Repion: "La responsabilidad de la ausencia de mujeres en los festivales está en los promotores, no en nosotras"

Conciertos, grabaciones, colaboraciones. Kilómetros, estudios, escenarios, locales de ensayo. Las hermanas Marina y Teresa Iñesta no paran y han convertido a Repion, con esa furia melódica de inspiración noventera tan suya, en una de las bandas de la escena independiente de las que de repente todo el mundo habla. Llevan ya casi quince años de canciones pero la sensación es que con su nuevo disco, 201 (Mushroom Pillow, 2025), ha llegado su momento. De eso y otras muchas cosas hablamos con Teresa Iñesta, mitad del dúo, compositora, baterista, voz y lo que haga falta para seguir dando caña.

¿Cómo lleva Repion los días posteriores al lanzamiento de un nuevo álbum?

Muy contentas, la verdad. La gente se ha interesado un montón. Llevamos tanto tiempo como grupo que ya hemos pasado por eso de sacar canciones y que a todo el mundo le da igual (risas). Por eso, para nosotras es la bomba ahora que sacamos canciones y a la gente le interesa y las disfruta.

Acabáis de llenar el Teatro Barceló de Madrid y el próximo octubre de 2026 tocaréis en La Riviera, después de un verano con muchos festivales. ¿Sentís que es algo así como el momento de la verdad o eso en realidad no existe?

Precisamente porque tenemos un largo recorrido, muchísimos momentos para nosotras han sido el momento más importante. Cada pequeño paso que hemos dado lo hemos vivido siempre con un montón de ilusión, y ahora con más infraestructura tenemos la oportunidad de disfrutarlo mucho más.

¿Qué se siente cuando ese curro da sus frutos y la gente empieza a escucharos más y más? Entre tantísima oferta, no diremos que es un milagro, pero tiene algo de eso.

Ser visibles, por decirlo de alguna manera, o tener éxito, es algo que por supuesto depende del gusto, del talento, del trabajo, pero hay un factor suerte importantísimo. Literalmente, ahora no sé si hay suficientes oídos para toda la música que se hace. Para nosotros es una especie de suerte-privilegio poder estar ahora en el escaparate. Lo apreciamos un montón y somos conscientes de que habrá que seguir trabajando duro para mantenernos ahí. Y estamos muy dispuestas, la verdad (risas).

No hay que evitar buscar la responsabilidad de la ausencia de mujeres en los festivales donde está, que es en los promotores y la gente que monta los bolos

Lleváis dispuestas ya casi quince años, pero da la sensación de que desde hace un lustro habéis redoblado esfuerzos y no paráis. De tocar, de grabar nuevas canciones, de colaborar con otras bandas afines... Con La M.O.D.A., por ejemplo, que ha sido un exitazo.

Fíjate que no nos conocíamos personalmente y nos parecía que no teníamos tanto que ver. Sin embargo, les conocimos y nos dimos cuenta de que sí teníamos mucho que ver con ellos en la pasión por el trabajo de la música, por su propia actitud con la gente. Todas estas oportunidades que se nos presentan las cogemos con muchas ganas, sobre todo si es gente que tiene amor por la música, que realmente eso es muy genuino y se nota. Eso lo compartimos no solo con La M.O.D.A., porque todas las colaboraciones que hemos hecho en general.

Entrando en este nuevo disco, en una primera escucha me dio la impresión de que todas las canciones estaban unidas para contar en primera persona las diferentes fases de una relación. Luego os vi contar lo contrario y pensé en lo bonito que es que cada oyente se monte su propia película.

¡Anda! Bueno, nosotras somos muy sentimentales y seguramente todo el disco está atravesado de cierta manera por las relaciones que hemos vivido en estos últimos momentos de nuestra vida. No creo que sea un disco que vaya exactamente de una relación, pero la mayoría o muchas de las canciones por lo menos mencionan las relaciones, porque no deja de ser algo que impacta muchísimo en nuestro estado de ánimo, como le pasa a la mayoría de gente. Lo que hemos concluido es que cada pequeña pieza del disco podría ser un pensamiento que tienes en un único día, así que realmente tiene un poco de sentido lo que dices de hilarlo con una relación, aunque no es exactamente lo que nosotras pretendíamos. 

