Expectación en el gimnasio de esta cárcel noruega donde cumple condena Anders Breivik por el asesinato de 77 personas. Vestido con traje oscuro Breivik ha llegado a la sala habilitada para un juicio que va a determinar si el régimen carcelario viola sus derechos. El saludo nazi de Breivik no ha sorprendido a nadie. El autor de la matanza de isla de Utoya ha demandado al Estado por aislamiento, uso de esposas, cacheos, censura de correspondencia y limitación de visitas y llamadas telefónicas. El fiscal general de Noruega sostiene que el terrorista quiere organizar células extremistas. Argumenta, además, que sus condiciones en la cárcel están dentro de los límites de lo permitido.

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