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Emiratos usó en Bruselas a eurodiputados de la extrema derecha para su guerra de influencias contra Catar

Emiratos también contrató a los detectives de Alp Services para desplegar toda una campaña de lobby en las instituciones europeos.

Clément Fayol / Antoine Harari / Yann Philippin / Antton Rouget (Mediapart) / Louis Colart (Le Soir)

Asunto: Plan de contraataque en la UE. Palabras clave: ofensiva, eficaz, mapeo de redes. El 17 de octubre de 2018, la agencia de detectives suiza Alp Services hacía balance tras dos días de reuniones con un agente secreto emiratí, el jeque Matar, y “Su Excelencia” el jeque Ali Saeed Al Neyadi, asesor del jefe de la seguridad nacional de los Emiratos Árabes Unidos. En Abu Dabi, el equipo de Alp había avanzado en varios proyectos. De hecho, acaba de convencer a su riquísimo cliente para lanzar una nueva operación. ¿Su objetivo? La Unión Europea. ¿Para contraatacar a quién? A Catar, por supuesto, el vecino y enemigo sometido entonces a bloqueo diplomático desde hacía más de un año. El servicio de espionaje emiratí lo tiene claro: quiere un plan “ofensivo” y “eficaz”. Y Alp Services se puso manos a la obra.

Según documentos confidenciales obtenidos por Mediapart y compartidos con infoLibre y la red European Investigative Collaborations (EIC), a cambio de cientos de miles de euros la agencia suiza elaboró una lista de decenas de representantes electos y grupos de presión que supuestamente trabajaban para Catar, entre ellos tres eurodiputados ahora bajo sospecha en relación con el Qatarargate, antes de lanzar una campaña para influir en las instituciones europeas.

En particular, les interesaban los diputados de extrema derecha, entre ellos el actual presidente de la francesa Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) Jordan Bardella. Como suele ocurrir con los proyectos de Alp Services, la agencia dirigida por Mario Brero, todo empieza con una invitación al sol. Hoteles de lujo en Dubái y cenas con langosta se intercalan con discretas reuniones en las que se fraguan contratos multimillonarios y estrategias secretas de contrainfluencia.

Nombre en clave: Constelación

En octubre de 2018, Alp y su veintena de empleados ya habían forjado fuertes vínculos con los Emiratos y su jefe de espionaje, el jeque Matar. En agosto de 2017, como reveló este viernes la investigación Abu Dhabi Secrets, una delegación dirigida por el propio Brero había hecho una primera visita a su cliente emiratí. Entre el verano de 2017 y el otoño de 2018, la relación fue sobre ruedas, de acuerdo con los documentos a los que ha tenido acceso EIC.

Por ejemplo, otros dos proyectos con el jeque Matar ya han reportado a Alp más de 1,15 millones de euros, según un correo electrónico fechado el 29 de abril de 2019. Los abogados de Mario Brero y Alp Services se han negado a responder a las preguntas que al respecto les ha enviado EIC, alegando que se trata de “documentos robados”, y algunos “falsificados”. Pero lo cierto es que, tras recibir luz verde de Abu Dabi, Alp puso en marcha su proyecto de contra-lobby en la UE. Nombre en clave: “Constelación”. Una referencia a la corona de estrellas que adorna la bandera europea. Alp Services propone a los emiratíes un presupuesto de 350.000 euros para los trabajos preliminares y después de 150.000 a 450.000 euros al mes en función del núnmero de “objetivos” seleccionados.

La agencia suiza empezó recopilando los nombres de decenas de representantes electos y grupos de presión que supuestamente trabajaban para Catar, antes de lanzar su campaña de influencia en las instituciones europeas. Sin embargo, la Operación Constelación se quedó en agua de borrajas, lo que dice más de los dudosos métodos de Alp Services que de la injerencia de los Emiratos en Bruselas.

Porque, excepto una investigación sobre su competidor, Avisa Partners, los informes entregados al agente Matar eran básicamente información pública, elaborada para confirmar el sesgo paranoico de los emiratíes. “Mario [Brero] era el mejor subiendo la temperatura. Prometía a los clientes la luna y a menudo les entregaba muy poco al final. La idea era sacarles todo lo posible antes de que se dieran cuenta del engaño”, cuenta un antiguo empleado.

