CONFLICTOS DE INTERÉS

La rentable puerta giratoria de Serra y Morenés, dos exministros en pugna por contratos públicos y directivos

Los exministros de Defensa Pedro Morenés y Eduardo Serra.

Pedro Morenés y Eduardo Serra comparten buena parte de sus respectivos y larguísimos currículos profesionales. Desde que el primero fue secretario de Estado de Defensa del segundo, a su vez nombrado ministro del ramo por José María Aznar –tras haber sido el número dos del departamento con el socialista Narcís Serra–, han tenido trayectorias paralelas y, a veces, incluso rivales.

Para empezar, ambos personifican dos de los casos más paradigmáticos de puertas giratorias en España, por su salto del Ministerio de Defensa a dos de las principales empresas del sector. Serra fue ministro de 1996 a 2000. Morenés, de 2011 a 2016. El primero fue fichado por Everis en 2005 y accedió a su presidencia en 2018. El segundo ya había presidido una firma del ramo, Instalaza, fabricante de las polémicas bombas de racimo, antes de llegar a ministro. Entonces, en 2011, era presidente en España de MBDA, una empresa europea de misiles. Y, tras dejar el cargo en 2016 y pasar poco más de un año como embajador de España en Estados Unidos, fue nombrado presidente de otra compañía del sector, Amper, en 2020.

Morenés tiene ya 75 años. En noviembre de 2022 pasó a presidente no ejecutivo de Amper, pero sigue al frente de una consultora llamada Kuitver Energía. Serra, que el próximo diciembre cumplirá 77, va a abandonar la presidencia de DigitalES, la patronal tecnológica, donde lleva desde su creación, en 2017, según publicó Expansión el pasado agosto. Pero se mantiene al frente de Everis, rebautizada como NTT Data en 2021, tras haber sido adquirida por esa multinacional japonesa en 2014.

Tanto Everis/NTT Data como Amper compiten casi por los mismos contratos de la Administración pública, que constituyen una fuente sustancial de sus ingresos. No sólo por los relacionados con la defensa, sino también por los tecnológicos, donde las dos empresas son líderes nacionales. Por ejemplo, son adjudicatarios habituales de Aena, Renfe o Correos. Amper presume de haber instalado los equipos de comunicaciones de más del 85% de los aeropuertos españoles. Mientras, Everis/NTT Data ha conseguido una quincena de adjudicaciones de Aena desde 2020, según los datos extraídos de la Plataforma de Contratación del Estado.

Propuesta de compra, despidos y fichajes

Pero la rivalidad va más allá de los concursos públicos. Como se demostró en 2020 con los despidos de los 10 ejecutivos que dirigían Everis Aeroespacial y Defensa (AEDE). Según puede leerse en las sentencias que el Tribunal de Justicia Superior de Madrid y el Tribunal Supremo han dictado sobre ese litigio laboral, la matriz del grupo quería cerrar la división de defensa española tras la polémica surgida con la venta de morteros Alakran a Arabia Saudí, que terminaron usándose en la guerra de Yemen. Pero la cúpula directiva de Everis AEDE no aceptó pacíficamente la decisión. Y planeó evitarlo comprando la empresa, una prerrogativa incluida en sus contratos. Así que presentaron a la matriz una propuesta de adquisición siguiendo el procedimiento definido en sus acuerdos con la empresa.

El problema fue que, para adquirir Everis AEDE, los ejecutivos buscaron la financiación de su rival, Amper. La compañía que preside Eduardo Serra lo consideró una traición y despidió a toda la cúpula directiva en julio de 2020. La mitad de los ejecutivos demandó entonces a Everis/NTT Data en los juzgados de lo Social. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha fallado en todos los casos a favor de los despedidos. También el Supremo en al menos uno de ellos. Los demás siguen pendientes de que el alto tribunal resuelva los recursos interpuestos por la empresa.

El caso es que al menos cinco de estos antiguos directivos de Serra trabajan ahora para Morenés en Amper, Zelenza —su principal accionista— y Swarming, filial de la anterior. De hecho, quien fue consejero delegado de Everis AEDE, Enrique López Pérez, es el consejero delegado y primer ejecutivo de Amper desde noviembre de 2022, cuando Pedro Morenés dejó de tener funciones ejecutivas como presidente.

