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Economía

Una inflación bajo control y las buenas cifras de empleo disparan el ahorro familiar sin necesidad de gastar menos

Varias personas compran en un establecimiento comercial.

La tasa de ahorro de los hogares españoles se disparó hasta el 17,3% de su renta disponible bruta en el último trimestre del año pasado, un nivel cercano a los registros de pandemia, frente al 15% del mismo periodo de 2022. En el global de 2023, el porcentaje fue del 11,7%, esto es 4,1 puntos superior al del ejercicio anterior y el tercero más alto de la serie histórica, según las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales actualizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las familias españolas ahorraron 108.139 millones de euros, un 70,6% más que en 2022. En paralelo, incrementaron su gasto en consumo un 6,1%, hasta los 813.066 millones, y elevaron su inversión en un 8,1%, hasta los 64.539, de acuerdo a la información difundida por el organismo estadístico.

En concreto, en el último trimestre de 2023, los hogares gastaron 206.731 millones, un 6,9% más que el año precedente. Y su renta disponible bruta se acrecentó un 9,8%, hasta los 250.382. Eliminando los efectos estacionales y de calendario, la tasa de ahorro alcanzó en el cuarto trimestre el 13,1%, lo que supuso 3,4 puntos más que en el trimestre previo, siendo el porcentaje más alto desde el tercer trimestre de 2021. La remuneración a cobrar por los asalariados se estiró un 8,8%. Y, tenido en cuenta el saldo de transferencias de capital del sector, los hogares atesoraron una capacidad de financiación de 23.017 millones de euros, mientras para el mismo periodo de 2022 se estimó en 19.571.

Esas cifras se produjeron en un contexto económico complejo con los tipos de interés en máximos, lo que se tradujo en un encarecimiento de la financiación, y una inflación aún sin domar del todo, lo que repercutió en el poder de compra, dado el mayor coste de la vida. ¿Cómo se conjuga entonces la mayor tasa de ahorro y el mantenimiento del consumo de las familias?

Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, lo vincula con “el impacto de la desinflación”. Lo desarrolla: “La tasa de ahorro cayó en 2022 hasta el 7,6% desde el 13,8% de 2021. Se esperaba que bajara, que desembolsara la bolsa de liquidez por la pandemia, pero no tanto. Y fue porque hubo inflación y los hogares se vieron sorprendidos porque compraban más o menos lo mismo, pero todo costaba más caro”. A ese descenso se ha sumado que “en 2023 pasó lo contrario: la desescalada de los precios fue significativa, más de lo que se esperaba, y los hogares, ya sea porque se creó empleo –más de 500.000 puestos en el año–, las medidas del Gobierno, y que los salarios crecieron por los fenómenos de compensación como convenios colectivos u otros en empresas"; vieron contrarrestada, "al menos parcialmente, la pérdida de poder adquisitivo del año anterior”. Para Torres, “ese doble movimiento, más ingresos salariales y menos inflación de la prevista” fue lo que “produjo el fenómeno de una subida de la tasa de ahorro”.

Por lo que respecta al consumo, que “supone más de la mitad del PIB -Producto Interior Bruto- y es el componente más importante de la demanda”, indica que aunque “subió un 1,8% en 2023, en cierto modo, costó más barato de lo que se había anticipado y produjo una subida en sentido inverso de la tasa de inflación”. Amplía el foco y asevera que algo similar a lo que apuntan las estadísticas del INE “ha pasado en otros países europeos, con una caída importante de la tasa de ahorro en el 22 y una ligera subida, a lo mejor más ligera que en España en el 2023”. “También en España la desescalada ha sido más rápida, una parte del año pasado tuvimos una tasa de inflación inferior al resto porque se produjo un reflujo de los precios mayor”, apostilla.

A su juicio, en 2024, “el consumo probablemente se podrá sostener”, pese a que “el fenómeno de la desinflación va a ser casi nulo, y la compensación salarial no se producirá tanto este año, pero la tasa de ahorro es superior al valor normal”, concluye.

