Este viernes comienza la acampada pacifista de mujeres en Bruselas "Salir de casa por Gaza", organizada por la sección española de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) y Mujeres de Negro contra la guerra. Su objetivo principal es amplificar la conciencia social sobre el genocidio en Palestina, poniendo el foco en la Unión Europea. "La UE no está haciendo nada", nos segura Carmen Magallón, presidenta honorífica de WILPF España y miembro del Comité Organizador del campamento. "Como ciudadanas europeas sentimos que debemos presionar a Europa", afirma.
Magallón llega este viernes desde Zaragoza y dormirá en tiendas de campaña junto a otras activistas en el campamento, situado en las inmediaciones del Parlamento Europeo. Asegura que con el genocidio en Gaza no puede conciliar el sueño: "pienso, ¿cómo puedes estar sin hacer nada?". En la acampada, que tendrá lugar del 10 al 19 de octubre, están registradas 124 mujeres de todas las edades. La mayoría son españolas, pero también acudirán desde otros países europeos, como Alemania, Noruega, Italia, Dinamarca o Suiza.
La WILPF comenzó a organizar la acampada a principios de julio, pensando en "hacer algo diferente" a otras iniciativas que se estaban sucediendo en paralelo, como la de La Flotilla. Poco después se unieron Las Mujeres de Negro, un grupo internacional de mujeres pacifistas nacido en Israel. Tras ellas, se incorporaron a la protesta secciones de la WILPF de otros países europeos, además de otras asociaciones de mujeres, como la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) o la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), entre otras. En su comunicado reclaman ayuda humanitaria gestionada por la ONU, un alto al fuego permanente, el embargo a la compra-venta de armas con Israel y la ruptura del acuerdo preferencial de la UE con el país sionista.
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La iniciativa cuenta con encuentros con mujeres palestinas entre las actividades programadas, además de talleres, acciones-performance, y charlas informativas con los Relatores especiales de Naciones Unidas, entre ellos Francesca Albanese, encargada de Palestina. El sábado 18 está prevista la realización de una cadena humana alrededor de la Eurocámara y hasta la Plaza de Luxemburgo, donde culminará la acampada pacifista.
La acción, inspirada en el Campamento de Greenham Common de 1984, intenta recoger el mismo espíritu que llevó en este evento al llamamiento de 10 millones de mujeres durante la Guerra Fría, en el cual participó también la propia Magallón. La WILPF, presente en más de 40 países, sigue las mismas directrices. Nació como un movimiento feminista durante la I Guerra Mundial, cuando las sufragistas se unieron en La Haya para intentar parar el conflicto bélico. La organización aún recalca la importancia de estas iniciativas, y afirma: "a las mujeres siempre se nos ve como víctimas y no como sujetos activos".
La organización, tras ser preguntada por el supuesto alto al fuego en Gaza asegura que es motivo de alegría, pero que no cambian sus planes con esta noticia: "Hemos de seguir hablando de Palestina, para lograr un acuerdo justo y duradero, algo que no está asegurado". Afirma que ese supuesto pacto contiene muchas incógnitas, y que "los actores del acuerdo no son de fiar". "No es Trump quien ha conseguido la supuesta paz, sino las movilizaciones sociales. Trump ha sido cómplice del genocidio".
Este viernes comienza la acampada pacifista de mujeres en Bruselas "Salir de casa por Gaza", organizada por la sección española de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) y Mujeres de Negro contra la guerra. Su objetivo principal es amplificar la conciencia social sobre el genocidio en Palestina, poniendo el foco en la Unión Europea. "La UE no está haciendo nada", nos segura Carmen Magallón, presidenta honorífica de WILPF España y miembro del Comité Organizador del campamento. "Como ciudadanas europeas sentimos que debemos presionar a Europa", afirma.