En los juicios, la matriz justificó los despidos por la comisión de toda una serie de irregularidades en la contratación que los ejecutivos de la división de defensa desmienten y que fueron detalladas ampliamente por El Periódico de España. infoLibre intentó, sin éxito, ponerse en contacto con los directivos despedidos cuando la empresa apareció en el curso de una investigación diferente en la que se mencionaban unos contratos con Emiratos Árabes Unidos. Este periódico también ha preguntado a Everis/NTT Data si finalmente ha cerrado la división de defensa, pero no ha obtenido una respuesta. En el Registro Mercantil sigue figurando como una sociedad activa.

Española frente a multinacional

Pese a que compiten por los contratos y por los directivos, Amper y Everis/NTT Data son dos empresas muy diferentes. Tienen en común su origen español, pero mientras Amper sigue siendo de propiedad nacional, Everis pertenece desde hace casi 10 años a una de las mayores multinacionales tecnológicas del mundo, con 150.000 empleados repartidos en todo el mundo y una facturación de 16.000 millones de euros. En España la plantilla suma 17.000 personas, según consta en su propia página web. Amper, en cambio, es más pequeña –tiene 3.400 empleados–, cotiza en la Bolsa española y ganó 1,3 millones de euros en 2022, tras ingresar 337,5 millones. Un beneficio que ha sufrido un fuerte recorte desde los 21,7 millones de 2019. Su plan estratégico para los próximos tres años prevé duplicar la cifra de negocio hasta los 1.008 millones de euros en 2026.

El volumen de contratación de Amper y Everis/NTT Data con las administraciones públicas es enorme. Según el barómetro de la consultora Adjudicaciones TIC, la empresa de Eduardo Serra es en este sector la cuarta adjudicataria de la Administración en 2022, con 254,14 millones de euros repartidos en 110 contratos tecnológicos. Por delante, aparecen únicamente Telefónica, Indra e Inetum. Tal y como puede comprobarse en la Plataforma de Contratación del Estado, sólo relacionados con Defensa e Interior, Everis/NTT Data ha conseguido una veintena de contratos desde 2020, por un importe que supera los 13 millones de euros. Una buena parte de esa cartera son sistemas para el control de fronteras para el Ministerio del Interior, pero también suministra numerosos equipos a Isdefe, la consultora pública de defensa.

Además, la empresa de Serra consiguió en 2020 un contrato de 10,4 millones de euros para digitalizar la agencia de comunicaciones de la OTAN. De los de mayor importe fuera del sector de la defensa destaca el contrato de 10,99 millones que le adjudicó Red.es, el organismo público encargado de la Agenda Digital, para digitalizar las pymes.

Aunque ese protagonismo también tiene su lado turbio. En 2018, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sancionó a Everis, junto a otras 10 grandes tecnológicas –entre ellas IBM, Accenture, Indra, Atos y Next– por repartirse el mercado de las administraciones públicas durante nada menos que 15 años. Según el organismo regulador, las empresas pactaban precios y condiciones comerciales e intercambiaban entre ellas información sensible. La multa para Everis ascendió a 800.000 euros; en total, 29,9 millones para las 11 compañías. La Audiencia Nacional acaba de confirmar las sanciones hace sólo unos días, aunque todavía pueden ser recurridas ante el Tribunal Supremo.

Navantia antes y después

Según consta en la Plataforma de Contratación del Estado, Amper supera los 85 millones de euros en adjudicaciones públicas desde 2020. De ellas, casi nueve millones son contratos relacionados con la defensa. Pero la parte del león, de los contratos y de su cartera de pedidos, son los acuerdos que ha firmado con Navantia. Cuatro de esos contratos, adjudicados en 2021 y 2022, son suministros de todo tipo para las fragatas de la serie F-110 que el astillero público construye para la Armada española. En total, 20 millones de euros. En todo caso, los dos más voluminosos suscritos con Navantia son los que permitirán a Amper construir parte de las estructuras eólicas marinas que se instalarán luego en dos parques franceses: Saint Brieuc, en Bretaña, y Le Tréport, en Normandía. El primer contrato, concedido en 2020, tiene un importe de 100,7 millones de euros. El segundo, del pasado mes de junio, ha sido anunciado por Amper como el mayor jamás conseguido por la empresa de Morenés, con un valor superior a los 100 millones, pero sin precisar la cifra exacta. En total, más de 220 millones de euros.