La parte más delicada de la operación estaba destinada a influir en los representantes electos. Dado el tema –el islamismo–, los detectives de Alp probaron con la extrema derecha.

Así lo confirma un correo electrónico enviado desde una dirección anónima asociada a Alp Services hasta otra dirección anónima, que la investigación de EIC relaciona con el agente secreto emiratí. Está fechado el 4 de septiembre de 2020: “Querido amigo, buenas noticias del Parlamento Europeo: cuatro diputados han presentado una pregunta escrita a la Comisión Europea sobre las donaciones europeas a organizaciones islámicas”.

El correo contiene el enlace a la pregunta, que ha sido firmada por cuatro eurodiputados de extrema derecha. “Uno de los cuatro firmantes es el eurodiputado francés Nicolas Bay, con quien contactamos discretamente el 5 de agosto”, le informa. El exmiembro de la Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional), que se pasó al bando del ultraderechista Eric Zemmour en las últimas elecciones presidenciales, responde que “nunca” ha estado en contacto con Alp Services, cuya existencia desconocía hasta que EIC le preguntó, “ni con nadie que represente los intereses de los Emiratos Árabes Unidos”. “Sólo sirvo a los intereses de Francia y de los franceses”, declara el dirigente del partido Reconquista.

Para justificar el calendario de sus trabajos parlamentarios, el equipo de Nicolas Bay envió a EIC un intercambio de correos electrónicos indicando que las investigaciones previas a la pregunta parlamentaria de agosto habían comenzado tres meses antes y, por tanto, nada tienen que ver con una supuesta intervención de Alp, asegura. “La declaración a la que se refiere es, por tanto, completamente falsa. Me reservo el derecho a presentar una demanda, ya que la considero difamatoria”, añade el eurodiputado de extrema derecha.

En un informe de impacto de la campaña contra las asociaciones acusadas de islamismo o de estar financiadas por Catar, los detectives suizos vuelven a presumir de su red en la Agrupación Nacional: “Confidencialmente, estuvimos en contacto con el diputado Nicolas Bay el 5 de agosto de 2020. El 15 de agosto, recibimos un mensaje de nuestro colega de partido Jordan Bardella, anunciándonos que iban a plantear esta cuestión ante el Parlamento Europeo y la Comisión”, se congratula Alp Services en otro correo.

Salvo que el correo electrónico en cuestión, reproducido en el informe, no dice eso.

La agencia suiza utilizó una dirección de correo electrónico falsa que pretendía ser la de un ciudadano de a pie, Antoine Mertens. A finales de octubre de 2019, este perfil falso envió a Jordan Bardella un correo electrónico titulado “Qatar Charity / terrorismo”, que incluía artículos sobre la financiación de mezquitas por parte de la ONG Qatar Charity. “¿Qué están haciendo las autoridades europeas? Una comisión de investigación del Parlamento Europeo podría ser útil”, concluye Antoine Mertens.

Jordan Bardella no contestó hasta 10 meses después, el 15 de agosto de 2020, con esta conclusión: “Por favor, no duden en transmitirme cualquier nueva información sobre este tema que pueda merecer que la cuestión se plantee en los medios de comunicación o en el Parlamento Europeo”. Evidentemente, el eurodiputado no ha prometido nada. Su equipo afirma que esta alerta no influyó en su actividad, pero confirma que recibió el correo electrónico del supuesto Antoine Mertens, que contenía enlaces a artículos publicados por los periódicos Valeurs Actuelles y The Daily Telegraph.

En marzo de 2019, Alp elaboró tres documentos para su cliente: el informe Constelación-fase 1, una infografía con el mapa de la supuesta red catarí en Bruselas y, por último, un informe de investigación dedicado en exclusiva a Avisa Partners, otra empresa de inteligencia privada como Alp Services, pero con vínculos más estrechos con Catar.

El primero es un llamativo documento de 58 páginas. Se titula Plan europeo de contraataque. Describe las investigaciones iniciales de Alp sobre supuestas redes cataríes en la UE. “Podemos dividir el lobby catarí a nivel de la UE en dos grandes categorías”, describe el informe: lobby oculto” y “lobby político tradicional”. El primero es “en su mayor parte no declarado, con un importante componente ofensivo hacia Emiratos y Arabia Saudí. Para ello, Catar se apoya ahora principalmente en Avisa y Sihem Souid, aunque todavía se encuentra en una fase incipiente”, afirma el documento confidencial. Souid, una expolicía francesa de origen tunecino que fue columnista de Le Point, ha escrito libros y tiene una empresa de relaciones públicas llamada Edile Consulting.