Nadie dijo que fuera fácil, ya lo sabíamos, no contábamos para nada con llegar nunca a vivir de la música

¿Al final la inspiración está en lo más cotidiano?

Sí, total. ¿Qué voy a hacer yo? ¿Una canción del Bernabéu, con lo grande que es? No, a mí eso no me interesa uy no tiene nada que ver conmigo. A mí lo que me afecta y me inspira son cosas personales de mi vida, y eso en el fondo son cositas pequeñas a las que todo el mundo tenemos acceso, porque todos vivimos cosas muy parecidas. 

En una canción que se llama Columnas canta Marina: "Pongo en bucle dos canciones que describen exactamente lo que andaba yo pensando". Viéndolo desde vuestro lado de compositoras, ¿ese es el mayor logro para alguien que hace canciones?

Eso es la hostia, pero tampoco puedes ponerte a escribir una canción intentando averiguar lo que está pensando nadie exactamente. Es imposible, te volverías loca. Sin embargo, igual si pones exactamente lo que tú piensas y sientes, posiblemente conectes con gente que está en ese punto también. Porque nos creemos muy especiales, pero no lo somos tanto, casi todas las personas tenemos experiencias similares en cuanto al amor, las relaciones, las pequeñas cosas de la cotidianeidad. 

El rock no está muerto, ni se ha ido a ningún lado, evoluciona y paralelamente surgen otros conceptos

Y todos tenemos enemigos. De X, que es una canción muy furiosa y a la vez melódica dedicada a vuestros pocos enemigos, según habéis dicho. ¿Se queda una a gusto cuando le dedica una canción a sus enemigos? ¿Tiene Repion enemigos en la música?

La gente que estamos en la música no solo tenemos enemigos en la música (risas). La verdad es que nosotras tenemos suerte, no tenemos muchos enemigos, y en la música menos, pero la figura de X puede ser cualquier persona que no tiene por qué ser del ámbito musical. Nos apetecía hablar de ello porque estábamos hasta los huevos de, como dice la canción, ser tan educadas que nunca giramos la cara. Así que dijimos 'a tomar por culo' e hicimos nuestra primera canción en contra de alguien. Pero, por supuesto, esa persona súper anónima nunca lo sabrá.

Es X una canción que, además, resume muy bien la esencia musical de Repion, con esa dualidad de rabia y melodía, de vulnerabilidad y determinación.

Totalmente. Nosotras somos muy sensibles a todo lo que nos pasa, pero a la vez tenemos muchísima energía, nos gusta pegar guitarrazos, nos gusta atizarle fuerte a la batería, y esa es nuestra manera de expresarnos. Eso no quiere decir que no tengamos ahí esa sensibilidad que es justo lo que yo creo que más reflejan las letras, y también a veces la música aunque no tanto.

Otra canción, Cerrar los ojos, ¿es algo así como un alegato a la necesidad de dejar de mirar las pantallas?

A veces cerramos los ojos queriendo no ver las imágenes horribles que hemos presenciado y que presenciamos a diario. Ya no solo este año con todo lo que está pasando con el genocidio de Gaza, sino en general, ya que esa canción habla de cómo nos pueden afectar y cómo nos pueden llegar a insensibilizar las imágenes terribles que no paran de llegarnos desde todo el mundo y con las que no paramos de chocarnos aunque no queramos. Y no queremos porque no queremos saber que eso existe y, a la vez, porque nos provoca una sensación de incredulidad, de impotencia y de no poder hacer nada. Te sientes como muy estúpida con tu vida y muy insignificante con todas las cosas terribles que están pasando en el mundo. Da mucha rabia sentir esa insensibilización y esa impotencia.

¿Qué queda de los veranos perfectos y eternos de Barrio Somavilla en las Repion de 201? Es un poco un cliché, pero se aprecia una mirada más madura hacia el mundo.

En este disco ya no está toda esa nostalgia, diría que es un disco muchísimo más pegado al presente que el anterior y que, seguramente, tenga toques más maduros porque nosotras también hemos crecido y las canciones crecen con nosotras, como lo han hecho toda la vida. Me encanta que se note que estas canciones ya tienen un puntito más de madurez. 

Nos creemos muy especiales, pero no lo somos tanto, casi todas las personas tenemos experiencias similares

Hemos hablado antes de lo difícil que es para los músicos hacerse escuchar en tiempos de plataformas, con tanta diversidad, pero vosotras lo conseguís con voz, guitarra y batería (y el bajo de Iris Banegas en vivo). El eterno debate: ¿y si ponemos de moda otra vez el rock?

