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Purga en la Agencia Tributaria

Los técnicos de Hacienda reprochan a Montoro que los divida con “etiquetas políticas”

Los sindicatos reprochan a Montoro que divida con etiquetas políticas la Agencia Tributaria

Santiago Carcar / Yolanda González

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no cree en el principio de que la mejor manera de funcionar para la administración tributaria y la inspección es la discreción y el trabajo callado, lejos de focos y batallas políticas. Lo demostró ayer, durante la celebración del 35 aniversario de la Constitución. Montoro, en conversación informal con los periodistas, vinculó los ceses y dimisiones en la dirección de la Unidad de Grandes Contribuyentes y la ola de cambios de los últimos días en la Agencia Tributaria a que habían sido nombrados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El equipo, según el ministro, "estaba lleno de socialistas"."estaba lleno de socialistas".

Montoro se explayó tras escuchar el discurso del presidente de la Cámara. Fue muy claro. El ministro confesó que si para algo le ha servido la crisis en la Agencia Tributaria es para darse cuenta de que puestos de máxima responsabilidad estaban ocupados por gente que ya desempeñó esos mismos cargos en la etapa socialista. Y achacó las fugas de personal a que “no les gusta el director general”, Santiago Menéndez, nombrado el pasado 29 de julio.

Montoro llegó a argumentar que los socialistas vaciaron la Agencia Tributaria de cargos próximos al PP cuando Zapatero llegó a la Moncloa en 2004, destinándolos a las comunidades autónomas, mientras que el PP no tomó ninguna medida similar en las unidad de grandes contribuyentes.

Andanada del ministro

La andanada del ministro, en lugar de calmar los ánimos en la Agencia Tributaria, amenaza con encresparlos aún más.Agencia Tributaria El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha salió inmediatamente al paso de las acusaciones. El presidente, Carlos Cruzado, lamentó que el ministro "hable de la Administración tributaria dividiéndola con etiquetas políticas de PSOE o de PP, en lugar de procurar que la Agencia Tributaria se dedique a lo que debe, que es perseguir el fraude, de forma imparcial y efectiva".

Para Gestha, las declaraciones de Montoro disimulan y cubren un asunto fundamental: qué ha sucedido en la Unidad de Grandes Contribuyentes. En esa unidad ha habido un cese fulminante, el de la inspectora Dolores Linares. Su superior, Ignacio Ucelay, dimitió tras conocer el cese de Linares por mantener el criterio de sanción a la multinacional cementera Cemex, que podría haber supuesto una multa de hasta 450 millones de euros. "Falta por explicar qué ha sucedido ahí" explica Cruzado. Gestha ha reclamado que Montoro despeje todas las dudas sobre las supuestas relaciones entre antiguos colaboradores y socios de Montoro con labores de asesoría a Cemex.

Los técnicos de Hacienda y también los inspectores comparten la inquietud por la cadena de ceses, dimisiones y ceses disfrazados de dimisiones que se registran en la Agencia Tributaria en las últimas semanas.

Todas las fuentes consultadas destacan además una circunstancia que desmiente la relación entre los ceses y la adscripción política que Montoro atribuye a los cesados: tanto Ignacio Ucelay (el superior de la inspectora cesada por el asunto Cemex) como Luis Jones, director de la Inspección y número dos de la Agencia Tributaria, ambos dimitidos, fueron nombrados por la ex directora general de la Agencia Beatriz Viana, a su vez elegida por el propio Montoro tras el triunfo del PP en 2011.

Rubalcaba: "Está pirado"

El revuelo provocado por Montoro se extendió rápido. A Alfredo Pérez Rubalcaba se le vio en el Congreso terriblemente indignado. “Está pirado. ¿Pero esto qué es?”, exclamó ante los periodistas en conversación informal en el Congreso. El líder de los socialistas recalcó que el ministro está protagonizando una “caza de brujas” en la Agencia Tributaria, y que su actitud roza la paranoia política. Recalcó que la inspección de Hacienda es uno de los “corazones del Estado”, siempre ha funcionado bien y no está, ni mucho menos, infiltrada de socialistas. “¿Tienen que ser todos vírgenes y mártires?”.

Rubalcaba recordó que ya había dejado claro que su partido iba a llegar hasta el final con este asunto, y que no despreciaba ningún instrumento. Añadió que no ve “descabellado” pedir la creación de una comisión de investigación parlamentaria. Es una de las propuestas que discutirá con su equipo este fin de semana, informa Juanma Romero.

La situación en la Agencia se ha enconado en las últimas semanas por la ola de destituciones anunciada, que ha afectado a las delegaciones de Castilla y León, Cantabria y Galicia. Desde junio, cuando se nombró nuevo director general de la Agencia a Santiago Menéndez en sustitución de Beatriz Viana, se han cesado y nombrado 29 cargos de confianza. Son 90 menos, subrayaron fuentes de la Agencia Tributaria, de los que cambió Luis Pedroche (primer director nombrado por el Gobierno socialista de Zapatero) entre abril de 2004 y marzo de 2006.

El Ministerio de Hacienda atribuyó los ceses decididos por el nuevo director de la AEAT a una "reorganización decidida por el nuevo director para formar su equipo". Pero la cascada de ceses y nombramientos ha incendiado la Agencia.

Lo de Hacienda no es un chiste

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Delegaciones especiales

Los destituidos más recientes son los delegados especiales de Galicia, José Luis Rodríguez Díaz; de Castilla y León, Miguel Santos Barrueco, y de Cantabria, Adrián Montejo Jiménez. Además, Menéndez decidió el nombramiento de Luis María Sánchez González como nuevo director de Inspección Financiera y Tributaria (sustituye al dimitido Luis Jones) y de Eduardo Córdoba Ocaña como jefe en la Delegación Central de Grandes Contribuyentes en sustitución del también dimitido Ignacio Ucelay.

Fuentes del sindicato de técnicos Gestha destacaron que Menéndez ha lanzado en las últimas semanas, con los ceses de la inspectora Dolores Linares y las dimisiones de Ucelay y Jones, un mensaje muy claro: quien desobedezca, será cesado fulminantemente.

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