Guerra de agencias privadas en Bruselas

Avisa Partners, empresa rival de inteligencia económica, es tan fundamental para el proyecto de contra-lobby de Emiratos en las instituciones europeas que Alp pone a disposición de su cliente un informe dedicado íntegramente a ella. Mario Brero conoce a Matthieu Creux, hijo de un general que trabajó en la inteligencia militar y fundó Avisa. Tanto lo conoce que, a principios de este año, se planteó comprar la agencia de Brero. “Ambos se conocieron a finales de 2014 y a veces trabajaron juntos”, cuenta un antiguo empleado de Alp Services. “Brero”, añade, “regaló a Creux un osito de peluche por el nacimiento de su segundo hijo. Al final, incluyó en su informe para los emiratíes información que Creux le había dado, incluido el nombre de pila de su hijo”. El informe de Alp sobre Avisa incluye una amplia investigación en fuentes abiertas sobre los directores de la agencia de Creux, sus cónyuges, sus residencias y sus propiedades.

Esta empresa francesa, con oficinas en París y Bruselas, fue descrita en detalle en junio de 2022 por Mediapart en una serie de investigaciones tituladas Opération Intox. El periódico francés desveló los turbios entresijos de una industria al servicio de los poderosos y las dictaduras: campañas de comunicación en internet con nombres falsos, páginas de Wikipedia falsas o espacios digitales participativos repletos de artículos falsos por encargo.

Por ejemplo, Mediapart pudo identificar unos 634 artículos falsos en su propio espacio de blogs, abierto a los lectores-suscriptores, que estaban vinculados a más de 100 perfiles utilizados por Avisa. Avisa Partners refuta que fueran artículos falsos: “Nuestras prácticas no tienen nada que ver con las prácticas ilegales atribuidas a las agencias de inteligencia: se trata de un atajo que refutamos enérgicamente”. La empresa de Mario Brero es menos prudente al hablar de su rival. En este segundo informe confidencial de 64 páginas adjunto al proyecto Constelación puede leerse: “Avisa representa una amenaza significativa para el cliente. Recomendamos una fase más ofensiva, durante la cual podríamos revelar sus actividades ilegales y alertar de ellas a las autoridades”.

“Nos sorprende descubrir esta información”, responde Avisa a las preguntas de EIC, “porque nunca hemos trabajado para Catar en Bruselas. Nuestra misión se refería a las comunicaciones de Catar en Francia. Si se ha recogido información personal y se ha transmitido a una entidad extranjera, nos reservamos el derecho de emprender las acciones legales que sean oportunas”, advierte la agencia francesa.

Violación de domicilio

Al igual que Avisa, Alp Services considera a Sihem Souid uno de los enlaces del “lobby secreto” catarí en Bruselas. La expolicía se encarga desde 2015 de las relaciones públicas del Estado de Catar en Francia y otros países francófonos, entre ellos Bélgica. “No hay nada secreto en mis actividades. En Bélgica, y por tanto en Bruselas, sólo me ocupo de las relaciones con los medios de comunicación, no del lobby político. Así que no necesito estar registrado ante las autoridades europeas”, contesta a preguntas de EIC.

El interés emiratí por la lobista catarí llegó lejos, muy lejos. Los documentos a los que EIC ha tenido acceso demuestran que el domicilio de Souid fue fotografiado por Alp en el curso de una operación clandestina y extremadamente intrusiva. Las fotografías, tituladas “reco”, por “reconocimiento”, muestran su antiguo piso en París rodeado de un marco rojo, no sólo del exterior sino de su interior. Tras los primeros artículos de Mediapart y luego de The New Yorker sobre la injerencia de los Emiratos a través de la agencia suiza, Sihem Souid presentó una denuncia en París por “invasión de la vida privada, allanamiento de morada, violación de la confidencialidad y robo”. Sihem Souid sufrió un robo en 2018, el año siguiente a ese misterioso “reconocimiento”, y se pregunta sobre la posible relación causal entre ambos hechos.