La gente se empeña en reproducir discursos cíclicos del rock cada cierto tiempo, pero desde que tengo uso de razón no me he quitado la guitarra de encima. Nos gustan otros estilos, pero nuestra herramienta de expresión es la guitarra, la batería y el bajo. Y yo no creo que el rock esté muerto, ni que se haya ido a ningún lado, creo que evoluciona y paralelamente surgen otros conceptos, otras ideas, otras maneras de hacer música.

Con el disco ya en la calle, ¿cuáles son los planes a partir de ahora?

Tenemos un montón de conciertos, no me los sé de memoria, pero el verano que viene estaremos también en un montón de festivales presentando el disco. Además, seguiremos con los conciertos en acústico, así que casi cada semana estaremos en algún sitio.

Hablamos mucho de la ausencia femenina en muchos festivales, y vosotras sois un nombre cada vez más presente en muchos de ellos. ¿Una banda sabe de antemano con quien va a compartir cartel?

Yo normalmente no lo sé, porque hasta que no se anuncia el cartel realmente tú no tienes comunicación con las otros artistas o sus oficinas. Y sí, estamos ahí, entre unas cuantas, poco a poco abriendo hueco y ya se enterará quien se tenga que enterar de qué pintamos ahí, igual que todo el mundo.

¿Cansa ya tanta pregunta sobre 'bandas de chicas' en festivales después de casi quince años de trayectoria? ¿Puede ser contraproducente al no fijarse en lo estrictamente musical?

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Bueno, sí, pero yo creo que no hay que evitar buscar la responsabilidad donde está, que es en los promotores y la gente que monta los bolos y, sobre todo, escuchar a las mujeres que reivindican, que se quejan, que tienen cosas que decir al respecto o que les ocurren cosas. Por ejemplo, el otro día flipé leyendo el comunicado que hizo Sandra Delaporte, porque a ese tipo de cosas es a las que hay que darle voz, hay que poner el foco y no nosotras, sino los tíos. ¿Tienen algo que decir ellos sobre esto? Eso me pregunto. Porque llevamos muchos años respondiendo algunas preguntas que se repiten, cuando nosotras no somos quienes estamos perpetuando esto. Yo simplemente estoy haciendo mi música, aspiro a vivir de ella como cualquiera de vosotros y no es mi responsabilidad ya. La labor educativa que se nos impone a nosotras a veces también desgasta mucho, no tenemos por qué estar nosotras constantemente explicando lo que necesitamos, porque eso es muy obvio y evidente, está en Google. Hay que preguntar a la gente que realmente es responsable de esta situación porque nosotras estamos haciendo lo nuestro y ya está. Es en lo que nos centramos.

Con esa presencia cada vez mayor y con más seguidores, ¿puede Repion ya vivir de la música?

Sí, ya podemos vivir de la música. Nadie dijo que fuera fácil, ya lo sabíamos, ni siquiera contábamos para nada con llegar nunca a este punto, así que estamos muy felices. No podemos ser ricas (risas), pero podemos vivir de la música, lo cual nos sirve sobre todo para centrarnos en ella al 100%, que es lo que hemos querido toda la vida. Dedicarle todo el tiempo que se merece al proyecto y el 100% de nuestra energía. Ya llevamos así un año y medio. Bueno, Marina hace ya dos años que se pilló la excedencia de enfermería, y yo aún tengo algún proyecto de vídeo, que es a lo que me he dedicado, antes de estar tan centrada en la música, pero lo mantengo porque me encanta. 

Conciertos, grabaciones, colaboraciones. Kilómetros, estudios, escenarios, locales de ensayo. Las hermanas Marina y Teresa Iñesta no paran y han convertido a Repion, con esa furia melódica de inspiración noventera tan suya, en una de las bandas de la escena independiente de las que de repente todo el mundo habla. Llevan ya casi quince años de canciones pero la sensación es que con su nuevo disco, 201 (Mushroom Pillow, 2025), ha llegado su momento. De eso y otras muchas cosas hablamos con Teresa Iñesta, mitad del dúo, compositora, baterista, voz y lo que haga falta para seguir dando caña.

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