la hace más inaccesible?

Me parece una locura. Tiene que ver con las redes sociales, con el no querer perderse algo, antes que con la parte creativa o emocional de simplemente conectar con algo. Parece que es solo por hacerte la foto, al final lo veo muy vacío y muy carente de personalidad y de imaginación. Es absurdo, pero al final picas por las campañas de marketing que hacen, porque los promotores intentan hacerse lo más ricos posible. 

Antes de verano se conoció que uno de los inversores en varios festivales españoles es el fondo proisraelí KKR. Varios artistas se han retirado de los carteles de festivales como el Sónar, el Viña Rock o el Arenal Sound para mostrar su rechazo al Genocidio ¿Qué opinión tienes de todo esto?

Me parece perfecto que se retiren. Cuando te contratan en un festival que esta financiado por un fondo que financia a su vez un genocidio, no esta de más pedir explicaciones para saber que va a pasar con todo ese dinero que vas a generar tú. Las explicaciones han sido bastante escuetas, en la mayoría de casos. Además, es un acto simbólico, hay que hacerlo. 

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Y ya luego, los artistas que han entrado a sustituir, me parece de lo más rastrero que se puede hacer, es lo más esquirol. Creo que está completamente justificado que se hayan retirado, muchos festivales no van a poder llevar a un montón de músicos a partir de ahora mientras esto siga así. 

¿Qué te ha parecido que varios artistas cabeza de cartel optaran por actuar?

Habría que ver el contexto de cada uno de ellos para saber por qué lo han hecho o por qué no, pero muchos son artistas grandes que pueden permitirse perder ese dinero aunque sea muy representativo. Al final son gestos y demuestras cosas. No lo aplaudiría en ningún momento, pero tampoco creo que haya que linchar. 

“Me va la vida en esto, no tengo nada más / Oh, Dios, cuántos pecados con tan solo esta edad / Me va la vida en esto, y me va a matar / No se que me espera y si esto es real”. Marcos Crespo (Vallecas, 1997), más conocido como Depresión Sonora o Markusiano, recita estas palabras en su última canción Me Va la Vida en Esto. Siguiendo su estela anterior, el madrileño vuelve a poner palabras a su generación, aunque él evite ese título de “voz generacional”. 

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