“Soy un objetivo por el simple hecho de que entre mis clientes se encuentra el Estado de Catar, para el que llevo a cabo encargos en un marco contractual definido, respetando todos los requisitos legales y reglamentarios aplicables y con transparencia”, explica indignada Souid, quien considera que los métodos utilizados por Alp son “aterradores y entran en el ámbito de la criminalidad. [...] Es impensable que semejante intimidación mafiosa se practique en un Estado democrático de derecho”.

Otro documento, elaborado tres meses después de los informes preliminares sobre Avisa y Souid, muestra el miedo que inspira la influencia de la lobista francesa en los medios de comunicación. Fechado el 7 de junio de 2019, se titula Constelación 2-análisis urgente. La urgencia se aprecia en la extensión del documento: apenas dos páginas. Alp Services se preocupa por su cliente emiratí: “En los últimos días, Catar ha sido objeto de una cobertura mediática extremadamente positiva en Francia y Bélgica, mientras que se han publicado artículos muy críticos sobre los Emiratos y Arabia Saudí. Nuestro análisis urgente confirma que el dúo Sihem Souid y Avisa están detrás de ellos”.

Según ese “análisis” de dos páginas, Souid había instigado, entre bastidores en el Foro de Doha en diciembre de 2018 y en las conversaciones en Catar de mayo de 2019, una serie de historias pro-Catar. Salvo que esa primicia de Mario Brero se basa en una foto pública publicada por... la propia Sihem Souid, en compañía de dos periodistas, durante un viaje de prensa que organizó a Catar. Sobre una foto publicada en Twitter, el “analista” de Alp marca con un círculo y nombra a los dos periodistas, uno del diario francés La Croix y otro que trabaja para el periódico francófono belga La Libre. Uno de ellos es Vincent Braun, “que escribió el 6 de junio un artículo positivo sobre Catar –según Alp Service– sobre el bloqueo económico del país por parte de sus vecinos rivales del Golfo Pérsico. “En este artículo, Vincent Braun cita a Sébastien Boussois”, señala la nota urgente, a juicio de los suizos, un investigador “académico fracasado”.

Boussois, experto en Oriente Próximo y muy prolífico en la prensa belga y francesa, también figura en la cartografía de los supuestos intermediarios “ocultos” de Catar en Bélgica y la UE. “Sus opiniones son propaganda evidente”, escribe Alp a su cliente emiratí. “Pueden pensar lo que quieran”, replica un sorprendido Sébastien Boussois. “Los Emiratos tienen altavoces en todo el mundo, cientos de ellos. Como he dicho antes, estoy cerca de la línea política, y sobre todo geopolítica, de Doha. Sin embargo, no me pagan. Estoy consternado por encontrarme en esta situación. Al mismo tiempo, no me sorprende demasiado. No ignoro los juegos malsanos –campañas de ataque y desinformación– entre estos dos Estados, Catar y los Emiratos. No hay límites, como ocurrió durante el bloqueo de Catar. Pero la forma en que se presentan las cosas es un poco como si se juzgara a investigadores y periodistas simplemente porque van a tal o cual país”, apunta por su parte Vincent Braun.

No detectaron el Qatargate

En las listas e informes del proyecto Constelación aparecen un gran número de eurodiputados. Entre ellos están los adscritos al Grupo de Amistad UE-Catar. Estos grupos, vehículos no oficiales de la diplomacia de los eurodiputados, han quedado completamente desacreditados por el Qatargate, el escándalo de presunta corrupción e injerencia de Catar y Marruecos en la Eurocámara. En su informe al Gobierno emiratí, Alp enumeraba a tres sospechosos en el Qatargate que estallaría casi cuatro años después: los eurodiputados Marc Tarabella y Eva Kaili –asociados al Grupo de Amistad UE-Catar– y el presunto cerebro confeso, el exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri.

Poco sabe Alp Services, sin embargo, de que está cerca de algunos de los protagonistas de un futuro escándalo relacionado con Catar. De hecho, los asesores se limitan a señalar que participó en una rueda de prensa en Doha: “Pier Antonio Panzeri fue invitado a una conferencia de prensa organizada por el Comité Nacional de Derechos Humanos celebrada el 8 de abril de 2018 en Doha (Catar), durante la cual se refirió a lo que describió como ‘violaciones resultantes del bloqueo’ y se comprometió a organizar una audiencia de Ali Bin Samikh Al Marri ante el Parlamento Europeo en los meses siguientes”. Al Marri, además de presidente de la Comisión de Derechos Humanos y lobista del Emirato, está hoy en el centro del Qatarargate, pero también en muchas de las irregularidades del Paris Saint Germain.