Pedro Morenés, que precisamente comenzó su carrera profesional en Astilleros Españoles, como se llamaba entonces el constructor naval público, y después fue director comercial de la División de Construcción Naval del INI –la antigua SEPI–, tuvo una polémica relación con Navantia mientras fue ministro de Defensa.

En 2018, la oposición en el Parlamento gallego le acusó de “corrupción institucional” por haber forzado un retraso de dos años en la construcción de las fragatas F-110 para adaptarlas a los misiles que fabrica MBDA, la empresa europea de la que fue presidente en España hasta su llegada al ministerio. Navantia consideraba que el sistema de misiles debía seguir siendo el que ya le había suministrado antes la estadounidense Raytheon, pero Defensa impuso como opción prioritaria el que vendía MBDA, según publicó eldiario.es. La insistencia de la Dirección General de Armamento, bajo control de Morenés, incluso provocó un enfrentamiento con la cúpula de la Armada que bloqueó durante dos años la elaboración del proyecto técnico necesario para comenzar a construir las fragatas en el astillero de Navantia en Ferrol.

Morenés tuvo otro pinchazo, que además compartió con Serra: Arabia Saudí. No en vano el régimen de Riad es el mayor comprador de armas de la industria española. NTGS, filial de la empresa de Eduardo Serra, vendió los morteros Alakran a Arabia Saudí en 2018, que fueron usados en la guerra de Yemen pese a la prohibición internacional de suministrar armamento a los países en conflicto. Morenés, en este caso en su calidad de ministro de Defensa, vendió en 2015 a Arabia Saudí 400 bombas del stock del Ejército del Aire, que éste tuvo que volver a comprar para completar su arsenal. “Son bombas que no sobraban”, explicó la ministra Margarita Robles cuando se hizo cargo de Defensa tres años después.

Más puertas giratorias

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La industria de la defensa se ha convertido en uno de los sectores donde más se recurre a las puertas giratorias. De hecho, Pedro Morenés no es el único ex alto cargo que se sienta en el consejo de Amper. También la ex secretaria de Estado de Comercio y expresidenta del ICEX María Luis Poncela figura como consejera independiente desde mayo de 2021. Pilar Platero, expresidenta de la SEPI, la acompaña desde marzo de ese año.

En el consejo de Everis, además de Eduardo Serra, se sientan el exministro de Economía chileno Alejandro Ferreiro y el exconsejero de Economía del Gobierno vasco Pedro Luis Uriarte. Entre 2017 y 2019 también fue consejera la exministra de Ciencia e Innovación Cristina Garmendia. Antes, de su consejo asesor fueron miembros los expresidentes de México Ernesto Cedillo y de Colombia Álvaro Uribe. Además, el ex segundo jefe de Estado Mayor de la Armada José Luis Urcelay trabajó de asesor de Everis Aeroespacial y Defensa. Finalmente, en la patronal tecnológica DigitalES que preside Eduardo Serra, ejerce como director general Víctor Calvo-Sotelo, quien fue secretario de Estado de Telecomunicaciones.

A la vista del abultado currículo profesional de Eduardo Serra, el paso por la Administración pública le ha resultado muy rentable. Tras su primer paso por la Secretaría de Estado de Defensa entre 1984 y 1987, fue nombrado presidente de Telettra Española (1988-1991, Cubiertas MZOV (1989-995), Peugeot-Talbot España (1992-1996) y Airtel (1994-1996). Entre 1996 y 2000 fue ministro de Defensa y, al dejar el Gobierno, presidió UBS España hasta 2006. Desde 2005, cuando se le puso al frente de la Fundación Everis, ha permanecido en esa tecnológica, pero al mismo tiempo, ha sido consejero de Deutsche Bank (2015-2017), consejero de PharMamar (desde 2021 hasta hoy) y de la gallega Ecoener –junto con la exministra de Exteriores Ana Palacio y la exconselleira de Facenda y ex secretaria de Estado de Presupuestos Marta Fernández Currás–, además de presidir la Fundación Ortega-Marañón, la Fundación Transforma España y la Fundación España Constitucional. Como se ha dicho más arriba, es presidente de la patronal DigitalES, pero también de la Asociación Española del Análisis de Valor (AEV) y lo fue del consejo del periódico digital El Independiente. Además, tiene su propia consultora, Eduardo Serra y Asociados. La lista de cargos es abrumadora, pero no exhaustiva.

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