Nuestras decisiones de compra dependen en gran medida del acceso a los productos y muchos de los que los supermercados ponen a la vista no favorecen una dieta equilibrada. Es la conclusión a la que ha llegado un informe que ha publicado la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU). El documento sostiene que “los principales supermercados en España condicionan lo que comemos y dificultan el acceso a alimentos saludables y sostenibles como las legumbres y otros productos de origen vegetal” e incide en la escasa variedad de las ofertas, de las cuales ocho de cada diez son carne, pescado, huevos, leche o embutidos, que se priorizan sobre aquellos de origen vegetal.
Hay un lugar común que dice que ir a supermercado con hambre, casi garantiza que uno llegue a casa con un montón de productos apetecibles, pero no necesariamente saludables. Ese es el punto de partida del estudio publicado por CECU. Sarahi Boleko, portavoz de la agrupación de consumidores, explica que “hay muchas cosas que influencian a las personas consumidoras a decidir qué comen y los supermercados son factor clave”. Y uno de ellos es qué productos encontramos a primera vista y cuáles no.
El trabajo analiza las ofertas y los folletos de 5.200 productos comercializados por Carrefour, Lidl, Mercadona, Día y Alcampo lanzan a los consumidores. En todos ellos los productos de origen animal aparecen como más frecuencia que los vegetales. Así, constatan que la presencia de la legumbre en los supermercados sigue siendo simbólica (4%), a pesar de las recomendaciones sanitarias para aumentar su consumo, mientras que los productos de origen animal representan el 72,33% de las ofertas disponibles. Para Boleko, qué ofertas se lanzan y dónde se colocan los productos es clave en la formación de hábitos alimentarios, por eso pone también el foco en la promoción en redes sociales.
“Las recetas que vemos en redes son otro factor que determina cómo comemos y hemos visto que las que proporcionan los supermercados solo incluyen vegetales o legumbres como guarnición”, apunta. En ese sentido el estudio recoge que los productos cárnicos o con carne, ultraprocesados y de rápida preparación “son los grandes protagonistas”: representan en promedio un 20% de las publicaciones alimentarias, seguidos por el pescado y marisco (15%) y otros productos de origen animal como lácteos, huevos y caldos (29%). En el caso de las verduras, suponen el 27%, pero “rara vez son las protagonistas de las publicaciones” y suelen estar representadas más de manera decorativa.
La queja de los consumidores tiene respaldo científico. De hecho, un estudio publica en la prestigiosa revista PLoS Medicine, realizado por la Universidad de Southampton (Reino Unido), señalaba que un estudio piloto había mostrado cómo al colocar las frutas y verduras en lugares más visibles, aumentaban sus ventas y favorecía que la dieta del grupo muestral mejorase considerablemente. El experimento lo realizaron en una cadena de supermercados británica, sustituyendo la confitería y alimentos poco saludables de las cajas registradoras por otros productos y moviendo las hortalizas a lugares más centrales.
Legumbres “transatlánticas”, pero poco sostenibles
El comercio de proximidad es otra de las cosas que el documento echa en falta en relación con el consumo de legumbres y verduras. “Un 56% las legumbres ofertadas en estas cadenas de supermercados proceden de importaciones transatlánticas, a pesar de que España cuente con tierras fértiles y una gran tradición en el cultivo”, señala el documento. Desde CECU lamentan que este tipo de hábitos de comercio “desincentiva la producción local y la agricultura familiar, además aumenta la huella ambiental”, concluye.
“Lo que nos pasó haciendo la recogida de datos es que cuando nos íbamos a los lineales de frutas y verduras, cuando queríamos ver el origen y la proximidad algunos no estaban bien concretados”, explica la portavoz. Esto les llevó a repasar el etiquetado y la calidad de la información que llega a los consumidores en las estanterías del supermercado. “Ha mejorado con respecto al informe que presentamos hace un par de años, pero en las ofertas y las promociones no son siempre las más saludables”, apunta. Desde CECU reclaman que se preste más atención a las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) a la hora de promocionar productos o de diseñar la distribución dentro de las tiendas.
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“Se deberían promover hábitos más saludables, pero también más sostenibles con el medio ambiente”, apunta Boleko, quien reconoce que también la falta de tiempo y el ritmo de vida dificultan en muchos casos que se le dedique tiempo a cocinar. En ese sentido, el estudio también apunta que, dentro de la comida precocinada, la variedad es escasa y no atiende demasiado a criterios saludables. “Es necesario ampliar la gama de productos de fácil consumo, incorporando más opciones precocidas o preparadas con base vegetal”, recoge el documento.
En los datos recopilados, los folletos promocionales de los supermercados y en sus redes sociales, los productos cárnicos o con carne, ultraprocesados y de rápida preparación son los grandes protagonistas. Estos representan en promedio un 20% de las publicaciones alimentarias, seguidos por el pescado y marisco (15%) y otros productos de origen animal como lácteos, huevos y caldos (29%).
La conclusión a la que llega el estudio es que los supermercados en España "dificultan" el acceso a dietas saludables y sostenibles. "Aunque la regulación ha mejorado en los últimos años, los reclamos siguen siendo los mismos", apunta la portavoz de CECU, que también pide, desde la asociación de consumidores, una mayor vigilancia de estas dinámicas.
Nuestras decisiones de compra dependen en gran medida del acceso a los productos y muchos de los que los supermercados ponen a la vista no favorecen una dieta equilibrada. Es la conclusión a la que ha llegado un informe que ha publicado la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU). El documento sostiene que “los principales supermercados en España condicionan lo que comemos y dificultan el acceso a alimentos saludables y sostenibles como las legumbres y otros productos de origen vegetal” e incide en la escasa variedad de las ofertas, de las cuales ocho de cada diez son carne, pescado, huevos, leche o embutidos, que se priorizan sobre aquellos de origen vegetal.