Según las propias declaraciones de Antonio Panzeri a los investigadores belgas, reveladas a finales de febrero por Le Soir, fue precisamente durante este viaje en 2018 cuando el presidente del Comité Nacional de Derechos Humanos, ahora ministro de Trabajo del país anfitrión del último Mundial de fútbol, selló un acuerdo con el italiano: cerca de 700.000 euros en efectivo fueron descubiertos en su domicilio de Bruselas el pasado 9 de diciembre. Los abogados de Antonio Panzeri no respondieron a las preguntas que le ha formulado EIC al respecto.

La francesa Michèle Alliot-Marie, exeurodiputada y exministra del Interior de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, también fue señalada por los detectives de Alp Services. También ella viajó a Catar invitada por el doctor Ali Al Marri. Junto con Antonio Panzeri, participó en una audiencia celebrada por este último en el Parlamento Europeo el 20 de febrero de 2019, “durante la cual prestaron declaración presuntas víctimas del bloqueo llevado a cabo por la coalición saudí”. Una afrenta a los adversarios de Catar. Además, el informe de Alp señala que la exministra fue miembro del Grupo de Amistad UE-Qatar, lo que en realidad nunca fue el caso.

“Esta información no hace más que confirmar mi sensación de falta de seriedad y credibilidad de estas agencias [de detectives], que ni siquiera son capaces de transmitir correctamente la información pública”, bromea la exministra. “Es evidente que han estafado a los emiratíes”, añade, recordando que ella era sobre todo la presidenta de la delegación para las relaciones con la Península Arábiga y, por tanto, estaba en contacto con todos los Estados de la región.

En su documento de 58 páginas, Alp dedica un capítulo entero al Grupo de Amistad UE-Catar. Enumera 20 de sus antiguos o actuales –a principios de 2019– supuestos miembros. De ellos, sólo hacen falta cuatro líneas para describir a Eva Kaili, una “expresentadora de televisión”, “dotada para las relaciones públicas” y especialista en blockchain. La destituida vicepresidenta del Parlamento Europeo ha sido acusada de corrupción en el Qatargate. Se descubrió una montaña de dinero en efectivo en su poder y en el de su compañero, exayudante de Panzeri. Ella niega cualquier corrupción tras pasar casi cinco meses en prisión preventiva. La griega confirma que participó en el grupo de amistad “en torno a 2018” y que lo abandonó al año siguiente.

Sus abogados, Michalis Dimitrakopoulos, Sven Mary y Christophe Marchand, se afanan en señalar dos cosas que les resultan “llamativas”: “En primer lugar, las conclusiones extraídas para los servicios secretos de los Emiratos en 2019 son las mismas que el informe de los servicios secretos belgas en 2022”, en alusión a los informes de la Seguridad del Estado belga a los tribunales que han sido desclasificados. “En segundo lugar, el hecho preocupante de que el Parlamento Europeo sea un “campo de batalla” para los servicios secretos de todos los países, que ponen deliberadamente bajo vigilancia las actividades de los eurodiputados elegidos democráticamente, violando su inmunidad y el Estado de derecho europeo", protesta Eva Kaili.

En cuanto a Marc Tarabella, que también ha sido acusado en este caso y ha pasado dos meses en prisión, ni siquiera merece una frase en el informe pagado por los Emiratos. Se limita a figurar entre los miembros del grupo de amistad.

A Marc Tarabella, que ha sido expulsado del Partido Socialista belga, “no le sorprende mucho que se le mencione en los informes de las agencias de inteligencia, ya que el contexto político de la Península Arábiga es bastante particular y la competencia es feroz entre los distintos Estados que forman parte de ella”, indica su oficina. No obstante, en su calidad de vicepresidente de la Delegación para la Península Arábiga, “la participación en un grupo de amistad con Catar estaba descartada”.

218.000 euros

Al igual que con los demás informes encargados a Alp, en particular sobre las supuestas redes de la Hermandad Musulmana en Europa, los Emiratos Árabes Unidos pagaron un alto precio por esta Constelación. Aunque es difícil cifrar con exactitud el importe de las facturas, los Emiratos pagaron al menos 218.000 euros por este proyecto a las arcas de Ariaf, la sociedad pantalla del servicio de inteligencia, según una nota fechada el 19 de agosto de 2019.

