Macron gana con claridad la primera vuelta y Le Pen le disputará la presidencia en dos semanas

Emmanuel Macron o Marine Le Pen. Uno de esos dos nombres será el que los franceses elijan como inquilino del Elíseo el próximo 24 de abril. El actual presidente y la candidata del partido ultraderechista Reagrupamiento Nacional han sido los vencedores de la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo, con un 27,35% y un 23,97%, respectivamente, según los datos oficiales con el 97% de los votos escrutados. La diferencia, que algunas encuestas llegaron a dar mucho más ajustada, finalmente ha sido de algo más de cuatro puntos.

A ninguno, por tanto, parece haberles pasado demasiada factura la alta abstención que se ha registrado, algo que ya vaticinaban los expertos, conscientes de que no acudir a las urnas ya se había convertido hace algunos años en una especie de tradición francesa. Ya se auguraba con los datos de participación publicados por el Ministerio del Interior al mediodía del domingo. En ese momento, con un 25,48%, la participación había descendido tres puntos con respecto al registrado en las elecciones de 2017 (28,54%) y en las de 2012 (28,3%). La alta abstención se confirmaba por la tarde: a las 17.00 horas, la participación era del 65%, la cifra más baja desde las elecciones de 2002.

El resto de la decena de aspirantes frente a los que Macron quería revalidar la presidencia, se quedaron muy atrás de los porcentajes de los dos vencedores. Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa), con un 21,7% ha quedado en tercera posición, seguido, ya muy de lejos, por el otro candidato de extrema derecha, Éric Zemmour (7,02%); el candidato ecologista, Yannick Jadot (4,5%) y la candidata conservadora, Valérie Pécresse (4,73%). Jean Lassalle, Fabien Roussel, Anne Hidalgo, Nicolas Dupont-Aignan, Philippe Poutou y Nathalie Arthaud no han superado el 3%.

A pesar de los resultados, Macron no ha dado la batalla por ganada. "No se equivoquen. Nada está resuelto", ha afirmado Macron en su discurso ante sus simpatizantes en la Puerta de Versalles. "El debate que tendremos los próximos 15 días es decisivo para nuestro país y para Europa", ha advertido.

Mélenchon pide a los suyos "no dar ni un solo voto" a Le Pen

Los principales candidatos conservadores, socialistas y ecologistas se han unido para pedir el voto para Macron en la segunda vuelta, alertando del peligro que supone una victoria de la extrema derecha. Mélenchon, en este sentido, ha pedido "no dar ni un solo voto a Marine Le Pen". "Se abre una nueva página de lucha. Cada uno de vosotros se encuentra frente al muro de la decisión que debe tomar (...). Conozco vuestro enfado. No dejéis que os haga cometer errores que serían difíciles de reparar", ha afirmado Mélenchon. "Sabemos a quién no votaremos nunca. No debemos darle un solo voto a la señora Le Pen", ha insistido.

El ecologista Jadot, por su parte, ha pedido "bloquear la extrema derecha" en la segunda vuelta, mientras que Pécresse ha asegurado que votará "en conciencia" a Macron "para evitar la llegada al poder de Marine Le Pen".

La alcaldesa de París, la gaditana Anne Hidalgo (que ha sufrido un batacazo con tan solo el 1,9% de los votos) ha pedido también votar a Macron "contra la extrema derecha de Marine Le Pen". "Les pido con seriedad que voten en contra de la ultraderecha de Marine Le Pen con la papeleta de Emmanuel Macron", ha remachado. Roussell ha destacado que "nunca permitiría que un proyecto racista y xenófobo gane responsabilidad en Francia". "Tomo esta decisión y sé que cada vez es más difícil decirlo", ha afirmado.

Zemmour se une a Le Pen

Al otro lado del tablero político, y pese a sus agrios enfrentamientos en campaña, Zemmour ha pedido rápidamente el voto para Le Pen de cara a la segunda vuelta de las elecciones. "Aunque electoralmente no cambia nada, políticamente ha cambiado todo porque hemos llegado", ha destacado. "Tengo muchas discrepancias con Marine Le Pen (...). No me equivocaré de oponente. Por eso hago un llamamiento a mis votantes para que voten a Marine Le Pen", ha afirmado en su discurso. "Gracias a ustedes puedo hacer una promesa: seguiré defendiendo a Francia y nuestras ideas. Ya estamos planeando el futuro. No me detendré aquí", ha prometido.

Le Pen, por su parte, ha prometido "poner en orden Francia en cinco años". "De su voto dependerán las decisiones políticas del próximo quinquenio, pero en realidad comprometerán a Francia durante los próximos 50 años. Pondré Francia en orden en 5 años", ha afirmado Le Pen en su discurso de agradecimiento.

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La mayor parte de los expertos —y los primeros sondeos de la jornada— ya apuntaban a que la batalla final la disputarían Macron y Le Pen, como ya lo hicieron en 2017, aunque tampoco se descartaba una sorpresa en unas elecciones que han estado —en la primera vuelta— y van a estar —en la segunda— condicionadas por la pandemia y por la guerra en Ucrania

En caso de Macron fuera el vencedor, sería la primera vez desde Jacques Chirac que Francia reelige a un presidente. En caso de que lo fuera Le Pen, el principal desafío al que se enfrentaría sería conseguir desvincularse del presidente ruso, Vladimir Putin, que ha pasado de ser su aliado confeso a una especie de enemigo, al menos, de cara al pueblo francés. Agrupación Nacional, de hecho, destruyó un millón de folletos por una imagen de Le Pen y Putin juntos que iban a ser empleados en la campaña. El argumento que emplearon fue que incluían una falta ortográfica que, en realidad, no existía. 

Con la jornada de este domingo, se cierra la primera y se da el pistoletazo de salida a la renovación general de las instituciones en Francia. En junio, el país celebrará elecciones legislativas, ya con Macron en su segundo mandato o con un nuevo presidente habitando el Elíseo. 

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