De su lado, Ariane Aumaitre, consultora independiente de políticas públicas e investigadora en el Instituto Universitario Europeo, señala “dos claves” para explicar el comportamiento económico de las familias: “El punto de partida, la tasa de ahorro del año anterior había sido particularmente baja, ya que 2022 fue un año bastante especial por las consecuencias de la covid y una inflación desbordada; y que en 2023 aumentó la capacidad de los hogares por el buen comportamiento del empleo, porque subieron los salarios un 8,8%, las prestaciones sociales como las pensiones, las rentas de la propiedad…”. A su juicio, “donde se concentraron más" las crecidas de empleo y de salario, "pudieron aumentar su consumo y su ahorro en proporción con respecto al año anterior”.

¿Miedo al futuro?

El investigador de Fedea y profesor de la Universidad de Valencia José Emilio Bosca cree que los datos publicados por el INE son “coherentes” con que “la gente está ahorrando por el motivo precaución, porque tiene una cierta desconfianza con el futuro”. Comparte con los otros expertos que ha ayudado a engordar la hucha "el que los sueldos subieron como efecto de la inflación fuerte que hubo los años anteriores”. “Se recuperó algo de poder adquisitivo", constata, para incidir en su interpretación de la escalada "tan grande de la tasa de ahorro, una de las más altas de los últimos años": tiene que ver "con un efecto de incertidumbre de futuro”.

“Las hipotecas siguen estando caras -sostiene Bosca-, los tipos de interés y el crédito continúan estando altos y la gente posiblemente está ahorrando para esperar menores precios en cuanto a inversión en vivienda y ante la incertidumbre de lo que pueda pasar. Las familias han decidido ahorrar más. Los acontecimientos de los últimos años han influido”.

Mira por el retrovisor y comenta que “en la pandemia se ahorró mucho, con un poco de desfase se gastó también mucho y los últimos acontecimientos, subida de la luz, shock de oferta, los propios tipos de interés elevados… han hecho que, aunque el consumo privado no haya ido mal, se haya retraído a la hora de acometer determinadas compras de consumo de bienes duraderos como lavadoras, coches…”, alimenta la idea. Y cierra: “Es cierto que el consumo creció bastante, pero menos que la renta disponible, y en menor medida que el consumo público y las exportaciones”.

La tendencia no parece que vaya a cambiar demasiado, según la encuesta del Banco Central Europeo (BCE). Los españoles confían en que la economía se expanda los próximos 12 meses, no así los ciudadanos de los otros grandes países de la zona euro, y que esto repercuta en los ingresos de sus hogares, pero no prevén intensificar su consumo, con lo que el ahorro se mantendrá.

Más sueldos en la unidad familiar

José Manuel Cansino, profesor de Economía de la Universidad de Sevilla y del Instituto San Telmo, hace notar que "la mayor tasa de ahorro, en torno al 17%" del año 2023 se dio "en el trimestre donde más gasto hay, la Navidad, que es un impulsor del gasto por las compras". "Pero es verdad –enlaza–, que coincide con la paga extraordinaria y, si la empleas en regalos, no tiene que verse afectado el sueldo".

A su entender, "los datos de afiliaciones y de cotizantes a la Seguridad Social, incluidos los fijos discontinuos, indican que hay mucha gente trabajando y esto, desde el punto de vista de los hogares, significa que hay una mayor cantidad de miembros de la unidad familiar que pueden aportar un sueldo, lo que ayuda a generar una bolsa de ahorro entre todos". "Tenemos a mucha gente con sueldos bajitos -engarza-, pero que les permiten tirar y hoy en un día con un buen teléfono móvil puedes estar horas sin necesidad de gastar. El modelo de vida con ingresos reducidos vale, sobre todo si no te vas a comprar una casa, sigues viviendo con tus padres y no pagas alquiler", finaliza el profesor.

La Seguridad Social terminó 2023 con 20.774.625 trabajadores registrados en diciembre, descontando la estacionalidad y el efecto calendario, el mejor dato de la serie histórica. Y el sistema llegó el pasado marzo por primera vez al récord de 21 millones de afiliados.

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