¿Han pasado Alp y el jeque Matar a la segunda fase del proyecto Constelación? A principios del verano de 2019, en un correo electrónico interno a los detectives suizos, el responsable de esta operación elaboró una lista de proyectos “en curso”. Pero junto al epígrafe “Constelación 2 (Matar)”, el responsable sólo anota: “En espera”.

Sin embargo, la agencia suiza tenía toda la intención de potenciar el contra-lobby anti-Catar dentro de la UE. Como demuestra otro documento de 25 de marzo de 2019: “Tras el paso 1, ahora tenemos una idea más clara del número de agentes y cómplices cataríes sobre los que hemos empezado a obtener inteligencia negativa. Estamos dispuestos a seguir obteniendo inteligencia sobre nuestros objetivos clave y a lanzar ataques discretos, pero no por ello menos agresivos, para denunciar el uso por Catar de agentes y acciones irregulares”, escribe Alp Services a su Estado cliente.

Es el momento de las promesas: “Un informe en profundidad sobre Sihem Souid” por su “trabajo a favor de Catar a nivel europeo y cualquier información negativa”, “sacar a la luz el lobbying encubierto de Catar”, “compartir estos hallazgos con supervisores y políticos europeos amigos”... “Nuestro objetivo sigue siendo claro”, proclama la agencia, “anticipar y obstaculizar las actividades de los grupos de presión cataríes a escala de la Unión Europea. [...] Mientras que Qatar parecería amoral, la ‘infraestructura oculta’ construida por Avisa y Sihem Souid para atacar al cliente quedaría al descubierto y sería ineficaz”.

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En su documento inicial, Alp señala otros muchos objetivos potenciales para contrarrestar la influencia real o supuesta de Catar dentro de la Unión Europea. El informe y la infografía que lo acompaña, con cerca de 70 personas jurídicas o físicas, señala en particular a un grupo de reflexión con sede en Bruselas, el Centro de Diálogo sobre Oriente Medio (MEDC). Fundado por dos personas descritas como “próximos a Sihem Souid”, el think tank ha recibido críticas por dar la palabra en varias ocasiones al embajador de Catar ante la UE, así como a Sébastien Boussois. En una larga entrevista con Le Soir, uno de los cofundadores, el belga-libanés Georges Chebib, arroja una luz sorprendente sobre la guerra de influencias en Bruselas.

“En 2017, el entonces embajador de Catar se dirigió a mí para hablarme de su idea de desarrollar una especie de plataforma de diálogo centrada en Oriente Próximo”, recuerda este empresario con negocios en Catar, país al que no oculta su proximidad. “Los Emiratos también habían invertido enormemente en Europa, en grupos de presión, pero también a través de la creación –y sobre todo la financiación– de varios think tanks que operan a nivel de las instituciones europeas. El embajador catarí quería crear una plataforma de diálogo sobre cuestiones de Oriente Próximo que tuviera un enfoque menos sesgado”, admite el cofundador del MEDC. La historia que cuenta Georges Chebib es la de un objeto sobre el que perdió el control: “Las condiciones que yo había puesto no se respetaron desde el principio. El embajador organizó la primera conferencia sin mi conocimiento y sin invitación”. Se enemistó con el antiguo embajador catarí, que siguió organizando conferencias “al margen de la entidad que se había creado”.

Tras haber participado en una conferencia sobre Gaza, Koert Debeuf apareció igualmente en las listas de sospechosos de Alp. Especialista en Oriente Próximo, Debeuf es conocido en Bélgica por haber sido el portavoz y redactor de discursos del ex primer ministro Guy Verhofstadt de 2003 a 2008. “Me revuelve el estómago”, dice el también profesor de la Universidad Libre de Bruselas (VUB). Sobre todo, porque había rechazado otras invitaciones del think tank, que estaba siendo impulsado entre bastidores por la embajada qatarí, “muy descontento” con la “línea pro-Catar” del debate. “No entiendo en absoluto las acusaciones de Alp sobre un lobby secreto; no se basan en ninguna prueba objetiva, salvo su deseo de añadir nombres a una lista para asustar a su cliente”, zanja.

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